Capítulo 1

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1983

-¡Preciosa, tu novio va a ser parte de la banda de rock más grande de todos los tiempos!- comentó Richie a todo volumen mientras entraba por la puerta trasera a la casa de su novia.

Ella dejó el desayuno a medias y corrió a sus brazos. Él la recibió e inclinó un poco la cabeza para rozar sus labios, pero la muchacha retrocedió al instante.

-Mi amor, apestas a alcohol y humo de cigarrillos, ¿de dónde vienes?

-¿Recuerdas esa canción que pasaban en la radio y tanto te gustaba? De forma imprevista terminé haciendo una audición para el cantante y... ¡pum! Estoy en la banda. Tenía que conectar con los muchachos, así que me quedé charlando y bebiendo un poco con ellos.

La felicidad de Richie era contagiosa, mas su novia llevaba con él desde la secundaria y sabía lo que esto representaba, no era por la fama, sino el poder vivir de lo que uno realmente ama. Ya sin importarle nada, besó a su novio en los labios. El moreno no tardó en estrecharla contra su cuerpo a la vez que profundizaba el beso, volviéndolo un poco más pasional.

-Cásate conmigo, Arianna-Susurró él con su frente pegada a la de ella, muy cerca de sus labios y con los ojos aún cerrados. Ari rozó su boca con la de Richie, quien notó que había una sonrisa en ellos.

-Sí, mil veces sí.

El guitarrista la abrazó y la levantó unos centímetros del suelo. Comenzó a dar vueltas con ella entre sus brazos mientras reía de forma plena.

-Es el momento más feliz de mi vida. Juro que te haré la mujer más dichosa sobre la faz de la tierra.

1984

Bon Jovi estaba trabajando sin descanso. El primer disco apenas había salido a la venta cuando ya se encontraban trabajando en el segundo. A eso se le sumaban los ensayos, las presentaciones, algunas pequeñas giras...

Arianna había decidido mudarse a Nueva York con Richard, además podrían probar la convivencia antes de convertirse oficialmente en marido y mujer. Ella había conseguido trabajo en una pequeña librería cerca del departamento que tenían. A pesar del poco tiempo que disponían para estar juntos, ella apoyaba incondicionalmente a su novio. Eran momentos claves para la banda y entendía que era el período donde más duro debían trabajar.

Sin embargo, Richie no se sentía del mismo modo. No dudaba del amor que sentía por su prometida, pero... ¿estaba listo para atarse a una persona de por vida? Apenas tenía 24 años, era muy joven para tomar una decisión tan grande. Había descubierto un nuevo mundo, le gustaban las fiestas y salir hasta tarde, además conocía gente diferente todos los días y algunas de esas personas eran chicas muy hermosas. Ari no combinaba con la vida que él prefería ahora. Ella quería un trabajo con horarios marcados, una casa, hijos ¡Dios! Definitivamente él no pensaba en nada de eso.

El ensayo había terminado, y volvió a casa para la hora de la cena. Se sintió terriblemente culpable cuando ella lo recibió con tanto amor. Comió prácticamente en silencio y ella no lo presionó, le dio su espacio. Había renunciado a mucho por él, mas nunca le reclamaba nada, y en algún punto eso era peor.

Richie se fue a la cama primero. Ella lo siguió cuando terminó de acomodar todo.

-Creí que ya estabas dormido- Comentó sorprendida mientras se metía en la cama vestida únicamente con su ropa interior y una vieja playera de él que le llegaba hasta el muslo.

El moreno no podía quitarse esa imagen de la cabeza. La había visto así millones de veces, pero hoy era diferente, verla así lo hizo sentir en casa, en el lugar correcto. Ella era su hogar y así sería siempre.

-Te he extrañado tanto- le decía mientras se colocaba sobre ella para luego dejar un corto beso en sus labios.

-¡Gracias al cielo regresaste! Ya me tenías asustada. Yo también te extrañé mucho, mi amor.

