Lentamente abrí los ojos y contemple sus parpados entornados. Lleve mi mano hasta su mejilla y el movió sus labios más lentamente. Era como estar en el paraíso.
―Debes escucharme y entonces podrás tomar la decisión que quieras ―Libero mis labios y mi mano ―Si decides irte y olvidarte de mí, quizás debas saber que ignorare eso ya que no estoy dispuesto a dejarte ir.
Julian retrocedió unos centímetros pero yo volví a acortar la distancia abrazándolo por la cintura y recargando mi cabeza sobre su pecho.
―Por más incoherente que parezca, no tengo intención en volver a separarme de ti ―Lo abracé aun más fuerte ―Aun si resultara que tu y Amelia...
―Shhh ―Tomo mi mentón y me hizo mirarlo a los ojos ―Es ahí donde empezaremos. Toma asiento, por favor.
Pero yo no quería separarme de él. Así que ignore su orden y seguí abrazándolo. Se sentía tan bien estar cerca de Julian, escuchar el latir de su corazón que era lento, como una canción de cuna.
―¿No me soltaras? ―Susurro a mi oído. Yo negué con la cabeza ―Bien, entonces sigue mis pasos.
Y así lo hice. Hasta sentir que Julian se sentaba en el sillón y yo en su regazo. Aun recargada contra su pecho. Pasaron unos instantes antes de que alguno de los dos dijera palabra alguna. Yo solo sentía como mi cuerpo se movía de arriba abajo por la respiración tranquila de Julian, después comencé a sentir como el acariciaba lentamente mi brazo mientras ponía su mano bajo mi mentón. Levante la cara y me encontré con sus labios. Me acerque lentamente hasta depositar un tierno beso en ellos. ¿Era este el momento para decirle mis sospechas sobre el embarazo? Tal vez no, a lo mejor lo más conveniente sería empezar por donde él había dicho, por Amelia. Aclare mi garganta y me incorporé, sentándome a un lado de él.
―Realmente quiero saber toda la verdad ―Inmediatamente sentí como un nudo se formaba en mi estomago.
―Y será lo único que obtendrás. La verdad ―Julian asintió ―Noah no te mintió en nada, todo lo que te dijo es cierto más sin embargo todo tiene una explicación.
Aquella mañana vino a mi memoria, la manera en que Noah mi hermano se había expresado de Julian; las fotos que me había mostrado era como si nuevamente estuviera ocurriendo en este momento.
―Quiero conocer esas explicaciones ―Me apresuré a decir.
―Amelia y yo si fuimos novios, nuestra relación duró varios meses, sin embargo fue desastrosa ―Julian fijo su vista en la nada ―Solo era una relación por conveniencia. Yo necesitaba a alguien con quien distraerme y ella a alguien que fingiera ser su novio para librarse de su ex ―Se encogió de hombros ―Supuse que era un buen trato ya que ambos saldríamos ganando.
―Pero en todo ese tiempo ¿jamás llegaste a sentir algo por ella? ―Sabía que no debía hacer esa pregunta, pero mi interior moría por conocer la respuesta.
―Si. Pero solo cariño. Nada más ―Julian parecía demasiado concentrado ―En cambio ella, se encapricho conmigo. Por favor como si yo fuera la gran cosa ―Rió con amargura ―Solo tengo dinero y eso es lo que a ella menos le falta.
―Tienes muchas cosas más que cualquier mujer busca en un hombre. Sin embargo te doy la razón. Amelia no es la clase de persona que se fija en los sentimientos.
Julian me miró y dibujo una media sonrisa.
―Exactamente. Además al parecer Amelia no conoce la palabra límite. Como ya sabes hace algunas semanas me ofreció un contrato. Unas jugosas acciones de la empresa Warner ―Levanto ambas cejas y dejo caer su cabeza sobre el respaldo del sillón ―Solo a ella se le pudo ocurrir que yo las aceptaría a cambio de separarme de ti.
