Deseas

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Que complicado ¿no? El amor es lo único que te puede dar la felicidad. Vos lo amas a él, él no te ama, yo te amo a vos, y vos no me amas. Estas ante una disyuntiva enorme. Si bajara un astro del cielo y te concediera un deseo, para ser feliz podrías pedir dos cosas. Que él te ame a vos, o que vos me ames a mí. Seguramente pedirías que él te ame, por que creerías que serias más feliz. Pero no es así. Tarde o temprano te darás cuenta de que él no te ama, de que esta hechizado no enamorado*, y sentirás frustración, remordimiento y hastío por no haber sido capaz de enamorarlo, y por tenerlo a tu lado por la fuerza. Si pidieras amarme seríamos felices. Porque yo no sospecharía del hechizo, vos te olvidarías del deseo pedido porque estarías enamorada. Y siempre supiste que yo te amaba.

Todo esto en el caso de que alguien quisiera cumplirte un deseo. Pero ya ni las estrellas fugaces cumplen deseos.

Acaso estemos destinados a sufrir para toda la vida.


*(algo que no debes saber: el enamoramiento tal vez también sea parte de un hechizo, quizás sea lo mismo estar hechizado que enamorado, siendo esto podríamos recalcar el mito de cupido y recaerle con cientos y cientos de quejas por los flechazos inoportunos, tan ruines, viles, hampones y soeces, o simplemente perfectos. Pero esto tu no lo debes saber, el flechazo lo dieron tus ojos diré yo, y tu sonreirás y todo será sublime)

Princesa en la oscuridadWhere stories live. Discover now