17. Antiguo libro.

459 44 32
                                    

______ Rosas:

El beso entre Chat y yo había sido demasiado romántico. No sentía la necesidad de separarme de él, no sentía la necesidad de golpearlo, sentía la necesidad de no alejarlo de mí.

Mis movimientos no reaccionaron más para seguir el beso y sujetarlo del cuello con miedo a que se alejara de mí.
Nos separamos por falta de aire, abrí mis ojos despacio al igual que él y nos separamos un poco.

―Creo que acabamos de besarnos.― dije para romper la tención y él sonrió.

― ¿Tú crees?― preguntó sonriente.

― ¿Qué diablos hiciste?

― ¿Qué hiciste tú en mí?

No dije nada, simplemente fruncí el entrecejo. Cierta culpabilidad llegó a mí.

No podía coquetear con mi compañero de pelea. Era altamente peligroso.

―Vete.

― ¿Qué?― preguntó confundido. Trató de tomarme del brazo pero me di media vuelta para impedirlo.

― ¡Sólo vete!― dije entre dientes.

― ¿Es lo que quieres?― preguntó en cierto tono serio. No contesté y dejó salir un pequeño bufido. ―Bien, pero recuerda que siempre estaré para ti cuando tú quieras.

Me quedé callada y me abracé los codos.

―Bien.― dijo y lo escuché marcharse.

Volteé sólo lo suficiente para asegurarme de que se había marchado y cuando lo confirmé me llevé la mano a los labios.

¿Qué diablos había hecho? ¿Por qué lo besé? ¿Por qué no lo golpeé? ¿Por qué no sentí esa necesidad de alejarme de él?

Podía sentir mi mano temblar en mis labios así que la dejé caer a un lado mío y me recargué en el barandal de cemento.

Seguía sin creer lo que había sucedido. Imposible pensar de qué se trataba de otra ilusión pues habíamos acabado con el akuma aquella noche.

¿Cómo es que había sucedido todo esto? ¿Cómo había llegado tan lejos en tan poco tiempo?

― ¿Qué hice?― me pregunté a mi misma.

― ¿Quieres hablar?― escuché le voz de Tikki.

―No lo sé.― contesté con la mirada perdida en el jardín. No hacía falta saber que había salido de su escondite y se había sentado en el barandal porque de ahí provenía su voz.

― ¿Te sientes...?

―Confundida.― la interrumpí sin verla.

― ¿Por qué?― la escuché preguntar. Me recargué más en el barandal, lo suficiente para taparme la boca con la necesidad de querer dejar de sentir los labios de Chat.

― ¿Cómo he llegado tan lejos, Tikki?— pregunté. —Ni siquiera lo conozco, es mi compañero de pelea y sucedió ésto.

―Bueno, sólo te dejaste llevar por un momento.— contestó. —No está mal.

—Pero, pensará que soy alguien fácil de caer o algo.

—Conozco a Chat.— dijo. —Al menos lo suficiente como para saber que él tampoco es así.

— ¿Me estás diciendo que él también se dejó llevar?— pregunté, ella asintió y yo bufé.

― ¡Venga!― dijo Tikki animada mientras daba una vuelta.

Volviéndose a Enamorar. [ EDITANDO ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora