Playlist ➵ Jikook Fanfic

WHAT DO YOU MEAN?

«You had me from the start, won't let this end»

Atraje a la pequeña bolita de calor entre mis brazos, acariciando su estómago con mis dedos y escondiendo mi cara en su hombro, completamente feliz de la posición en que nos encontrábamos. Sabía muy bien que debíamos despertar en un ratito para presentarnos a clase y eso, aunque se supone que no debería causarme molestias, me provocaba una pequeña rabia el tener que alejarme de él. ¿Y si simplemente le decía que no fuéramos y que me quedaría cuidándolo todo el día? Sonaba convincente, la verdad.
O mejor, no lo despertaba del todo y hacíamos como que nos pasamos de sueño.

—¿Jungkook?—susurró Jimin medio dormido en mis brazos, abrí los ojos sorprendido, el pánico expandiéndose en mi cuerpo como pólvora en pasto seco. Maldición.

—¿H-hm?—solté sin saber muy bien qué decirle. Él se removió, girándose hacia donde yo me encontraba y pude apreciar por unos segundos su carita de baboso adormilado. Se veía completamente adorable con los ojos entrecerrados, los labios formando una pequeña "o" por donde soltaba todo el aire en sus pulmones y sus mejillas sonrojadas, su pómulo derecho tenía una marca que seguramente era de la almohada o de su brazo, no sabía muy bien.

—Kookie...—susurró felizmente, una sonrisa se instaló en mi rostro tan pronto soltó mi nombre y lo atraje más cerca de mí.

Strike uno.

Abrió los ojos rápidamente, dándose cuenta de la situación en la que nos encontrábamos y sin esperar un segundo más, se alejó de mi abrazo como si hubiese algo mal en mí, su rostro ahora completamente rojo y la mirada que me dio simplemente logró que algo se rompiera en mi interior.

Gruñí, lanzando un cojín hacia el otro lado de la habitación, molesto conmigo mismo por la manera en que Jimin y esa maldita mirada me afectaba. Todavía recordaba todo con perfecta claridad, la memoria tan nítida que hasta cierto punto me hacía preguntarme porqué demonios recordaba todo lo malo que me pasaba así de bien, pero nunca parecía apreciar lo bueno que sucedía a mi alrededor. Quería tener grabado en mi mente la manera en que Jimin había dicho mi nombre, quería ver la sonrisa de felicidad que me daba cuando jugábamos de pequeños siempre que lo necesitara y simplemente lo quería a él todo el tiempo en mis pensamientos. Sin embargo, lo único que conseguía en estos momentos era matarme a mí mismo lentamente, de la peor manera posible. Porque lo único que podía recordar es que en estas dos semanas, ni siquiera lograba mirarme, podía ver cómo su cuerpo se tensaba siempre que me acercaba a él y la pregunta de qué había sucedido esa noche para que nos alejáramos tanto se paseaba por mi mente más de lo que quería admitir.

O siquiera podía soportar.

En cualquier momento iba a romperme.

Jimin entró al apartamento, sus pasos firmes, pero silenciosos, sabía muy bien que él no deseaba que yo supiera de su existencia.

Strike dos.

—Chim...—susurré, poniéndome de pie, esperando a que se detuviera. Y así lo hizo—. ¿Qué error cometí?

Sus hombros se tensaron inmediatamente, preparando una respuesta lo suficientemente buena como para alejarme de nuevo, pero eso no iba a pasar, no hoy. Lo había dejado irse tanto tiempo que incluso llegó un momento en estos últimos días donde me pregunté en qué demonios estaba pensando como para permitir que me dejara afuera, que huyera de mí.

—¿Qué quieres escuchar?—contestó. Traté de tragarme el nudo en mi garganta, no quería que me viese así, no quería que viera lo roto que me encontraba por él, lo desesperado que estaba por su presencia y lo aliviado que me sentía de que me dijera esas palabras, incluso aunque sonaban molestas y llenas de acidez. Tomaría lo que fuera de él.

—Quiero que contestes mi pregunta.

Strike tres.

