Capitulo 11

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Me despertó la voz de Gerard cantando y un sonido dulce de guitarra, ya estaba oscuro, yo ya no estaba recostada en las piernas de Gerard y este estaba sentado en una mesa de alado, cuando me vieron levantarme del asiento me miraron con una gran expectativa.
—Uhh...despertamos a Cat.— exclamó Gerard lamentándose.
—Perdónanos Cathie.— Frank se vio apenado.
—Tranquilos...— Di un largo bostezo y estiré mis brazos.
—A qué es adorable— susurró Gerard tratando de que no lo escuchara, no funcionó en absoluto.
Frank rió y asintió apenado.
—Catherine, vamos a tratar de escribir la canción para el concurso.— Afirmó sonriéndome.
—Oh, claro.— Asentí con la cabeza.
—Yo voy con Mikey, no quiero dejarlo solo.— Me dirigí a la parte de enfrente de la larga camioneta y estaba ahí Mikey manejando y bebiendo una taza de café, me recordaba a su hermano.
—Oh pequeña.— me miró rápidamente y regresó los ojos al camino. —¿Qué haces despierta a esta hora?— sonrió.
—Es que ya no tengo sueño.— me senté en la silla del copiloto.
—Entonces, si quieres hablemos un rato.— Bebió un poco de café.
—Una pregunta, Mikey.— rasqué mi cabeza. —¿Por qué el cambio de actitud tan rápido de Gerard hace rato con el asunto de Lindsey? Digo, se me hizo extraño.—
—Oh...es fácil.- frotó su barbilla. —Gerard suele evadir muy fácilmente las cosas que le estorban en su momento, las cosas que le afectan mucho, en este caso su pelea con Lindsey, y su nerviosismo le hizo así.—Realmente siento que es como yo, tuve una reacción sorprendentemente parecida con el divorcio de mis padres.
–Ahh...Esa chica Lindsey era un amor y Gerard la desaprovechó.—se lamentó.
—Pero bueno, eso le pasa por ser tan estupido.— suspiró y acomodó su par de gafas blancas.
—Recuerdo una vez cuando éramos pequeños que le dio un ataque de risa cuando la profesora lo estaba regañando en su clase.— se le vio nostálgico. —Le mandaron a la dirección y él seguía riéndose.—
-Ya veo.— miré a Gerard por el retrovisor y no se veía como la clase de chico que haría eso.
—Menos mal que tiene como distraerse, con eso de su banda se le ha visto entusiasmado.— Me gustaba mucho la idea de que Gerard y Mikey tuvieran una banda, seguramente sus canciones serían lindísimas.
-Oh, hablando de eso, ¿como van con su canción?- Pregunté revisando mi celular.
-Pues yo no me he enterado de eso, Gerard solo se puso a escribir como loco desde hace rato y le dijo a Frankie que tocaran.- bostezó somnoliento, se veía que disfrutaba conducir, pero estaba cansado.
-Por lo que he visto, sus canciones hablan de sus traumas.- Musitó riendo.
Se podía ver cómo Mike se estaba aproximando a nuestro destino, debido a que pude apreciar un bello bosque nublado enfrente de nosotros, el cual tenía un enorme espacio plano donde el chico de lentes trataba de estacionarse.
-Te escuché, estupido Mike.- Gritó Gerard acercándose a nosotros.
- Me da igual.- Rodó sus ojos sonriendo sarcástico.
-Hey Cat, ¿me ayudas en algo?.- Susurró tocando mi hombro.
-Claro, ¿que pasa?- Voltee a verlo, y el tomo mi brazo para dirigirme a el lado opuesto del vehiculo, nos sentamos en un típico asiento de autobús.
-No sé cómo va la canción, creo que no es lo suficientemente buena.- Sus palabras sonaban mientras jugaba con su labio usando sus dientes.
-¿Qué dices? Es fabulosa, la letra es muy bella.- Le sonreí tratando de animarlo.
-Pero si pudieras mejorarla, ¿que le pondrías?- Preguntó.
-Déjame ver...- Me detuve a pensar en un momento acerca de cómo
Sonaría la canción solo con Frank, Mikey y Gerard.
-¡Ya lo tengo!- Exclamé.
-Un baterista, ¡claro!- Dije en un tono algo más fuerte.
-¡Bien ahí Cathie!- Gritó Mikey.
-Cierto...- Sonrío.
-Hay alguien que tal vez puede ayudarnos, es un chico llamado
Bob que siempre va a la tienda de música donde pegué volantes y paso de vez en cuando, todo el tiempo lo veo comprando baquetas.-
-Ahí está, me debes una.- dije riendo.
Me sentía bien de ser útil.
-De todos modos escribiré otra cosa, no le veo potencial de canción ganadora a Skylines and Turnstiles.- Por mi mente solo pasaba que aunque no haya escuchado la canción, estaba segura de que triunfaría.
-Bueno...- suspiré y traté de jalar las mangas de mi camiseta, tenía frío y había neblina afuera, esta empañó los cristales. Al Gerard ver los realmente ridículas gestos que hacía, se quitó la chaqueta y me cubrió con ella cuidadosamente.
-Gracias.- Sonreí.
-No hay de qué.- Recargó su brazo en la
Mesa y apoyó su barbilla en esta.
-Hay buen clima para acampar.- Exclamó en tono sarcástico exhalando y formando una pequeña nube de aire helado.
-Lo sé...- Voltee a la ventana, era una escena hermosa, árboles, naturaleza, pinos, hojas, césped, parecía un lugar de cuentos de hadas. -Y yo realmente no traje ropa de frío.- Admití sintiéndome algo torpe.
Al ver el vidrio de enfrente empañado me dediqué a hacer un dibujo con mi dedo de un pequeño personaje que gracias a mi mejor amigo de la infancia, un chico adorable llamado Raymond, resultó ser una afelpada criatura rosa.
-¿Qué es eso?- preguntó Gerard. Era complicado explicar la fisionomía de este ser extraño. Me quedé callada un momento tratando de explicarle.
-Solo sé que se llama Lola.- Reí.
-¿Lo inventaste tu?- se le vio una mirada de interés muy grande.
-Algo así. Lo dibujé con un chico que iba conmigo en preescolar llamado Raymond, desde ahí lo he estado perfeccionando.- por un momento me sentí orgullosa de mi obra de arte.
-Que lindo.- Sonrió. -¿Así que dibujas?-
Preguntó encendiendo un cigarrillo.
-Sí, aunque son horribles.- Admití.
-¡seguro dibujas lindo!- dijo Mikey efusivo, al parecer ya había estacionado el vehículo aunque no nos hayamos dado cuenta. Estaba acercándose a nosotros y llevaba un adorable gorro de panda en vez de su viejo gorro negro.
-les traje esto.- nos arrojó un par de gorros con orejas de gato que combinaban.
-Se suponía que este sería para Lyn-z, pero le servirá más a Cath.- Se le vio pensativo unos segundos.
-Ah si, yo iré con Frank a montar las tiendas, si quieren vengan en un rato.- Mike salió del autobús y nos dejó a Gee y a mí solos.
Hubo un silencio largo en el que me dispuse a sacar mi cuaderno de dibujos y hice garabatos con un color rosa que saqué aleatoriamente de mi estuche.
-Se que suena raro, pero le había escrito una canción a Lindsey antes de separarnos.- extrañamente sentí un extraño escalofrío por mi cuerpo, nunca he sabido que significa que me pase eso, pero lo que era evidente era que muy dentro de mi había un sentimiento de celos.
Realmente no suelo sentirme así, principalmente porque casi nunca me siento atraída por nadie, la única que vez que fue serio, resultó gustarme un estupido chico de mi clase que resultó ser un patán.
-Ah ¿Si? qué bueno.- Respondí sin siquiera verlo a los ojos, sin darme cuenta soné algo furiosa. Antes solía juzgar a las chicas que actuaban de esta manera cuando están celosas, pero es natural e inevitable.
-¿Qué pasa Cat?- preguntó al verme de esta manera.
Inhalé un poco antes de responderle.
-Nada.- traté de sonreírle y aprovecharme de que Gerard no conocía como era mi manera de sonreír falsamente.
-¿Segura?- Me mantuvo la mirada fijamente, me sentí muy nerviosa.
-Si.- Me ruboricé.
-Esta bien...- Exhaló el humo de su cigarrillo.
(Narrador omnisciente)

