Despues de ser atropellado al ir a comprar chatarra, un joven renace como Chica!!! en una Alemania del Siglo XX.
En un momento cumbre de la historia Europea, esta el Imperio (Alemania) el cual se ha vuelto tan poderosa que sus enemigos miran c...
-Por supuesto-Livia mantenia un rostro más serio, las clases con esta mujer era demasiado desgastante, tenia su cuerpo tenso y tambien emitia una ire de noble que miraba por debajo a las sirvientas cuando llegaban, su maestra sonrio por ver el cambio que su alumna estaba demostrando.
-Ya puedes descansar niña- la anciana retomo su baston-o seguro se te va a deformar el rostro- su alumna se dejo sentar sobre el sillon suspirando e incluso se estiro se oyo el crujido de unos huesos, regresaron sus facciones bondadosas y su sonrisa, hasta respido fuertemente
-Le agradesco por su tiempo-tomo una postura de despedida menos rigida y de tranquilidad
-Hasta luego niña- apuro su paso hacia afuera, siguio caminando hacia afuera, se detuvo unos momentos para mirar los cuadros de los Lidwurd del pasado ha diferencia de las otras casas que tenian infinidades miembros en sus arboles genealogicos, los lidwurd se podia catalogar la cantidad de sus miembros apenas a una cuarta parte de todas esas largas ramas familiares, ni siquiera tenian ramas menores, la caracteristica prominente de los dragones su larga logenvidad, se quedo mirando las pinturas, hasta que se detuvo frente aquel que conocio.
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(Fue lo màs parecido a lo que habia imaginado un dia conseguire quien me dibuje)
Segismundo VIII Lidwurd estaba solo ahi con su largo cabello platinado un recuerdo que su madre fue una Fenix y ahi estaba una mirada penetrante con los ojos azules de los Lidwurd que siempre se habian mantenido en las generaciones y simbolo de la pureza de su sangre no importa si fue con nobles o simple plebeyos su sangre nunca se diluia o perecia se hacia màs fuerte, incluso esta pintura no lograba representar el aura de ese dragòn tan calida pero tan distante, sin duda lo que faltaba en la pintura era la mujer que se gano el corazòn del dragon una mujer que le contaron tenia un cabello dorado hermoso y màs largo como el de su esposo, segun recordaba en palabras de Segismundo cuando le pregunto de ella le contesto; La conoci en una noche fria caminaba con una jarra de cerveza fue cuando oi murmullos, los segui hasta que me encontre con una chica de cabellos dorados que miraba las estrellas, ahi se quedo contemplando la infinidad de la noche mientras yo la contemplaba a ella.
Eschucho los pasos de llegada, no necesito pensar mucho para reconocer el sonido marcial sobre el dueño de aquel caminar.
-pero miren un perro amaestrado, ¿has venido por un hueso?-
-Emperatriz- Sebastian estaba a su derecha, al parecer habia dejado el papeleo para acompañarla a la salida
-Pensar que fuiste el unico en reconocerme aunque no deberia de sorprenderme, los perros nunca olvidan la mano que les da de comer pero mucho más la mano que mordieron, los Berserker debieron desaparecer hace tanto pero encontraron un amo que les gustaba lo que hacian-
-Nuesta especialidad es lo que el Imperio necesita-
-¡Asesinos, dementes, locos sedientos de sangre?, mi marido los hubiera masacrado a gusto, pero su amo le entrego demasiadas victorias y ademas era una bestia que simplemente no podria ignorar que habia encontrado unas mascotas de su gusto, estan vivos por su amo-
