¿Dónde mueren las promesas?

81. Secretos en mi memoria.

NARRA EMA

Guido se apareció ante mis ojos como un fantasma, dejándome perpleja y en mi poca ropa, peor.

El se reía mientras me recorría con su mirada, como si le perteneciera. Eso me puso un poco idiota...

- ¿Que haces mirándome?

- ¿Que haces vos en mi habitación?

Mi maleta estaba ahí; junto a otra en color negro muy parecida a la de David, pero sospecho que no era la de el en si...

- Paula me dijo que era la mía, y de David - Le dije con la mano en la cintura y una ceja arriba

- A mi me dijo lo mismo, pero con Eugenia...

Yo lo mire con los ojos entrecerrados y el levantó las manos...

Me puse el mejor pijama de esta tierra: tenia ositos y era muy suave.

- ¿Todavía tenes esa cosa? - Dijo riéndose de mi como si fuera una nena...

- Si, ¿por?... al menos yo tengo pijama...

El se rió y luego se acostó, con sabanas, frazadas y todo...

Yo me quede perpleja y sus ojos lo notaron, ya que a continuación sus cejas se levantaron.

- ¿Que?

- ¿No me vas a ceder la cama? - Pregunté tratando de no reír...

- Pero si hay suficiente espacio para ambos acá, ¿porque debería dormir en otro lugar? - Exclamó 

Luego todo consistió en una pelea de quien dormía en que lado...

- Mi lado es el derecho, siempre - Dije

- Lo se - Me explicó el

- ¿Entonces?

- Sacame - Exclamó cruzándose de brazos y con una sonrisita en su rostro. A veces llegaba a odiarlo.

Así que simplemente, tome el lado izquierdo y me recosté sobre las frazadas, el se sorprendió y me miro mientras yo me ponía de costado.

No sabia si debía seguir ahí, o irme. Recordemos que en el patio estaba David, mi actual "novio"...
Pero en el fondo, todos sabíamos que mis sentimientos por Guido no habían cambiado.

Así que le di la espalda y luego sentí un brazo al rededor de mi cintura.

No podía evitar mi respiración rápida y descontrolada.

- ¿Que te pasa? - Pregunto el con un tono inquisidor

- Nada, no me dejas respirar... por el peso de tu brazo.

- Bueeeena, ni que tuviera el brazo de hulk, y no tenes los pulmones en la cintura, ¿o si? - Dijo haciéndome reír.

Me di vuelta para mirarlo y fue el peor error que pude cometer. Guido mantenía su cara demoníaca, pero aun tenia su lado angelical.
Es como lucifer, ángel y diablo a la vez.

- Guido, ambos sabemos que esto está mal... No es una joda, y tengo mucho sueño, preferiría que durmieras en la otra habitación...

- Esta... bien.

Guido se levantó y me dejó la habitación para mi sola. David es un chico raro, no sabía lo que quería, pero es muy dulce y buen compañero. Así que voy a tratar de no ser una mierda, y olvidarme de mis sentimientos por aquel Rubio que me conquistó el corazón desde siempre...

---------------------------------------

Hola bebitas.
Se que llego re tarde, si les cuento lo que fue este año, se me caen de cara al piso.
En fin, aprecio que estén por ahí aún, y que está historia llena de errores y giros sin sentido le haha dado vida a personajes que sólo existían en una hipotética idea. Lxs quiero! Gracias, de verdad!