Inmaculada frente que el amor hizo arder con un beso. Y perpetuo en mi alma la inconfundible forma de su existir. Que me arrullo sin sombras de sus pesares con beatitud. Y me canjeo sus dones por mis lamentos en su sufrir. Hoy no te olvides de mí.
Tú me enseñaste prosas divinas con tu cantar. Y convertiste piedras en panes vivos para comer. Como la musa de mis ensueños que me inspiro, vives eterna en mis pensamientos y el corazón. Hoy no te alejes de mí.
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Poemario
PoetryCada quien su musa Cada quien su don Lo importante en la vida Es vivir con pasión