𝟬𝟬𝟲 back to hell

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CAPÍTULO SEIS:DE VUELTA AL INFIERNO

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CAPÍTULO SEIS:
DE VUELTA AL INFIERNO.



                    El mensaje del buzón de voz enviaba escalofríos por la espalda de Blair

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                    El mensaje del buzón de voz enviaba escalofríos por la espalda de Blair. Mientras la voz resonaba, ella observaba cómo Rayna Evans se miraba al espejo, sacudiendo su cabello de un lado al otro y haciendo muecas frente al espejo. Una ola de celos recorrió a la humana, deseando poder estar tan relajada como la chica, si fuera tan poderosa como ella podría estar así.

      ─Hola, soy yo otra vez. No sé porque no puedes llamarme. Quizás porque crees que me estás castigando. Pero ha pasado mucho tiempo, es demasiado y no es sobre nosotros. Algo le está pasando a Beacon Hills, a las personas de aquí. Necesito saber que todos están bien, así que, por favor, ¿podrías llamarme, por favor? Una llamada, es todo lo que pido y si no puedes llamarme, entonces, voy a conseguir mis respuestas de todas maneras. Iré ahí. Si no recibo una llamada tuya, iré ahí. Intente recordar que es mi manada también.

      Cuando Scott cerró el celular, Rayna se giró, captando la mirada del grupo masculino. Blair se cruzó de brazos y se acercó más a Liam, y él colocó su brazo por sobre sus hombros en respuesta. Podía entender que la morena se sintiera insegura frente a la chica, él también lo hacía.

      — ¿Le quitaste esto a uno de los cadáveres del bosque?

      —Fue Malia—, aclaró Liam.

      —Sí, habían seis cadáveres y uno de ellos no tenía rostro.

      Theo se acercó a ellos —. Vale. Entonces, el que no tenía rostro, ¿crees que es la mujer al teléfono?

      —Quizá.

      —Es lo mismo que le pasó a Aaron. Se quedó con su cuerpo, básicamente le quitó su rostro y su ADN. Entonces, eso significa que, quien sea esta mujer, ella podría ser la otra mitad del Anuk–ite.

      —Lo cual significa que es solo la mitad del problema. La otra mitad ya la conocemos, Aaron—, señaló Theo.

      —Pero no sabemos dónde está—, negó Liam.

      —Esperen un minuto—, pidió Theo —. ¿No se supone que debemos separar a las dos mitades? Si conocemos una mitad, vayamos a por ella, es decir, a por Aaron.

      —No estoy de acuerdo con Theo, pero creo que sería más fácil rastrear a Aaron que a la voz de un teléfono—, dijo Mason y Liam alzó las cejas al igual que Rayna.

      —Eso es estar de acuerdo con Theo.

      —Lo sé, sólo quería suavizar el golpe.

      —Creo que no funcionó—, le guiñó un ojo Blair.

      — ¿Todo el mundo está completamente impresionado porque pueda tener razón?—, soltó Theo.

      —No, simplemente no nos gusta—, contestó Liam, acercando a Blair a su cuerpo.

      —Quizá todos tenemos razón, quizá deberíamos buscar a las dos, a Aaron y a la mujer del teléfono—, anunció Scott —. Es decir, ya que ustedes están de acuerdo.

      —Espera, te refieres a mí y––, comenzó Mason.

      — ¿Y él?—, completó Theo.

      —Aw, ya están en la fase de completar las frases de cada uno—, sonrió Rayna, hablando por primera vez frente al grupo y Theo alzó las cejas en su dirección.

      —Ustedes dos, busquen a Aaron. Liam y yo intentaremos descubrir qué voz es la del teléfono—, formuló Scott, mirando a Blair.

      —Voy con ustedes—, asintió la chica en dirección a Scott después de haber intercambiado una mirada con Liam.

      —De acuerdo, y eso nos deja a: ¿Ray?—, culminó Scott, mirando a la morena.

      Theo sonrió hacia la morena —. ¿De qué lado estás, diosa?

      Rayna hizo una mueca, fingiendo pensarlo por un momento antes de responder sin dudar —. Scott, Liam, Blair, ¿por dónde empezamos?

      Scott sonrió a la chica mientras Liam asentía antes de hablar —. Si encontramos alguna mitad, no habrá ninguna guerra. Si detenemos al Anuk–ite.

      —Detendrá la guerra—, completó Scott.



                    Blair observó a la mujer que se suponía era la del mensaje en el teléfono desde el vehículo. Liam había reconocido la voz cuando escuchó nuevamente el mensaje de voz, ya sabiendo que era alguien que trabajaba en el Instituto de Beacon Hills.

      — ¿La profesora Finch? ¿Estás seguro?—, inquirió Scott.

      —Era ella en el teléfono—, aseguró Liam.

      —Eso sigue sin probar que ella es el Anuk–ite ni que sea uno de nosotros—, señaló Scott mientras Blair observaba cómo Rayna se acomodaba nuevamente su chaqueta. Ella notó que le quedaba grande y creyó que algo iba mal cuando Scott y Liam se giraron, mirándola.

      Liam le sonrió suavemente a la morena, calmándola con ese simple gesto antes de escudriñar los ojos y mirar a Scott —. ¿Esa es tu chaqueta?

      Scott desvió la mirada de ambos y Rayna rodó los ojos hacia el chico —. Liam, ¿estás seguro que era esa mujer en el teléfono?

      Blair sonrió cuando comprendió qué sucedía, pero guardó silencio mientras Liam contestaba y dejaba el tema pasar —. Sí.

      —Bueno, tenemos que acercarnos—, señaló Scott, observando a la mujer entrar a la escuela antes de volver a mirar a Blair y Rayna, quienes se encontraban en el asiento trasero —. Debemos intentar exponer su lado sobrenatural.

      — ¿Cómo vamos a hacer eso?

      —Lo vas a hacer tú—, afirmó Scott.

      — ¿Qué pasa con los cazadores y con esa brigada de estudiantes nazis?

      —No voy a dejar que Liam entre solo—, negó Blair, ganándose la mirada de Scott.

      Scott la miró con perspicacia antes de asentir —. Puedes acompañarlo.

      —Entraremos nosotros también—, afirmó Rayna —. Aunque no dentro del salón. Si algo sucede, podremos intervenir.

      —Se expondrán—, negó Liam.

      ─Tú acércate, descúbrelo y vete—, insistió Scott, no era necesario que Liam se preocupara por ellos también.

      —Pero odio biología—, bufó Liam.

      Rayna rió —. Yo también odio esa materia.

      —De vuelta al infierno—, suspiró Blair al bajarse del vehículo.

²THE ASSASSINWhere stories live. Discover now