Capítulo 6

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Después de esa magnífica sesión de sexo, nos enjabonamos la una a la otra entre risas y entre cosquillas, nos aclaramos y nos vestimos, Nat se puso un vestido negro que se ajustaba perfectamente a su silueta y una americana color verde que le hacía juego con el precioso color de sus ojos, y unos tacones altos negros abiertos en los dedos. La miraba mientras se preparaba y me preguntaba que vio en mí una mujer como ella, todos la deseaban, nada más entrar por la puerta de la universidad causó que todas las miradas fueran en su dirección, creo que la señora de la limpieza ese día tuvo que hacer horas extras limpiando las babas de los pupitres. Se nota que entre los profesores también causa gran furor, y por la calle mejor ni hablamos. Es una mujer hermosa, sexy y atractiva, y ella se había fijado en mí.

*Punto de vista de Natasha*

Cuando esa mañana sentí su beso en mi frente, tuve la necesidad imperiosa de hacerle el amor, quería sentirla, estar dentro de ella, y darle placer, cuando me dijo que aún era virgen no pude evitar pensar que sería la primera en explorarla, y de verdad deseo que la última, me podría acostumbrar a despertarme así todos los días junto a ella. Me encantó oírla gemir, ese es el efecto que yo provoco en ella, me encanta como pronuncia mi nombre con su dulce y aniñada voz, me vuelve loca.

Aunque dudé cuándo decidió hacerme el amor ella a mí, lo primero que se me pasó por la cabeza es que ella es demasiado joven y que quizás se merezca estar con alguien mejor que yo, alguien de su edad, no quería obligarla a hacer nada que ella no quisiera, la quiero tanto que solo quiero protegerla. Dudé hasta que me miró con esos bellos ojos color miel y me dijo que quería hacerlo, en esa mirada pude ver verdad y deseo, sentí como si me perforara el corazón de una manera que solo ella sabe hacer. Caí rendida en sus brazos, me hizo el amor como jamás me lo habían hecho y me encantó. Creía que explotaría de la excitación, pero ahí estaba ella para devolverme a la realidad con su perfecta sonrisa y un hermoso beso lleno de amor.

Después de eso y de una buena ducha entre risas y cosquillas, nos preparamos, mientras yo me vestía sentí como sus ojos no se separaban de mí, y cuando la miré vi que estaba pensativa, pero con una sonrisa en su lindo rostro, me encanta verla reír, me da vida.

Ella se puso su ropa de ayer, ya que al salir de casa corriendo no le dio tiempo de coger ropa de muda.

- Nat, ¿Puedes llevarme a casa a recoger algo de ropa?

- Claro cariño, yo te esperare con el coche en la entrada de tu casa.

Me miró y en sus ojos pude sentir miedo, comencé a asustarme.

- ¿qué te ocurre cielo?

- Nat, te quiero pedir algo, aunque si no quieres aceptar lo veré comprensible.

- Pídeme lo que quieras.

- ¿Puedes acompañarme a hablar con mis padres para decirles que no me iré con ellos? Te necesito a mi lado apoyándome, y aunque ya hace unos años que soy mayor de edad, sé que se quedarán más tranquilos si saben con quién me voy a quedar, y sé que les vas a encantar.

Para mí, que me pidiera estar a su lado en un momento tan importante de su vida fue un auténtico placer y me hace muy feliz, me encanta que haya entendido que quiero protegerla y estar ahí siempre que lo necesite, a su lado. Me hace muy feliz que quiera quedarse a mi lado, sé que puede parecer una locura porque nos conocemos hace dos días, pero juraría que nuestras almas estaban predestinadas a encontrarse, como si un hilo invisible las uniera para guiarlas hasta acabar juntas. Siempre había creído en el destino, pero desde este momento tengo fe ciega.

Cuando menos lo esperasWhere stories live. Discover now