Truly love | Dakota y Jamie

XVIII

Comenzaba el último mes del año, estaba a unos días de salir por vacaciones de invierno, tenía un mes oficialmente saliendo con Jamie, Luke y Elo cada vez parecían más juntos y estaba segura que mi amiga estaba a muy poco de dar su brazo a torcer con él, quizá antes de navidad ya estarían saliendo y podríamos salir en parejas, pero no me molestaba esperar, me gustaba tener a Jamie solo para mí y salíamos mucho últimamente, la mayoría de los días después de la escuela iba a casa, hacía mis deberes y luego él venía para pasear, íbamos a algún parque, por helado o a comer pretzel junto al lago, cualquier cosa que hiciéramos la pasábamos riéndonos y besándonos, me sentía muy enamorada de él aunque aún ninguno de los dos habíamos dicho eso con palabras.

Esta noche planeábamos ir a su departamento solo él, yo y una tarrina de crema batida, pero los planes cambiaron inesperadamente con una llamada de mi padre luego de acabar las clases.

-Nos vamos ahora mismo, un amigo mío inaugura un hotel en Jamaica y salimos para allá en una hora.

-Pero debo hacer mi equipaje -Elo me alcanzó en el estacionamiento y me miró con cara interrogante. -Iré a casa y...

-Comprarás todo lo que necesites allá -me interrumpió. - Llamaré a la universidad y daré aviso que faltarás unos días, ven al aeropuerto ahora mismo.

No dijo más, le expliqué a Elo la situación y me abrazó con fuerza junto a mi auto.

-Tomaré el autobús, pásala bien, llámame cuando llegues y tráeme una postal.

-De acuerdo, te quiero.

-Y yo.

Subí al auto y tomé el camino a la carretera, mi padre solía ser así con los viajes, tomaba la decisión de un momento a otro, pero tenía tiempo que no lo hacía, no quería irme así pero sabía bien que no me convenía pelear con papá porque los permisos para salir se acabarían, puse mi móvil en manos libres y llamé a Jamie, se demoró en tomar la llamada y al final no era él quien atendió.

-Es el móvil de James -dijo una conocida voz.

-Víctor, hola cielo, ¿tu hermano está por ahí?

-Va conduciendo, espera, pondré el altavoz.

-Hola Dakota -dijo su voz poco después. -¿Todo va bien?

-En parte sí, en la otra parte no tanto -suspiré y me detuve en un alto. -Voy al aeropuerto, en una hora parto a Jamaica con mis padres, es un viaje inesperado.

-Vaya, pues... te voy a echar de menos -su voz había sonado pausada.

-Y yo a ti, a los dos -un inesperado nudo se formó en mi garganta. -Sean buenos chicos hasta que vuelva, ¿bien?

-Seré buen chico -dijo Víctor.

-Así me gusta, bien, en ese caso los veré pronto, espero.

-Bien, llámame cuando estés allá.

-Lo haré, hasta pronto.

Escuché dos "adiós" bajitos y corté la llamada ¿desde cuándo era yo una sentimental que lloraba por despedirme de alguien? El amor me volvía así, seguramente, o quizá mi periodo que debía llegar pronto, en todo caso no había forma de pedirle a Jamie que viniera así que pasaría unos días echándolo de menos. Mucho. Demasiado.

La autopista estaba despejada y llegué al aeropuerto en veinte minutos, bajé mi mochila con el ordenador, mi móvil y mi cartera que era todo lo que llevaba conmigo, una persona fue por mí y me llevó hasta la pista privada en uno de esos carritos de golf sin techo, estaban preparando el jet de la empresa Johnson, mi padre hablaba sonriente por el móvil y me hizo señas al verme, me acerqué a darle un beso en la mejilla y se apartó el teléfono de la oreja.