Capítulo 2

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Dazai lucía unas tremendas ojeras y cada vez que podía bostezaba, la noche pasada no pudo pegar los ojos ni por más de veinte minutos sin tener que despertar de improvisto y temblando.

-Dazai te dije que durmieras temprano.-Chuuya con tono regañón.

-Eso intente, pero por alguna razón extraña no pude dormir bien.-apretó los puños, y el pelinaranja levanto una ceja.

-¿Es por la fotografía en la iglesia? ¿O es algo más?.-

-Siendo sincero, creo que ambas cosas.-

Hace un momento le preocupaba la cara blanca de la ventana pero ahora también la fotografía, de alguna manera creía que ambos casos estaban conectados. El bus los dejo en un monte, donde podía verse el mar entero y una gran estatua de ángel adornaba al lugar.

-Esta estatua data desde los años 1877.-entre los turistas Margaret empezó a informar- es un símbolo de paz aquí y también de vigilancia, entre los timorianos existe la creencia que esta estatua vigila a cada uno y se asegura que se encuentren a salvo.

-"Así que nos vigila".-pensó el de vendajes al observar sin parpadear la estatua, con su cámara enfoco el rostro del ángel y tomo una foto de ella.

Chuuya observaba a Dazai, se lo veía un poco distante desde la noche anterior, realmente quisiera saber que paso cuando fue al primer piso, ¿Cómo lo sabía? Pues el fingió dormir cuando sintió como su pareja se levantaba de la cama, demoro un poco en volver a subir, ahí debió ser cuando ocurrió lo que lo tiene tan perturbado y también pudo escuchar una sirena antiaérea cerca a la zona. De la cámara de su celular comenzó a grabar a Dazai mirando la estatua como si fuese lo más interesante del mundo, de alguna forma su novio combina con el paisaje tétrico a pesar del sol que los alumbra.

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El siguiente lugar a visitar fue una cueva no muy lejos del monte con la estatua, entraron con cascos por seguridad nunca se sabe cuando puede caer una estalactita encima. En sus paredes habían pinturas rupestres desde los más pequeños hasta los más grandes.

-En esta cueva los antiguos timorianos dibujaban sus experiencias cotidianas.-Mitchell señalando cada dibujo hasta que se detuvo en uno que mostraba una enorme figura humana cubierta por una túnica con capucha- este es su dios al cual adoraban y esto de aquí su símbolo- ahora vayamos a la salida por favor.

-Vamos Dazai.-tomando el brazo de su pareja para que no se quedara atrás.

-Adelántate, voy a tomar una foto.-dedicando una sonrisa al más bajo.

-Bien, no demores o te perderás el bus.-

-El bus nos espera a todos ~.-

Chuuya fue con el resto del grupo mientras el castaño hizo una captura del símbolo, era un estigma raro pero de alguna forma le pareció bonito a Dazai, al igual que el ángel se quedo unos buenos segundos viéndolo. Chuuya estaba en la entrada de la cueva esperando por él a pesar que le dijo que podía adelantarse, le consternaba ver al castaño tan perdido en sus pensamientos.

-Dazai.-llamo por él.

Dazai parecía no escuchar más en cambio hubo un sonido raro proveniente de lo más profundo de la cueva, ese ruido estaba atascado en su oído, giro a ver el interior de la cueva toda oscura y el ruido como el de estática de televisión incrementaba.

-¿Dazai?.-notablemente preocupado el pelinaranja-¡Dazai no tenemos todo el tiempo!.-fue acercándose pero alguien pareció ganarle.

-Ah...disculpa.-

TimorWhere stories live. Discover now