14.- Duelo de Honor

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Kim se despertó al escuchar los leves pero desesperados toquidos en su ventana. Se enderezo, tallándose los ojos algo adormilada. Cuando vio hacia la ventana, distinguió el rostro de Tobi a través del vidrio, mirándola atento y ansioso. Parpadeo dos veces, pensando que su cerebro le estaba jugando mal. ¿Cómo iba a estar Tobi a fuera de su cuarto a tales horas de la noche? ¡Eran como las tres de la mañana!
Sin embargo, pasaron los minutos y la cara de Tobi no se desvanecía, lo que indicaba que en efecto, el realmente estaba ahí. Y este hecho se confirmó cuando Tobi le hizo un ademan con la mano, instándola a que se levantara y le abriera de una buena vez. Ya le estaba exasperando que ella solo se le quedara viendo como embobada y toda modorra.

Abriendo los ojos asustada, se levantó de un salto haciendo a un lado las sabanas y se acercó apresurada para abrirle.

― ¿Tobi? ¿Pero qué haces aquí? ¡Vete antes de que papa o alguien te descubra! ― le susurro alarmada. Sus padres debían estar dormidos, pero aun así no debía confiarse. Su madre tenía un oído biónico muy fino, y su padre tenía sus agudos instintos ninjas respaldándolo. Si no tenían el debido cuidado podrían atraparlos con las manos en la masa en cualquier momento, lo cual sería fatídico para ambos.

― Olvídate de eso ― le contesto el seriamente.

― ¿Qué? ¿Cómo que me olvide de eso? ¿De que estas...?

― ¡Estoy harto de esconderme Kimmy! ― la interrumpió el.

― Shhh... ― pidió ella.

― Ya no quiero seguir a escondidas. ¡Llevamos todo un maldito año así! ¡Es el colmo! Debemos enfrentar esto de una vez por todas ― sentencio.

Kim lo miro sorprendida por unos momentos, sin saber que decirle. Ella también estaba cansada de esconderse y de ocultarles cosas a sus padres, pero, ¿acaso Tobi se estaba escuchando a sí mismo? ¿Sabía lo que todo eso implicaría y podría desatar? ¡Era casi como el preludio de una futura guerra!

Bueno, tal vez estaba exagerando. Pero aun así, era un asunto muy delicado.

― Estas... ¿estás seguro de lo que estás diciendo?

― Bastante seguro.

― No juegues con esto Tobi. Si se trata de una broma tuya... ― amenazo ella levemente, mirándolo con sospecha.

― No estoy bromeando. ¡Es enserio! ¿Quién crees que soy, mi tío payaso? ― inquirió el, ofendido.

― P-pero... ― tartamudeo ella.

― Ya hable con mi padre ― la corto de pronto.

A Kim casi se le salen los ojos de las orbitas al escuchar aquello. Ahora no le quedaba en duda de que Tobi hablaba enserio ― ¡¿Qué?! ¿Tu padre? ¿Y-y que sucedió? ― cuestiono nerviosa. No conocía mucho a Tobe, solamente lo que su padre habia comentado esporádicamente de él y lo que Tobi mismo le habia dicho. Pero creía saber lo suficiente como para hacerse una idea de cómo era su carácter: un hombre bastante impulsivo al que le gustaba salirse con la suya. Le sorprendía enormemente que no estuviera intentando derrumbar la puerta de su casa para pelear con Garu por la situación, aunque su padre no tenía ni idea de lo que sucedía y no le incumbía para nada.
Probablemente Tobe no lo hizo por miedo a su madre.

― Pudo haber sido peor ― contesto Tobi sonriendo de lado, luego frunció el ceño pensativo ― En realidad, creía que sería mucho, mucho peor ― confeso.

― Pero, ¿ustedes están bien? Es decir, ¿no te corrió de la guarida, te desconoció como hijo o algo parecido? ― pregunto preocupada.

Tobi rodo los ojos ante la mortificación de ella ― No, no lo hizo. Cálmate ― la tranquilizo ― Y además, si lo hubiera hecho, ¿Qué? ― añadió el indiferente, encogiéndose de hombros en un gesto de "me vale todo".

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