Bebiendo cerveza (Livia osea la Madre de Laura)

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Livia.

Una ves comenzando el Oktoberfest, mirando alrededor y viendo que habia una gran calma y despues de ver que su propia hija se encontraba a salvo y tambien segura que ningun mal era capaz de dañarla con un cuerpo tan poderoso y ademas un ejercito listo para matar y asesinar al instante, y si eso no fuera suficiente su deleznable y espeluznate padre, un ser de un poder fuera de este mundo, que incluso tuvo la osadia de ir contra su propio padre matandole, al parecer se decia que los dioses castigaban aquellos que mataban a su propia sangre y pues lo dudaba de el.

Mirandose en una fiesta con mucha cerveza, ella recordo que soñaba un dia ir màs grande o cuando pudiera para tomar y tomar cerveza hasta quedar en la inconciencia como cualquier buena alemana que se diera a respetar, habia probado buena cerveza al menos unas 2 o 3 veces en toda su vida, pero en ese momento habia probado una docenas de cervezas y se sentia tan deliciosa el sabor enervante de las bebidas en su boca, al menos tenia una inusual resistencia al alcohol en su vida, desde que se embarazo tenia una mayor resistencia a muchas cosas, probo una ves quemando su mano con la llamada de una piedra de fuego que su hija comia tan a gusto y recordo como èl asesino a un par de chicas con las piedras de manera rapida y brutal, apenas toco con la yema de los dedos el fuego solo lo sentia ardiente pero al retirarlo descubrio que solo tenia rojizo pero ningun daño.

Los libros tenian razon los que habia leido una infinidad de veces y que solo 2 se tomaron la molestia de mencionar en unos pequeños parrafos que despues de tener hijos del dragon algunas tuvieron pequeñas resistencias al calor o tal ves unas grandes resistencias no estaba loca como para intentar la homicida dieta de su hija, sin duda era leer hasta encontrar pequeñas pistas perdidas, incluso algunas locas ideas que habia tomado eran detalles minimos que medio daron los que escribieron, pero nadie penso en revisarlos, tal ves solo su resistencia era debido a su hija simplemente una rara magia de protecciòn de parte de su hija a ella, en realidad era lo màs pausible.

Se quedo bebiendo de su cerveza, una muestra de la mejor cosecha de Munich era tan deliciosa, al menos tenia entendido que el hombre solia modificar sus cervezas apra hacer màs dociles a las mujeres, pero al parecer el hombre tenia la suficiente cabeza para no intentar hacer nada aunque eso si, no dejaba de mirarle los pechos cuando tenia oportunidad, pero la sola idea de hacer enojar a un dragon era suficiente para hacerlo comprender que era mejor cualquier tortura, pero ella se preguntaba hasta que punto realmente le importaba su hija, solamente deseaba dejar descendencia o porque, eran demasiadas preguntas, tomo generosamente de su inmensa bebida, era realmente deliciosa, por un momento incluso entre sus labios caia la bebida, si se tardo en limpiarse era tal ves porque ya estaba algo tomada.

Recordo que algunos nobles y comerciantes pensaban secuestrar a su hija era un monton de idiotas, el problema llego a pensar era muy grande para que todos ellos se lo tomaran muy enserio ademas algo se les olvidaba tenia la sangre de èl y de todo un linaje de reyes poderosos, con solo revisar los libros de historia que su maestra le entregaba entendia la palabra "implacables", personas, pueblos, ciudades, reinos ardian ante ellos si reciban ofensa, en un momento incluso penso hasta que punto realmente los guardias protegian a su hija y no de la manera inversa, habia visto la mirada de èl en su hija, una mirada de odio y de un depredador, lo curioso que esa mirada fue contra èl fue cuando comprendio que por muy su hija que ella fuera, tambien era hija de èl.

Se quedo mirando por un momento en el vacio, el resto de los nobles sin duda no podian evitar catalogarla una belleza impresionante, no les quedaba duda una chica de 22 o 23 años como se podria notar a simple vista para hombres a juzgar la belleza...

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Se quedo mirando por un momento en el vacio, el resto de los nobles sin duda no podian evitar catalogarla una belleza impresionante, no les quedaba duda una chica de 22 o 23 años como se podria notar a simple vista para hombres a juzgar la belleza de las mujeres cuando las compraban, ella estaba en el nivel donde seria una excelente amante o una buena 2a o 3a esposa, un cabello negro inusual de ver en el imperio Aleman donde sus mujeres eran rubias, ojos cafes-miel, y ese semblante de belleza inalcanzable, si no hubiera ido con los simbolos de la casa de su hija, tal ves se hubiera llenado de hombres ofreciendoles riquezas, matrimonio o cualquier cosa para abrirle las piernas, pero era imposible, los dragones en su vestimenta era la prueba de que nadie deberia cometer ese error.

Pero sobresaliendo uno de los hombres que la miraban con creciente lujuria y màs cerveza que sangre en sus venas, se presento ante ella, ignorando la mirada de los soldados posiconados estrategicamente para proteger a Livia.

-Buenas noches-dijo el hombre con suficiente y acercandose a la oreja de Livia-ven vamos a follar- su aliento apestaba a rayos y el ya no pensaba

-Disculpe-dijo ella mirandole con desprecio en su rostro, el al mirar ese rostro y sin siquiera poner atenciòn a los simbolos del dragon que estaban presentes a todas luz, decidio presionar.

-Quieres que secuestre a tu hija-al parecer era el unico contenido que su cerebro si recordaba de Livia-tal ves prefiera vendermela que tal unos 10 millones de monedas de oro- el rostro de ella miro al suelo, el sonrio penso que habia ganado como siempre lo hacia.

"¿Yo vender a mi preciosa hija por 10 millones de monedas?, pues le tengo una respuesta que le va a gustar mucho" esbozo una sonrisa que hizo sonreir al noble.

Livia tomo un tenedor y enterrandoselo tan brutalmente en el brazo con tal violencia, que el grito, intento usar su magia de reforzamiento pero descubrio que le era imposible, su nariz y oidos sangranron, si no habia usado magia y ya mostraba efectos de un desgaste masivo cosa que solo le habia pasado una ves no por un tenedor en su brazo que ademas de eso dolia una mierda, el alcohol desaparecio de su sangre y miro con horror que habia molestado a la madre de Laura Lidwurd, el Lidwurd no era bueno, un golpe de atrás lo derribo, ya tenia un par de soldados de Ragnarok arrastrandolo.

-Que hacemos con el- el oficial de momento, despues de la mirada que emitia no tuvo dudas, ojos frios de desprecio, lo ultimo que le interesaba a su señora era ver a este idiota otro dia con vida, se retiro para no infortunarla por màs tiempo, era una mirada hasta en cierto punto inquietante, algunos de los guardias que habian visto a Erick en accion no pudieron evitar comparar sus miradas.

Finalmente ella regreso a la normalidad pero ya nadie se atreveria a ser tonto o demasiado sagaz ante esta mujer, que demostro una brutalidad al atacar al noble, algunos nobles de la facciòn Lidwurd que habian llegado en esos dias le rodearon y le ofrecieron màs bebidas, era mejor esta congraciados con ella que volverse sus enemigos, al menos se relajo màs y bebio unas generosas jarras de cerveza "esto es delicioso, espero que mi preciosa hija este a gusto"

Gloria, Honor y Sangre!!!, El comienzo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora