Frente

236 30 24
                                    

Yuu quiso tirar todo, gritar y también ir y golpear a aquel mal teñido. Seguramente aquel le había metido en la cabeza a su mejor amigo que le dejara de hablar e inclusive lo borrara de cualquier medio de comunicación.

Había pasado una semana y todo seguía igual. Y Yuu parecía no existir para Shima.

Quería partirle la cara. Molerlo a golpes y solo después de eso hablarle a su amigo de nuevo, quizá así entendería que le importaba su amistad. Medio matando a su otro amigo.

–Infeliz –murmuro desde su asiento bajo aquel gran sauce mientras miraba como su mejor amigo platicaba animadamente con aquel chico bajito que preguntó por él–. Pero en cuanto lo vea sabrá que con Shiroyama nadie se…

Iba a seguir hablando de no ser por una conversación al aire que llegó a sus oídos, hablando de alguien que conocía y a quien quería golpear.

–Dicen que él impartirá hoy el taller de fútbol, creo que iré a ver –una de las voces estaba entusiasmada.

–Ah, pues yo iré también a ver si realmente es "tan bueno" como dicen –la otra voz era más bien escéptica.

–Fanfarronería o no, ese tal Reita ya esta en las canchas –se les unió una tercera voz y el cuerpo de Yuu se levanto como resorte.

El destino quería que se embarrara la cara de aquel mal teñido en sus puños, dejo la mitad del pan que comía a pies del sauce y corrió a donde las canchas de fútbol.

Choco con varios chicos y también con chicas, en otro momento se hubiese disculpado con estas y porque no, también les hubiera coqueteado… pero ahora quería respuestas.

Derrapó hasta llegar a la cancha y entonces vio a su enemigo mal teñido jugar con un balón. Lanzo un grito de guerra mientras alzaba su puño hacia aquel rubio.

Grito de guerra que se vio interrumpido cuando Yuu fue agarrado por el cuello del uniforme por unas manos muy fuertes.

–Shiroyama, ¿Qué te trae a nuestro espacio deportivo? –Yuu no necesito voltear para saber quien le llamaba. Lo reconocía.

Lo había detenido varias veces en los dos años que llevaba estudiando ahí. Le había amenazado ese año para que no conquistara a las niñas de nuevo ingreso. Le había dado muchos dolores de cabeza, mismos que se iban a terminar pues aquel que tanto le fastidiaba estaba por graduarse.

Y por si fuera poco, de los mejores promedios de la escuela. El líder de los jefes de grupo.

–Pensé que me dejarias aquí plantado –la voz de Reita se dirigió a quien lo sostenía –Yuu, ¿Viniste a recibirme? Y dime, ¿Dónde esta Shima? Pensé que estaba contigo.

Solo Yuu percibió aquel tono de burla en la voz del rubio la mano que lo sostenía le soltó. Y en seguida se coloco a lado de Reita. Ahora Yuu tenia a dos personas que lo tenían mal.

–Yo pensé que te quería golpear… tenia que arreglar algunos asuntos antes de que comenzáramos el taller –una sonrisa acompañada de un hoyuelo apareció en el rostro del tercer chico.

Yuu fruncio el ceño. Aquella sonrisa que volvía loca a más de una chica.

–Perfecto, pero dime Yuu… ¿Dónde esta Shima? –Reita se inclino hacia el moreno.

–¿Dime tu mentiroso de mie… –la mano del chico de la sonrisa se estampó en el rostro del moreno. Mismo que arrebato esta con coraje–  ¡Maldicion Yutaka! ¡Dejame en paz por una jodida vez!

El chico alto de pelo castaño miro mal al moreno. Podía sonreír como un ángel pero si se lo proponía podía ser tan hostil.

–No puedes insultar a alguien ajeno a la institución más a un si es un mayor a ti –Yuu rodó sus ojos por el discurso del castaño.

–Con razón son amigos, son igual de fastidiosos los dos –el moreno se cruzó de brazos mirando a los otros dos.

–Yo solo te pregunte por Shima, no era para que te pusieras así –Reita también se cruzo de brazos pero manteniendo el tono burlón en su voz.  

–¿¡Pero qué dices!? Tu le dijiste que no me hablará, que me ignorara… ¡Te odio! ¡Me arrebatase a mi mejor amigo! –un nudo de llanto se formo en la garganta de Yuu y sus ojos se aguaron–. Eres un egoísta Akira Suzuki, si tanto me odias lo hubieses dicho, ese acto fue tan ruin que…

–No entiendo nada de lo que dices –Reita miro al moreno, mientras a ambos los miraba el chico de la sonrisa, Yutaka–. Hasta donde he sabido usted señor mil novias siempre lo dejaba de segundo plano, yo creo que tú eres el egoísta. El que ustedes se hayan peleado. Y que él decidiera dejar de hablarte no es mi maldito problema.

–Yo no me pelee con él –Yuu trató de regular su respiración de coraje. Sentía que Reita le mentía y tal vez lo hacia.

–Pues YO NO tuve nada que ver –Reita se cruzó de nuevo de brazos y suspiro –lo que Shima necesita es un buen amigo…

–¡Yo era su mejor y buen amigo! –Yuu señaló su propio pecho y antes de decir algo más Yutaka les interrumpió.

–Ambos dicen que no tienen nada que ver, y a cierto punto estoy intrigado… ¿Saben si alguien más podría saber que pasa?

Yuu y Reita se miraron entre si un momento rebuscando en sus propias mentes algún indicio de un tercero.

Primero llegó a la mente de Yuu; como un pequeño chispazo y luego como el causante de todo.

Tardó más en llegar a la cabeza de Reita. Surgiendo insignificante como desde el primer momento.

En cambio Yutaka solo sintió un halo de oportunidad invadir su cuerpo. Un halo de acercarse de quien se había enamorado.

***

Takanori salio rebozante de alegría de la clase de gimnasia. Y no era porque amara esa clase, ¿Quién iba a amar una clase donde le gritaban y lo hacían correr derramando litros de sudor?

No. Takanori estaba feliz porque después de una semana realizando uno de sus grandes y más deseados sueños.

Su platónico, Shima, le había pedido volver juntos a casa.

Gimnasia era su ultima clase y ahí estaría Shima esperándolo solo a él en la entrada del instituto.

Colocó su mochila en su espalda y con pasos temblorosos se dirigió a las canchas de fútbol, eran su atajo rápido a la puerta.

Tuvo nauseas y ganas de salir corriendo. Inevitablemente frente a él estaban el chico rubio mal teñido que había ido en ocasiones por Shima.

Estaba aquel chico que le defendió de su propio jefe de grupo cuando lo llamó inepto por destruir un decorado que era para el festival.

Y también, el pelinegro con cara de pocos amigos. El mejor amigo de Shima.

Quiso huir.

Shima debía estarlo esperando y él quería ganar todo el terreno posible.

–Hey, Takanori –Yutaka lo llamo y Takanori retrocedió un par de pasos para enseguida salir corriendo.

_____#

Mejores amigos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora