Capitulo 35

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Sus ojos le pesaban,

Le pesaban bastante.

Las explosiones y gritos habían cesado, habían desaparecido. Solo escuchaba pequeños pitidos, ese...ese era un monitor cardiaco. Pudo distinguir una voz, era aguda y un poco gruesa. Parecida... parecida a la de Louis.

Ese era Louis

Ahí estaba Louis,

No podía distinguir su tono, hablaba bajo, muy bajo. Rachel tenía la impresión hasta que susurraba. Los sonido de la maquina estaban constantes, sus ojos realmente le pesaban, pero quería abrirlos, quería ver a Louis.

Necesitaba ver a Louis.

Con mucho esfuerzo abrió trato de abrirlo, cuando lo hiso. Los cerró rápidamente. La luz que irradiaba del fosforescente le dolió. Quiso llamar a alguien, abrió su boca. La sintió seca.

-Umnn – solo pudo quejarse.

-Rachel- escucho como Louis, se acercaba rápidamente. Sintió como este tomaba algo de cristal y vertía un líquido en él. Sintió al instante como el agua recorrían sus labios y su garganta. La sensación era muy refrescante.

-Louis – sintió como las luces se apagaba.

-Rachel, ¿estás bien? ¿Te duele algo? – Louis hablo rápido - ¡Enfermera! ¡Enfermera! – Louis gritó, sintió cómo sus ojos se cerraban nuevamente, la máquina – que suponía estaba al lado suyo – empezó a sonar rápidamente. Lo único que pudo ver fue un destello del rostro de Louis, lloroso, nervioso, con sus orbes azules rojo, cansado, con ojeras y sin esperanzas.

. . .

-Dios, ¿Qué paso? – Esta vez pudo abrir sus ojos, las luces eran tenues y con poca iluminación. Cuando hablo nadie le respondió, pesadamente trato de levantarse y lo hiso, pero con un dolor físico que reventaba sus articulaciones. Ya levantada pudo ver bien su cuerpo, entre su piel y el exterior se interponía una intravenosa. Al tocar su vena, pudo sentir la aguja en su brazo, siendo fuerte, quito rápidamente la aguja para no que no le dorio. Solo sintió un hincón. Miro su habitación, en la esquina, una silla rebelaba algo inquietante. Su ropa, estaba llena de sangre, el polo blanco que recuerda estar usando antes de despertar en el hospital, estaba con unas manchas grandes que solo le transmitían horror. Pero, no... eso no lo más preocupante. Lo más horrible fue ver la ropa ensangrentada hasta de decir basta.

La ropa era de Louis

Louis estaba herido

Louis estaba mal.

Sin importarlo lo más mínimo de su estado, salió corriendo hacia la blanca puerta que se encontraba a pocos metros.

-¡Amor, despertaste! – Antes de que Rachel pueda llegar a la salida, Louis había entrado a la habitación. - ¿Qué te pasa? ¿Porque te has quitado la intravenosa?

Rachel solo lo miro unos instantes y lo abrazo, tratando de calmar sus nervios. Sintió como Louis la abrazo y deposito un beso en sus cabellos. Sentía su respiración cada vez acelerarse.

-Pensé que te perdería – Louis confesó.

-Mala hierba, nunca muere – sonrió - ¿Qué me paso? ¿Por qué estoy aquí? – Rachel preguntó cuándo ya había sido devuelta a su cama.

-... El viernes – Louis no la miraba – cuando saliste con Becca fuera del palacio hubo... hubo atentado en el lugar donde estabas. Becca se encontraba a unos metros lejos tuyo, después de la primera explosión ella fue encontrada y rescatada. Mientras tú... tú cuerpo no era hallado, hubieron tres explosiones más... – la respiración de Louis empezó a temblar – yo... cuando la tercera y última bomba estalló.... Llevo consigo todo. El centro comercial completo exploto, las tiendas aledañas, los coches empezaron a reventar cada uno debido a la gasolina que contenían. Tú aun no eras hallada. Cuando la explosión terminó, las esperanzas de tu vida fueron nulas – Louis derramo su primera lagrima.

shh... soy tu dueño |L.T|Where stories live. Discover now