Música

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Acto 2

Escena 3

"Música"

Sonia. Gracias por contarme esto.
Abuelo. Gracias a ti, por escuchar. Algunos huyen como lo he hecho yo todos estos años. Todos tenemos maneras distintas de actuar ante nuestros problemas.
Sonia. Como lo que hago yo, dibujo y escucho música.
Abuelo. ¡Por fin! Algo que tenemos en común, la música... ah... A ver, muéstrame un poco de lo que escuchas.
Sonia. ¡Claro! (le pasa unos audífonos, al ponérselos suena una canción de Heavy Metal, seguido el Anciano arroja los audífonos).
Abuelo. No escuchaba un ruido tan espantoso desde Hiroshima.
Sonia. ¡¿qué?! (Inocencio ríe)
Abuelo. La música es como cualquier otro ser vivo, tiene un cuerpo, una forma ¡un alma! pero ¡bah! Eso no existe ya, la única melodía honesta que queda es el cantar de los pájaros que cantan con el primer rayo de sol, así anunciando la vida, preocúpate cuando un ave deje de cantar, cuando ese día llegue la vida ya se te habrá escapado de las manos.
Sonia. ¿y cómo sabré cuando una canción es honesta?
Abuelo. (mientras prepara una radio antigua) Cuando cada nota y palabra de la canción te llena de vida, una simple melodía puede darle sentido y rumbo a tu día.

El gis de un vinilo aturde a Sonia.
Sonia. ¿qué es ese ruido?

Abuelo. Se le llama gis, es como el redoble de tambor antes de una función de circo. (seguido una antigua melodía comienza)

Sonia escucha con atención y empieza a pasear su cuerpo siguiendo los tiempos de la canción, después le hace una señal al abuelo abriéndole la pista de baile. Le da el bastón a Sonia, su cuerpo se llena de energía y como si la edad no fuera impedimento hace pasos de bailes casi impecables; la casa se llenó de luz, toma la mano de Nubecita y empiezan a bailar de manera improvisada.

La canción avanza y al llegar al tope Sonia comienza a toser mientras anciano se siente mal, toca su pecho y baja al suelo lentamente; dejando caer algunas pertenencias suyas: cartera, cajetilla, reloj.

Sonia. (Tosiendo) ¿¡Estás bien, abuelo!?

Sonia y el Anciano se quedan congelados.
Las luces se vuelven tenues de tal manera que todos se ven ahora a contra luz.

Al fondo del escenario se ve la silueta de tres doctores con listados, el líder del grupo se da media vuelta mientras por atrás cruza La mujer delgada.

Doctor. En este punto ya hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos, sin embargo, el cáncer no respondió positivamente al tratamiento.

Salen los doctores, vuelve a la escena con anciano y Sonia.

Abuelo. Estaré bien, ha sido un día largo es hora de ir a dormir.

Sonia. ¿Seguro?

Abuelo. Sí, no te preocupes, pero no creas que porque estoy viejo y cansado te vas a salvar, aun me debes tu historia.

Inocencio sale de escena; alguien toca a lapuerta.

Oscuro.

Siete Minutos (Obra de teatro)Where stories live. Discover now