36. Largo camino.

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Anther.

Dos semanas después de que empezaran las vacaciones me encontraba en mi habitación con una maleta azul sobre mi cama con ropa hecha bolas, si, el orden y yo eramos grandes enemigos. Mi celular sonó.

- ¿Anther?

- No, soy el repartidor de pizzas.

- ¡Anther deja de jugar!

- Es broma Tinn, ¿ya están listos?

- Si estamos en mi departamento, te estamos esperando. ¿Por qué aun no llegas?

- Oye relajate, habla mas despacio. Estaré haya en una hora ¿bien?

- ¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué pasa? ¡Anther voy a colapsar si llegas rápido!

- Vaya si que estas emocionada. No pasa nada, tratare de ir lo antes posible.

- ¡AGGHH! DATE PRISA BOBO.

Colgó. Me parecía tan tierno que Tinna se emocionara de esa manera por ir a la playa, pero igual resultaba irritante.

Me subí arriba de la maleta e intente cerrarla, lo que casi fue imposible. Al final lo logre, la tome por la manija y salí de mi habitación en donde estaba mi mamá con semblante preocupado. Aun no le decía lo del viaje.

- ¿Mami?

- ¿Qué pasa Anthi?

- Bueno, voy a ir de viaje.

- ¿Cómo? - Giro su silla a mi posición y vio la maleta. - Anther, ¿Te iras hoy? - Asenti. - ¿Cuando fue que me pediste permiso?

- Lo siento mamá, lo olvide.

- Anther, tienes 16, aunque parezcas de mas aun eres un niño. - La more con la cara mas tierna que me salio, mi mamá contuvo la risa.  - Desde pequeño has sido un fracaso en hacer pucheros. ¿A donde y con quien es que te vas?

- Iremos a la playa, solo 3 días. Con Nathaniel, Ethan, Canille, Tinna y mi n...- Me calle de inmediato, no estaba listo para decirlo frente a mi madre. - Y con Emell.

- ¿Emell? - Alzo una ceja yo solo asenti. - Bien, esperaba eso.

Llevo su silla hasta un mueble, habría un cajón y saco de el. Mierda ¿era en cerio?

- Ten. - Me extendió los condones. - Tal vez los necesites.

- ¡Mamá por favor!

- Anther tomalos. Creo que sabes como se usan, estoy segura que ninguno de los dos tienes algún tipo de "enfermedad", creo. Pero es mejor estar seguros.

- Mierda mamá. - Se los arrebate rápidamente y los guarde en la bolsa de mi pantalón.  - Tengo que irme.

- S-si nene. ¿Iras a la casa de playa?

- Si de hecho, necesito las llaves. Por favor.

Mi mamá me las entrego. Lucia preocupada.

- ¿Pasa algo?

- Nada importante, tu hermano progresa pero tiene algunas complicaciones. Ya sabes, lo de siempre. - Me sonrió. - Cuidate .mucho mi niño. -

Le di un beso en la mejilla.

- Tu igual mamá. Volveré pronto, te amo.

- Igual yo Anthi.

Salí a la calle, hacia frío. Subí a mi camioneta y comencé a conducir a la casa de Tinna. Llegue rápido, no tenia muchas ganas de entrar así que solo llame a Emell por teléfono y les dije que ya estaba afuera. No tardaron casi nada, en cuestión de minutos Tinna y Canille estaban en los últimos asientos de atrás acurrucadas; Nathaniel y Ethan en los siguientes dos tomados de la mano. Yo iba en el asiento del piloto y Emell, mi Emell iba en el del copiloto. Estábamos algo separados pero podía tomar su mano así que lo hice. Y él las entrelazó.

La teoría del caos. Where stories live. Discover now