🌼Mon salut🌼•YoonTae•

🌻V🌻

Taehyung se encontraba aliviado de haberse librado de los ridículos regaños de su hermana y las tontas amenazas que esta hacía a las personas que se atrevían a hacerle daño a su "dulce, tierno y pequeño hermanito" por fin era viernes y el chico no podía sentirse más feliz, pues tendría dos largos días para alejarse de Yoongi.

–Hablando de Yoongi...

Susurró Taehyung viendo como este caminaba en su dirección, estaba preparado para recibir el golpe del día pero grande fue sorpresa al ver que el pálido chico no hizo más que pasar a su lado, ni una mirada, ni un toque, nada. No quiso darle más vueltas al asunto y se limito a disfrutar de su aparente suerte aquel día, se dirigió a su casillero para tomar los libros de su siguiente clase, pero nunca espero ver como de este escurría un sospechoso líquido azul, escuchó una estruendosa risa detrás de el y no espero en dar vuelta para encontrarse con un Yoongi sonriente a lo lejos mirandolo fijamente junto a su grupito de amigos burlándose de él libremente.

–Ya decía yo que esto era demasiado bueno para ser verdad...

Suspiró y abrió su casillero, el desastre que había dentro era inigualable, no solo había pintura dentro sino todo tipo de basura y asquerosidades, todo era un desastre ¿cómo podría estudiar así? pensó mirando sus libros. 

🌺🌺🌺

Yoongi no le estaba dejando nada fácil el día a Taehyung, no le bastó con destruir sus cosas, romper su mochila y tirar su almuerzo, pues ahora el chico se encontraba frente al espejo del baño tratando de lavar el jugo que habían vaciado sobre él. Se preguntó donde se encontraba Jin para poder protegerlo pero la imagen de este saliendo de la habitación de su hermana mayor hizo darse cuenta de su paradero. 

De lo único de lo que se sentía feliz Taehyung era de que Yoongi no había recurrido a los golpes y eso de cierta forma le causaba un gran alivio, lagrimas de impotencia y dolor escaparon de sus ojos pero no duró mucho, escuchó la puerta del baño abrirse y como Yoongi entraba por ella, el pequeño chico estaba seguro que las intenciones de la ahora persona intrusa no eran las mejores, no se atrevía a mirar pero podía sentir como este se acercaba peligrosamente a él y lo tomaba bruscamente del hombro provocando que lo mirara fijamente, ya imaginaba su noche curando las heridas para que su hermana no se diera cuenta, cerró los ojos asustado no queriendo ver como el puño de Yoongi impactaba su cara.

Pero el golpe nunca llegó.

Taehyung abrió uno de sus ojos encogiéndose en su lugar, el chico frente a el mantenía su puño suspendido en el aire mirándolo directamente. 

El menor se enderezó en su lugar y le mantuvo la vista extrañado del comportamiento del pálido chico, Yoongi sin más lo soltó y salió dejando a un sorprendido Taehyung, solo y con casi imperceptibles lagrimas en su rostro. 

Risas se escucharon ahora haciendo reaccionar al chico que aún se encontraba en el baño, salió corriendo bajo la mirada extrañada de aquellas personas dirigiéndose a su casillero nuevamente, introdujo el código y abrió la pequeña puerta de este, la pintura estaba seca y la basura que había dentro ya no se encontraba, en su lugar dos grandes orquídeas blancas se encontraban junto a una nueva nota.

"Espero no las tires nuevamente, yo mismo me encargué de cortar las flores más bonitas para ti"

Taehyung fruncía el ceño extrañado, aún no asimilaba que hubiera alguien que pudiera sentir algo por él en aquel retorcido y poco comprensivo pueblo, tomó el par de flores y las resguardo en los restos de mochila que aún conservaba, leyendo nuevamente la nota que minutos antes había encontrado, pero la persona abriendo el casillero continuo lo distrajo y no pudo evitar observarlo.

–¿Yoongi?

¿Qué hacía él ahí? ¿y que hacía colocando sus cosas dentro? ¿dónde se encontraba el chico agradable que antes lo poseía? pues si bien su compañero no cruzaba palabra con él se aseguraba de darle los buenos días y sonreírle de vez en cuando, Taehyung era más que feliz con aquel limitado trato del mayor pelirrojo, recibir esas dos pequeñas palabras cada mañana mejoraban sus días, pero aquel sonriente chico ya no se encontraba siendo reemplazado por un siempre molesto Yoongi.

No comprendía nada, su casillero se encontraba del otro lado del edificio y lo sabía porque años antes Taehyung y Yoongi estaban cerca uno de el otro, recibiendo aún más golpes y ofensas del mayor provocando al chiquillo de aquel entonces correr asustado a la oficina del director suplicando un cambio de lugar pues no soportaba tanto dolor, recién la relación entre ellos iba cambiando y el pequeño no sabía como lidiarlo provocando que este terminara lo más lejos posible de su antiguo mejor amigo.

–¿Crees que puedes hablarme cómo si nada rarito? – dijo azotando el casillero y dirigiéndose peligrosamente a él, miró la nota en su mano y la arrebató – ¿pero qué diablos? –habló a penas audible arrugando la nota en sus manos – ¿con qué aún sigues en tus asquerosos pasos he? ¿no te bastó con la ultima vez? no cabe duda que las personas de tu clase son una asquerosidad ¿lo entiendes verdad? – soltó con repulsión.

Taehyung no sabía como reaccionar, tal vez Yoongi tenía razón, debía detener aquello si no quería ser señalado nuevamente pues las personas como él no eran más que adefesios que no merecían ser amados, pues dos chicos no debían estar juntos y ellos dos más que nadie lo sabían.

Bajó la vista desanimado y gruesas lagrimas corrieron sin permiso por su rostro, este asintió y tomo el papel en manos del mayor articulando un "lo siento" y girando para empezar el camino que lo llevaría a casa, limpió su rostro con violencia y caminó lo más rápido que pudo a la salida del colegio. 

¿por qué tuvo que nacer así? ¿por que no podía ser normal como todos decían? ¿por qué querer desobedecer el orden de las cosas y gustar de su mismo sexo? ¿era tan malo amar a alguien igual a ti? ¿era tan asqueroso a los ojos de todos realmente? 

Nadie entendía el dolor que el pequeño chico estaba sintiendo, nadie a excepción de aquel chico que dejó atrás, Taehyung no se daba cuenta, pero había alguien que lo amaba más que a nada en el mundo, alguien que estaba dispuesto a dar la vida por él y no abandonarlo sin importar lo que todos dijeran, porque siempre fueron ellos contra el mundo y se aseguraría de que así siguiera.

No importaba el chico bravucón que ahora existía para dañarlo.

No importaban los prejuicios del pueblo.

No importaba lo que hubiera sucedido en el pasado.

Pues él amaba a Taehyung y aquel chico estaba seguro que Taehyung lo amaba a él.

•••

El blanco es el color que asociamos a la pureza y la eternidad. Regalar orquídeas blancas es la mejor  opción para expresar un amor puro, inocente y duradero ante la persona amada.