Bueno, la vida sigue, y decidí tomar la decisión, una vez ya cumplidos los 18, de declararme a un chico que llevaba meses apoyandome y que el también se encontraba mal, por que rompió con su novia, su respuesta sonó mas bien a friendzone, pero no importa, después de todo, me aceptó. Si, joder, que bonito todo, es más, empecé el instituto y estaba en todas las clases a su lado, pero, ey, es mi vida, no puede ir bien.
Primero que nada, me aumentaron la medicación, y ya de por si eso me volvía insoportable, me irritaba super facil, y tenía cara de destrucción desde la mañana hasta la noche. Yo necesitaba cariño y atención y me sentí usada para el sexo, yo me enfadaba, discutiamos mucho, nunca fue atento conmigo y yo con él si, habían muchas cosas que no me hacian sentir que lo que estababmos viviendo fuera una relación sana.
Es mas, me dejó, pero por alguna razón, quizá dependencia, me arrastré y conseguí que volviera conmigo, es realmente lamentable. Lo peor es esto, después de yo llorar por alguien dejo de quererle y apreciarle, así que me estoy obligando a mi misma a sentir algo por alguien a quien sinceramente, no parece importarle nada. Aquí viene el momento en el que mi vida se vuelve una telenovela mexicana o un manga shoujo de triangulo amoroso. Empecé a hablar con un viejo amigo, el sabía mi situación y me vino a apoyar, estaba muy atento a mi siempre, quedamos para ir al cine, eh, como amigos, y me regaló un peluche por que yo estaba mal. Me invitó al parque de atracciones con todo pagado, me regaló un pompero un día que me dió un bajón, me llama por las mañanas y me manda mensajes que me hacen sentir única. Y entonces ... le doy la mano por accidente, y mi estomago siente algo. Mariposas revoloteando, era una sensación preciosa, pero, tengo novio, y no podía permitir algo así, ¿dejar a mi novio? pero, yo le quiero ¿no? no es dependencia ¿verdad?
Y empeoramos la situación, este chico me manda un mensaje, un hermoso mensaje donde se me declara, donde me dice muchas cosas que ni mi novio dice, donde me hace sentir viva, donde creo que soy una princesa para él, donde todo parece ir bien.
Y lloro.
Y me confundo más.
Y el resto es simplemente un corazón roto.
