Capitulo 1

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Cerré los ojos mientras escuche el sonido del café servirse en mi grande termo, mi objetivo era llenarlo hasta que desbordara, quería al menos aparentar que dormí algo, cuando en realidad mi físico denotaba que estaba demacrada: un par de ojeras azuladas bajo mis ojos y unos labios de zombie, sin color alguno, reflejaban mi falta de sueño y comida. ¿Porque yo, podría aguantar si quiera UN DÍA sin comer nada, y sin dormir? Mis padres, mis malditos padres de mierda, que apenas me prestan atención por pasarse sus miserables vidas engañándose entre sí.

Caminé por mi pintoresca calle en un paso de tortuga hacia el lugar que llamaba escuela, analizando algunos pequeños detalle que veía a mi paso: las plumas despeinadas de las palomas, el vapor que sale de mi boca al exhalar (con el frío que hacía) y una flor negra entre una selva de girasoles relucientes, esos últimos me recordaban a mí en mi escuela, yo era esa pequeña y débil flor opaca entre un montón de enormes girasoles brillantes y perfectos.

En menos tiempo del que esperé, estaba en las puertas de mi escuela, donde vi los patios de esta vacíos en su totalidad, lo que me alarmó bastante, ya que significaba que ya iba tarde.

Corrí lo más rápido que pude al segundo piso del edificio de mi escuela, donde estaba ubicado mi salón de clases, tristemente cuando alcance a ver todos en la clase estaban sentados en sus respectivos asientos, y el profesor de ingles estaba dando su clase. Toqué la puerta y después la abrí rápidamente.

–Señorita Brooks, llega tarde.– El profesor me hizo saber de una manera tan obvia que me daban ganas de usar mi frecuente sarcasmo con el.
–Disculpe.–
Me encogí de hombros.
–Por favor, ¿podría dejarme entrar?– Cuestioné fría mirando al profesor fijamente.
–puedes, adelante.– afirmó no muy seguro de sus palabras con un tono odioso. Odio a todos los profesores, pero este es el maldito peor del mundo.
–¡Miren quien llega tarde! Pero si es mi pordiosera favorita, Catherine!– Janny, la reina abeja de un cuarteto de estúpidas grito en el salón, provocando la burla de todos hacia mi. Yo preferí no decir nada.
Podría haberme dado igual su comentario, de hecho fue así, hasta que vi en Austin, un chico que me gustaba, una sonrisa burlona, que se transformó en seriedad y una mirada de culpa total cuando se percató de que le clavé la mirada, hasta el se ha reído de mí...
Mientras caminaba a mi lugar totalmente avergonzada y apenada, a mis alrededores iba sintiendo miradas de todos, fue horrible.

(Narrador omnisciente)

Cat tuvo clases como cualquier día, no dijo nada, puso atención y de vez en cuando sintió bolas de papel siendo arrojadas encima de ella que venían de Janny, los séquitos que siempre acompañaban a esa frívola chica le pisotearon su desayuno, pero le resultó una cosa de rutina, no hizo nada al respecto de eso. Realmente ella había aprendido a vivir con esa piedra en su zapato.

(Cat)

Como me era de costumbre, salí de clases y fui a mi casillero a dejar libros en el, después me coloqué un par de audífonos y camine en un paso acelerado. Por alguna razón, Janny, Lily, Caroline y Vanessa tenían la costumbre de darme palizas de vez en cuando antes de salir de clase, y mi sexto sentido me decía que debía salir por la puerta trasera para no recibir una ese día.
Por desgracia, mi sexto sentido sirvió de una mierda, ya que al llegar a esta puerta, pude ver los cuatro maquillados rostros de estas imbeciles.
–¡Chicas! La pobretona sin padres cree que es más lista que nosotras por salir en la puerta contraria.- Janny soltó con su voz chillona, sus labios se notaban pegajosos por tanto brillo labial que llevaba.
Mi instinto fue rápidamente salir corriendo de ahí para no sufrir daños físicos, pero Janny y Lily me tomaron de un brazo.
–no tan rapido, zorra. No nos hemos divertido hoy!– Janny me tiro al suelo de un empujón, se puso encima mío como un tigre salvaje y comenzó a arañarme y jalar mi cabello ferozmente, sus demás amigas solo observaban, y una de ellas grababa.
En mi rostro se sentían un montón de golpes, mi estomago ardía por su peso encima del mío, pero un golpe con sus huesudas manos hizo que mi ojo derecho automáticamente se cerrará, no podía abrirlo para nada, y al igual que este, mi nariz comenzó a arder horriblemente.

–Ya está...dejamos a esta pobre inútil en su lugar.– Janny dijo orgullosa, levantándose del suelo con la "elegancia" que la caracteriza; acomodó su rubia melena y salió con su grupo de descerebradas de la escuela.

Me costo un poco levantarme de ahí, apenas y podía moverme pues mis articulaciones estaban adormecidas.
Entre mis quejidos del dolor pude escuchar la voz de un chico, era grave y ronca.
–oye, estás bien? Te ves realmente como si fueras a morir...– un chico con hermosos ojos azules tirando a grises, bastante alto, me dijo extendiendo su mano.
–Si, lo estoy, gracias...– dije a punto de toser tomando su mano para levantarme.
–¿De verdad? ¿No necesitas ayuda en algo?– insistió el mirando mis heridas del rostro y brazos. –oh dios...no te puedes quedar así...ven, acompáñame.– el jalo mi brazo y recorrimos el colegio hasta llegar a la enfermería, logró hacerlo sin herirme ni un poco.
–ven, siéntate...– me dijo abriendo la puerta de esta, dándome una palmadita en la espalda, hecho esto, me dispuse a sentarme en la camilla de la fría enfermería, que tanto olía a vendas y medicina.

–Hey, ¿cuál es tu nombre?– me preguntó el chico sacando gasas  de un cajón.




Holaaaa :D esta es una nueva historia que se me vino a la mente, espero que les guste, déjenme en los comentarios sus opiniones de esto uwu nos vemos!!

||Don't Try||-Gerard WayWhere stories live. Discover now