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POV Omnisciente

El moreno empacó la mayoría de sus cosas, obviamente iba a tener que arrendar ese departamento para ganar algo de dinero, así que era claro que dejó los muebles y cosas similares.

No obstante, no quería parecer desesperado, así que sólo esperó un par de horas para ir a la Universidad, aunque en ese tiempo, el híbrido y él se estaban mandando mensajes, y este, siendo sincero, se sentía como quinceañera con su primer amor.

"Vamos, amor, todavía no ordenas tus cosas?" le mandó Jaime hace unos segundos.

"Hace rato lo hice, ahora me estoy relajando <3" escribió Nicolás y finalmente se lo mandó cuando reunió suficiente coraje.

Bien, nunca se había sentido, y sido, tan pasivo que en ese momento.

"Oh, no es por nada pero... yo ya quiero verte" le respondió el híbrido, casi de inmediato.

"Bueno, podría aparecer allá en menos de cinco segundos. Ya sabes, alas de ángel" envió el moreno, revisando que tuviera todas sus cosas para luego aparecer en el instante en la Universidad. "Llegó tu ángel favorito"

Sin que pasaran diez segundos, el híbrido apareció al frente de él y lo observó por un tiempo.

-No son tantas cosas.-Comentó Jaime, viendo unas pocas maletas y sólo una mochila.

-Lo importante supongo.-Dijo Nicolás, siendo sincero con el híbrido y dándole un leve y rápido beso en la mejilla.

El señor Navarro tomó las maletas del pequeño moreno, sin pedirle permiso a este, y casi le quitó la mochila, pero el pequeño moreno no lo dejó.

-Mi mochila y yo vamos a todas partes juntos.-Estableció el moreno, con una pausa, teniendo cierto apego a esta aún cuando era un objeto.-Todavía no estoy listo para separarme de ella.

El híbrido lo admiró por unos segundos y rió, sólo para posteriormente hablar.

-Está bien.-Dijo el enojón, diciendo la verdad.-Vamos, la ceremonia va a empezar.

-Cuando dices ceremonia...

-Fiesta, pero antes hay que hacer algo importante, ahora es la elección de compañero.-Expresó el señor Navarro, siendo más específico y comenzando a caminar, bastante relajado, haciendo que el moreno lo siguiera.

-Siempre he sido nervioso, creo, pero eso me pone aún más así.-Expuso Nicolás, siendo honesto con su "amigo".

El híbrido lo miró y sonrió un poco, ya dándose cuenta de esto desde que lo vio.

-Todos se sienten así al principio.-Dijo Jaime, no mintiéndole al respecto.-Confía en mí, no creo que quien te elija sea tan malo.

-Eso espero.-Articuló el moreno, respirando profundamente sólo para relajarse y tranquilizarse.-Tú tienes compañero?

-No es necesario para mí.-Respondió el enojón, contemplando al moreno algo interesado.

El moreno asintió y no dijo nada más, ya que se dio cuenta que habían llegado a un edificio. Entraron y había demasiada gente ahí, todos comenzaron a gritar y saludar al híbrido, quien se tuvo que detener para responderles el saludo.

-Bien, anda para allá.-Propuso Jaime, apuntando a una fila que era de los nuevos al parecer.-Y pronto estarán todos los que quieren un compañero.

El pequeño moreno volvió a asentir y fue donde el híbrido le mostró, provocando que intentara no colocarse más ansioso de lo que ya estaba en ese momento.

Unos pocos minutos después, una fila al frente de ellos comenzaron a inspeccionarlos, haciendo que el moreno evitara mirarlos, sintiéndose como la presa en realidad.

Luego, cuando estaban listos, iban diciéndoles uno a uno al híbrido a quien querían, logrando que siempre asintiera, o al menos casi siempre. Un peli-negro se acercó al enojón y le dijo un nombre, haciendo que el híbrido mirara al moreno por unos segundos para después negarse.

-Pero si...

-No.-Gruñó Jaime, colocando sus ojos rojos, efectuando que todo se quedara en silencio.-Todos pueden ir donde sus compañeros. Iván, no insistas.

El recién nombrado no dijo nada más y simplemente se fue de ahí, haciendo que todos volvieran a sus asuntos.

El pequeño moreno vio como todos tenían compañero menos él, causando que estuviera confundido.

-No tengo compañero, Jaime.-Comentó Nicolás, estando seguro de eso y diciéndoselo cuando este se acercó a él.

-Sí tienes compañero.-Dijo Jaime, siendo sincero con él y mirándolo fijamente a los ojos.

-Entonces, dónde está?.-Preguntó el moreno, frunciendo un poco el ceño.

-Bueno, amor, creo que necesitas lentes o algo así, porque... yo estoy acá.-Anunció el enojón, provocando que el ángel por fin pareciera entender todo.

-En serio me elegiste?.-Cuestionó el pequeño moreno, todavía no creyéndoselo y viendo como el enojón asentía.-Muchas gracias, Jaime.

-No es lo mejor del mundo vivir conmigo.-Advirtió el señor Navarro, sonriendo un poco.

-Bueno, pero prefiero vivir contigo que con alguien más.-Dijo Nicolás, siendo honesto con el híbrido, no conociendo a otras personas por ahora.-Podemos ir a dejar mis cosas y volver?

-Ya fui a dejarlas.-Declaró Jaime, todavía con esa sonrisa, haciendo que el pequeño moreno riera.

-Entonces tenías claro desde hace rato que sería tu compañero?.-Preguntó el moreno, generando que el señor Navarro hablara.

-Sí.-Respondió el enojón, con una pausa.-Aunque suene muy psicópata.

-No lo suena... tanto.-Dijo el pequeño moreno, esta vez provocando que el enojón riera.

-Eso sí, amor, será mejor que vaya a dejar tu mochila.-Dijo el señor Navarro, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Porque la semana de molestar a los nuevos comienza desde ahora.

El ángel le pasó en el instante la mochila y su celular, causando que el híbrido desapareciera por unos segundos para después volver.

-Bien, todos los nuevos se les ordena estar semidesnudos! Sólo con ropa interior!.-Ordenó Edgar, quien siempre hacía los retos, haciendo que el moreno se sonrojara en el instante.-Y por favor, traigan el trago!

Era claro que la fiesta había comenzado, y la humillación al mismo tiempo también, causando que el ángel se sacara casi toda la ropa de inmediato, ya que si lo pensaba mucho, era peor.

El híbrido lo observó por un tiempo y lo acercó a él.

-Posiblemente te de frío, así que... será buena idea que estés cerca mío.-Dijo Jaime, causando que el pequeño moreno asintiera, mientras pensaba que menos mal que estaba usando boxers.

-Dime que no tendré que desvestirme todo el rato esta semana.-Rogó Nicolás, sintiendo la mano del híbrido en su cintura, haciendo que se sonrojara aún más.

-No te puedo prometer nada.-Dijo el enojón, siendo sincero, causando que el pequeño moreno sonriera un poco.

Todo estaba recién comenzando.

Hurt (Jainico). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora