VI

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Adam

Su sonrisa que algún día me llego a fascinar, es estos momento tan solo refleja un cinismo que me hace sentir asco por su presencia. Así como te ame sin limites, te odio sin final Alice Souriant. El padre da paso a unas palabras donde tanto Olivia como yo tenemos que responder si quiero. Cuando es el turno de responder de Olivia veo como su rostro refleja total felicidad, no puedo evitar contagiarme de la felicidad de la mujer que tengo frente a mi y también doy mi respuesta complacido. El ver a Olivia tan alegre me hace olvidar los sentimientos horrorosos que me estaban invadiendo por la presencia de Alice. El padre después de unas cuantas palabras da paso al beso, los brazos de Olivia rodean mi cuello, mientras que yo por mi parte coloco un brazo alrededor de su cintura, mientras que con el otro sujeto su nuca, para atraer su boca hacia la mía. Antes de besarla, me posiciono de tal manera, que puedo ver a Alice aunque este besando a Oli. Sin percatarme, ya tengo unos labios suaves y tibios sobre los míos, no duro mucho en corresponderle el beso a mi esposa, y la beso suavemente pero con deseo. Profundizo el beso, sintiendo como Olivia y yo estamos continuamente entrelazando nuestras lengua, el beso es tan candente, que escucho hasta a el cura carraspear , pero que se joda quien lo mando a consagrar su vida a Dios. Aunque continuo besando a Olivia, abro los ojos para mirar a Alice, que por su parte esta observando el beso como todo el mundo, veo como su rostro refleja ¿tristeza? no, no lo creo, jamas reflejaría eso cuando fue ella la que decidió dejarme.

Me siento algo incomodo con su mirada, y decido darle fin al beso. Veo como mi esposa tiene las mejillas algo rojas.

  —Deseo, ya que sea de noche para irnos a celebrar nuestra noche de bodas —susurra Oli en mi oído, y yo no puedo evitar sonreír por su comentario.

  —Yo también linda, tengo un deseo incontrolable de arrancarte ese vestido, te prometo que apenas tenga trabajo menos acumulado, nos iremos a nuestra luna de miel, por ahora nuestra casa sera la testigo de nuestras noches de pasión —susurro en el oído de Oli, y puedo sentir como se tensa su cuerpo. 

  —Eres un esposo pervertido, mejor vamonos a la fiesta que nosotros somos los anfitriones —dice Olivia dandome un suave beso en la mejilla, y entrelazando su mano con la mía, para dirigirnos a la sala donde se llevara acabo la fiesta. Cuando pasamos por los asientos, todos empiezan aplaudir, y no puedo evitar mirar a Alice que esta riendo por un comentario que le esta diciendo una señorita que conozco muy bien, ya que es una diseñadora de alta confianza en mi empresa. Me pregunto que relación tendrán, pero eso no es algo en lo que ahora deba concentrarme, por eso desvió mi mirada donde se encuentra Alice y sigo mi camino.

Llegamos a la sala. junto con todos los invitados, bailamos, reímos, comimos, cantamos,tomamos y muchas cosas mas.Pero en ningún momento de esos me volví a encontrar con esos marrones de los cuales alguna vez llegue a ser esclavo. Se me cruzo por la mente preguntarle a Lizzy la diseñadora que venia con Alice, pero a ella tampoco la encontré, así que decidí en preguntarle después en la empresa, por ahora disfrutaría de la fiesta y de la compañía de mi bella esposa, no dejare que afectes mi presente Alice Souriant.

Si te hubieras quedado Where stories live. Discover now