ESCRITOS CORTOS

1. Tormentas del alma

Me vi al espejo

Entre lágrimas y sollozos

Me dije, mirándome fijo: - ¡Basta de lastimarte! Vales demasiado como para seguir hiriéndote. Ya no puedo aguantar más, este conflicto interno entre ser quién quiero ser y ser quién los demás quieren que sea. No es fácil cuando todos están en tu contra. A veces me siento sin salida, pero siempre hay una ventana. Me he caído, tropezado hasta sentir que se quiebran mis huesos, pero necesito tomar fuerzas desde el fondo de mi alma. ¡Quiero volar! sanar mis alas rotas, que sangran, por haber sido arrancadas de forma salvaje.

Tumbada en el suelo, mi respiración fue calmándose. Esos pensamientos tormentosos se fueron esfumando, aquellos sentimientos de ira y frustración se debilitaban cada vez más. Levanté mi rostro y observé mis ojos hinchados, mis mejillas y nariz rojas, mi pecho no parecía tan alterado.

Estaba débil,pero me sentía liberada.

Todo lo que me ofuscaba dejó de importarme.

Sentí como mi alma se liberaba poco a poco de la carga tan pesada que sentía.

Y me levanté, despacio me levanté.

Sequé mi rostro con sutileza y sin dejar de mirarme, sólo contemplé lo hermosa que me veía en ese instante, sensible, vulnerable.

El hecho de que aceptemos que somos imperfectos y humanos, no nos hace débiles, sino más bien nos fortalece, pues un verdadero guerrero en la vida, reconoce sus defectos, reconoce que existe el dolor, para que pueda haber la sanación y que la vida se trata de momentos.

Que ser feliz, es una elección.

Y siempre, después de la tormenta, sale el sol.