Sugar Daddy.

"¿Qué sienten las personas que no sienten?"

Las dos opciones quedaron como recuerdo que no se podría cambiar.
Evan dejaría en claro que él no vive de que dirán.
La opinión de terceros en su vida no las toma, y aunque es cierto que lleva pocos días con Abel no se ve rechazando lo que ha empezado allenarlo emocionalmente por un degenerado que subió tal vídeo para difamarlo de forma directa.

~Narra Evan.

Me gustaba la forma en la que él se viste, por lógica ello podría ser algo en lo que podría trabajar pues no he conocido pese a que él es el primero con el que salgo de manera directa en tomarse su tiempo por la ropa.
-Que haces?
Preguntó al estar en ropa interior por la casa con el frío que hace.
-Dejando la comida que llevaré al hospital preparada.
-Pense que había un bar?
-Lo hay pero esa comida es mala, prefiero preparar y no me complico.
-Podriamos turnar, puedo hacer algo rico para ti.
-Gracias.
-De nada.
Entonces daría la pauta para darle la oportunidad que Tom me ha dicho no tuvo con aquél tipo.
-Me gusta como te vistes.
-No tengo ropa puesta.
-ES refiero a como te vistes.
-Ya, gracias.
-Y si trabajas en eso, el dinero no le prestes atención que te ayudaré.
-Pero cómo?
-Ya veremos, me gustaría que seas independiente. Eres feliz con eso y quisiera verte así.
Él se acercó y se detuvo a observar sin decir más nada.
Sin una emoción más que la de detenerse en mirar mis labios.
Entonces al notar sus faltas de expresiones me pregunté: -¿Qué sienten las personas que no sienten?
Lo besé para romper la tensión.
Abel era de extremos, sus emociones lo elevan o lo contrario a ello.
Éramos pocos sutiles al tenerlo elevado y sus piernas que se enredan en mis caderas.
Debía de ser de las personas que más ha cambiado al enamorarme en tan poco tiempo...