—¿Por qué de pronto me quieres? ¿Por qué me tratas tan bien? Sé que antes actuabas así porque éramos mejores amigos y eras un niño, casi sentías que era tu obligación, ni siquiera sabías qué hacías conmigo, sólo te gustaba hacerlo. Pero ¿ahora?—Se giró hacia mí, sus ojos llenos de lágrimas y su pequeña carita de bebé roja por la molestia que ahora expresaba. Y por supuesto que no era molestia, Jimin estaba simplemente dolido por mí—. ¡Me has tratado como menos que un amigo los últimos diez meses! ¡No tienes que seguir fingiendo que me quieres y que te preocupas por mí! ¡Deja de jugar conmigo y simplemente aléjate!...Sabes que quieres hacerlo.

—¿A qué te refieres?—susurré, apenas notando que las lágrimas ahora hacían caminitos en mis mejillas, una tras otra, todas rompiendo de a poco mi espíritu. Jimin gritándome era un escenario muy poco visto a lo largo de los años, pero siempre que sucedía, algo en mi interior se desbalanceaba, como si la leve acción fuera capaz de ahogarme. Lo más probable es que así era.

—Sé que nunca fui nada para ti.

Estoy fuera.

"Me pregunto si la situación en la que me encuentro ahora te afectaría en algo. Me pregunto si tú estás igual o peor que yo. Y también me pregunto qué harías si silenciosamente me deslizo hasta tu habitación y luego a tus brazos. No entiendo porqué piensas que juego contigo, o porqué crees que todo lo que he hecho por ti es yo siendo un hipócrita. En sí, por supuesto que soy un imbécil, es cierto que la manera en que te he tratado últimamente no ha sido exactamente de "mejores amigos", pero el estar a tu alrededor no me hace pensar bien, siempre que quiero decirte lo mucho que me importas, las palabras no salen y se convierten en todo lo que nunca debí pronunciar. En todo lo contrario de lo que pienso de ti. Traté de compensar eso el día que te encontré llorando. Y cuando tu padre te golpeó. Ahora me he dado cuenta de que no hice lo suficiente. Nunca hago lo suficiente cuando se trata de ti. Muchas veces no sé qué es lo que quieres, si deseas que me vaya o me quede o si simplemente quieres que no haga nada, lo que usualmente termino haciendo todo el tiempo. Ah, maldición, probablemente eso es a lo que te referías con ser nada de mí, piensas que la indiferencia que muestro hacia ti es porque no me importas. Y la verdad es que sí, podría pasar toda mi vida a tu lado si es que me lo pides, dejaría todo lo que tengo atrás e iría contigo, sin importar lo que suceda, no si te tengo a ti. Porque todo lo que necesito es tu existencia. Está bien si me rompes, si me gritas y dejas que me ahogue, lo merezco todo, cada una de esas cosas es mi castigo por no poder mostrarte lo que siento, lo mucho que vales para mí y lo mucho que te necesito. Te necesito como un alcohólico necesita su vino por las noches, o como el cielo necesita a las estrellas, simplemente necesito una sola mirada tuya para seguir sobreviviendo. Y es que, Park Jimin, estos pensamientos me dejan más en claro que no, no estoy enamorado de ti.
Te adoro"

Jimin entró al cuarto de Jungkook pasadas las doce de la noche, sin decir una palabra, sus pasos lo guiaron hasta él aún cuando estaba muy consciente de lo que le había dicho hacía ya unas horas. Lo creía, verdaderamente creía que Jungkook no le amaba, pero sin importar lo muy poco que su bebé sintiera por él, su corazón se rompía al recordar las lágrimas bañando su precioso rostro. No quería ver eso de nuevo. Así que, armándose de valor y protegiendo su pequeño y frágil corazón, Jimin se deslizó dentro del cuarto de su compañero de apartamento, haciendo su espacio dentro de los brazos de este, sosteniéndolo contra su cuerpecito hasta que él se durmió. Lo amaba tanto que no importaba lo difícil que fuera admitirlo, dejaría que lo rompiera hasta que no quedara nada de él.

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¿Recuerdan las aclaraciones? ¿La parte que decía que no iba a haber dependencia emocional acá? Wellp, recuerden este capítulo para más adelante, porque este va a ser un tema tratado con mucho ímpetu dentro de algunos capítulos más adelante. Recuerden que la mayoría de estas cosas van narradas desde el PDV de Jungkook, por lo que no va a haber mucho pasando con Jimin (creo, la verdad es que no me acuerdo bien, lol). Recuerden el "te necesito", ¿sí?

Eso, pues, bai (: Denle love a Jiminie y Jungkookie y Min Yoongi y Kim Taehyung y Kim Namjoonie y Jung Hopi y Kim Seokperfect (:

Y a mí

Mentira.

Bai.