Aunque Gerard no quería decir nada, sentía culpa y como siempre, se sentía como una basura por tratarla mal. A pesar de no saber el origen de su comportamiento, conocía que era su culpa.
Por otro lado, Catherine esperaba a que Gerard comentara acerca de la canción que le había escrito a la hermosa Lyn-z.
Ambos chicos sólo miraban simultáneamente a las paredes, hasta que Gerard rompió el incómodo vacío de habla.
—Creo que escribir canciones de amor no es lo mío.— se le notaba que solo había dicho eso únicamente para dejar a un lado la incomodidad del momento.
Cat tragó saliva antes de responderle, y tomó aire.
—No lo sé, no las he escuchado.— Ella trató de reaccionar lo más natural posible, aunque era evidente su celo hacia Lyn-z.
Podrían decir los demás que estaba exagerando, pero realmente tenía razones para estar celosa de ella.
El castaño sacó su celular y leyó una admirable letra de su bloc de notas.
Su suave voz daba un matiz perfecto ante tal poesía que estaba declamando.
—Hand in mine, into your icy blues, and then I'd say to you, we could take to the highway...— Way se dedicó a cantar una bella canción casi susurrandola que había escrito el en una de sus noches donde no había nada más en su habitación que él y un montón de botellas de Whisky.
Aunque tratara de disimularlo volteando a la ventana y observando al par de chicos que estaban armando la enorme tienda de campaña afuera, Brooks estaba atenta escuchando su dulce, pacífica, completamente tenue voz, le provocaba un revoloteo en el estomago escuchar de su boca salir las palabras tan románticas y deprimentes al mismo tiempo, su garganta tenía un nudo tan frágil como el cristal.

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⏰ Last updated: Oct 31, 2017 ⏰

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||Don't Try||-Gerard WayWhere stories live. Discover now