Ari lo besó esta vez, pero las manos de Richard eran más impacientes y ya se movían sobre el abdomen de ella bajo la ropa. La prenda no tardó mucho en caer al suelo, junto con todo lo demás que llevaban puesto. Esa noche hicieron el amor completamente entregados el uno con el otro.

Diez días después, Richie "se mudó" por 6 semanas con los cuatro miembros restantes de la banda. Tenían una fecha límite para terminar el segundo álbum. Ya habían acordado que la boda se celebraría dos meses después de la presentación de 7800° Fahrenheit. Y las dudas volvieron a aparecer.

1985

A siete días del gran evento, el salón estaba reservado, también la música y la iglesia. Lo único que faltaba era confirmar la comida.

Ari había vuelto a New Jersey, donde se celebraría la boda. Esa tarde tendría su primera prueba de vestido, el cual ya estaba casi terminado, solo debía probárselo para ajustar algún que otro detalle. También volvería a encontrarse con su prometido después de varias semanas sin verlo a causa de las giras.

Los días fueron pasando y Arianna empezó a preocuparse por la actitud de su futuro esposo, aunque acalló la voz de su cabeza alegando que seguramente se debía al cansancio y los nervios. Ella también lo estaba después de todo.

En su última noche como soltera, sus padres decidieron dejarle la casa para ella sola, para que pudiera descansar bien, aunque le aseguraron que llegarían temprano para alistarse. Por eso se sorprendió cuando en plena noche llamaron a su puerta.

-¡Ay, Richie! Eres tú ¿Qué haces aquí a esta hora? Me diste un susto de muerte. Se supone que no debemos vernos la noche previa a la boda, es una tradición.

El músico no levantaba la mirada del suelo, su mandíbula estaba tensa y sus puños apretados. Parecía un niño a punto de echarse a llorar.

-¿Estás bien?- Ella se acercó a él y puso una mano en su hombro para darle apoyo, pero podía oírse la preocupación en su voz.

-Yo... lo siento- Reunió todo el valor que pudo y la miró a los ojos -No puedo hacerlo, no puedo casarme.

-¿Qué? Richie, esto es una pésima broma -Sus ojos se llenaron de lágrimas, porque aunque no podía creer lo que estaba escuchando, conocía demasiado bien a ese hombre como para saber cuando estaba mintiendo.

-Te amo pero no estoy listo para un matrimonio. Es solo que... no puedo seguir con esto.

-¿Me estás dejando una noche antes de la boda?

-¡No! No... Solo necesito irme, regresar a Nueva York y seguir mi vida como hasta ahora. Hay un mundo que quiero descubrir y...

-¿Un mundo del que no formo parte? -ella le interrumpió-

-Podemos seguir haciéndolo como hasta hace unos meses.

-No, Richard. Yo no puedo. Puedo soportar los ensayos, que salgas de vez en cuando con tus amigos, los meses de gira. Pero no puedo tolerar que vivas tu vida mientras yo estoy sola en casa esperando a que decidas regresar. Porque eso es lo que quieres de mí, alguien que espere por ti cuando la fiesta se acabe y te aburras de la noche.

-Me voy a Nueva York en dos horas. Estaré esperándote.

Richie abrió la puerta y se dispuso a salir. Ella lo miró desafiante y llena de dolor mientras las lágrimas bañaban su rostro.

-Si sales por esa puerta, te aseguro que nunca volverás a verme.

La oyó, pero no podía hacerlo. Si se quedaba, a la larga solo sufrirían más por haber hecho algo de lo que no estaba seguro, él no sería feliz y la haría miserable a ella porque la culparía. Salió despacio y cerró la puerta dejándola atrás, con la esperanza de que ella fuera a su encuentro en unos días.


N. del A. Quiero agradecerle especialmente a @SrtaSambora por todo el apoyo que me está brindando en esta nueva etapa de mi vida. Me sigo esforzando por mejorar. Personas como ella hacen que valga la pena el trabajo.

Every road leads home to you (Richie Sambora)Where stories live. Discover now