Peter...

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La chica estaba tirada en la cama de su habitación viendo una película cuando de pronto un temblor comenzó a sentirse. La luz se cortó y ante esto, la joven tomó su celular para iluminar el dormitorio. El temblor cesó y con él, la electricidad volvió.
Abrió la trampilla que estaba en el piso y bajó, saliendo de su habitación.
-¡Abuela!- Gritó mientras bajaba la escalera de mano que conducía la puerta trampa al pasillo.-¿Sentiste el temblor?- Dijo al mismo tiempo que bajaba corriendo la escalera hacia la planta baja de la casa. Su abuela seguro estaría en la cocina preparando la cena.
-¿Temblor? ¿De qué hablas?
-El temblor de recién, hace un momento.-Dijo obvia.
-No hubo ningún temblor. Por lo menos no en este piso- Dijo riendo un poco.
-Ja ja ja... -Vio como su abuela la miraba- ¿Lo dices en serio?
-Vit, ¿estás bien?- Preguntó su abuela frunciendo un poco el ceño.
-... Sí... Sí, sí. Perdón. Solo estoy bromeando contigo. ¿Qué estás preparando para comer?
-Pizza.
-Que rico. ¿Necesitas ayuda? Okey, no. Solo lo decía por cordialidad. Por favor dime que no necesitas ayuda, quiero seguir con lo que hacía.
-¿Qué estabas haciendo?
- Estaba viendo una película.
-No, no necesito ayuda. - Dijo bufando. Cuando la chica tenía el pie en el primer escalón su abuela dijo: - Pero ven en un rato y pon la mesa.
-¡Okey!- Gritó mientras subía corriendo la escalera.
Puso nuevamente la película y la adelantó hasta la escena en la que se había quedado. Pero se vio interrumpida por un ruido, como el de una ventana cerrándose. Sin embargo, sus ventanas estaban abiertas de par en par. Escuchó los quejidos de una persona, venían de abajo. Abrió nuevamente la trampilla pero no escuchó nada en el piso de abajo, en realidad, aquella voz parecía venir de debajo de su cama.
Cerró la trampilla y se acercó a su cama, se agachó lentamente y, ev vez de ver la pared del otro lado, vio, debajo de ella, un par de pies descalzos.
- ¿Pero qué...?- Metió la cabeza por debajo de la cama, luego sus hombros, su torso y salió del otro lado. Estaba en otra habitación. Se paró y vio acostado en una cama, que ya no era la suya, a un chico semidesnudo que solo llevaba unos boxers. Él pegó un salto y de un segundo para el otro ya estaba del otro lado de la habitación.
- ¿Quién eres?- Le preguntó asustado.
- No puedo creerlo.
- ¿Quién eres y qué hacías debajo de mi cama? ¿Y cuánto tiempo llevas ahí?
- Yo no...- A Victoria no le salían las palabras.- Peter.
- ¿Y cómo es que sabes mi nombre?
- No sé como explicarlo. Mira esto.- Señaló la parte debajo de la cama.
El chico, sigiloso, se acercó a ella y se agachó para ver.
- ¿Qué es eso? ¿Por qué la habitación sigue? Debería estar la pared.
- Es mi habitación.- Dijo ella.
- Pero no hay otro departamento del otro lado de esta pared.
- Ni al lado de mi casa.
- No lo entiendo... Pero, ¿cómo sabes quién soy?
- Te he visto, en películas.
- No es posible, no soy actor.
- Sin embargo, te he visto. Y sé quien eres... Peter Parker... es decir, Spider-Man.

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