Anime- One Shots Lemon

Kirito y Asuna

Las ondas se extienden a lo largo del lago. Mis pies juguetean con el agua. Vuelvo a formar una pequeña ola que distorsiona el reflejo del sol. El atardecer se empieza a ocultar tras las colinas y los rayos naranjas anuncian su despedida. Kirito está a mi lado, siguiendo el dibujo que trazo con los dedos. Parece relajado, en cambio, yo estoy hecha un manojo de nervios.

Anoche, hicimos el amor por primera vez. Ninguno teníamos experiencia y ambos estábamos muy nerviosos. A pesar de todo, fue magnífico y muy cuidadoso. Pensé que me dolería mucho más, como los demás solían decir, pero apenas sentí un leve pellizco. Lo que ocurre ahora, es que me da mucha vergüenza estar a solas con él, pues me vienen a la cabeza todas las imágenes de la noche anterior.
Le observo, enamorada. Hoy ni siquiera nos hemos besado, he estado tan nerviosa que no me he atrevido a acercarme a él.

Vuelvo a mirar las colinas. El sol casi se ha puesto por completo. Pequeñas gotas caen sobre el agua, irrumpiendo la tranquilidad de su curso. Éstas caen cada vez más rápido. Ha comenzado a llover.

- Asuna.

- ¿Sí?

- ¿A qué esperas? Vamos, tenemos que refugiarnos- dice teniéndome una mano.

Asiento y comenzamos a correr. La lluvia cada vez es más fuerte y aún falta un poco para llegar a nuestra cabaña. El frío cubre nuestra ropa, invadiendo nuestra piel. Me sorprende la calidez de nuestro agarre.

Cuando llegamos estamos empapados, y agotados. Nuestras manos entrelazadas no se han separado en todo el camino. Kirito se da cuenta y me suelta sonrojado.

- Vo... Voy a preparar algo para entrar en calor.

- Vale... Yo... Yo iré ahora fuera a ver la lluvia caer.

- Ten cuidado, no vayas a resfriarte.

- Sí.

Deja la habitación y me llevo la mano al pecho intentando controlar los latidos desbocados de mi corazón. Decido darme una ducha antes de salir, así entraré en calor más rápido. Preparo todo lo necesario y dejo que el agua caliente caiga sobre mí.

Cuando creo estar lista, deslizo la mampara y salgo. De pronto, la puerta se abre sin previo aviso.

- Kirito-kun...

Agarro la toalla y me cubro todo lo posible. De todas maneras, ya me ha visto. ¿Por qué me da tanta vergüenza si anoche estaba tan entregada a él?

- ¿Kirito-kun...?

Se queda inmóvil, recorriéndome con su mirada. Mi vista se desvía a su cintura, a la única toalla que lleva puesta, y me fijo en un punto fijo, donde la tela se va estirando cada vez más debido a un pequeño bulto que se está asomando.

Un extraño calor empieza a invadirme, y no es precisamente por la ducha.

Kirito

Analizo el cuerpo de Asuna, cubierto tan sólo por una molesta toalla. Apreta sus muslos y un rubor se extiende por sus mejillas cuando se fija en la erección que, sin poder evitar, ha comenzado a formarse por sí sola. ¿Sentirá el mismo fuego ardiente que he sentido yo al verla desnuda de nuevo frente a mí?

Me mira, esperando una reacción por mi parte. Doy varios pasos, hasta acercarme lo suficiente, y poder extender mi mano derecha hacia ella. La yema de mi dedo roza suavemente la gentil curva de su hombro. Su cuerpo se estremece. Sigo mi recorrido por la clavícula y vuelvo a subir hasta llegar a la nuca. Cierra los ojos y suspira, frunciendo el ceño.

Bajo por sus brazos hasta llegar a sus manos, que agarran con fuerza la toalla, y le hago soltarla. Sus brazos quedan a ambos lados de su cuerpo y retomo el camino subiendo por ellos de nuevo. Un gemido se escapa de sus labios. Luego los apreta, intentando impedir que vuelva a suceder.
Contemplo su anatomía, totalmente expuesta. Me acerco a los suaves valles que constituyen la cima de sus pechos. Sin apenas tocarla con mi dedo, comienzo a subir en forma de espiral una de sus montañas. A medida que me hacerlo al pico de ésta, su pezón se va endureciendo. Desciendo y llevo mi índice a darle la misma atención al otro. Una vez erizados sus pezones, bajo por su costado hasta llegar a su vientre. Mi otra mano se une al mismo juego y deja varias caricias por su estómago.