Capitulo 20

17 2 0
                                    

Nathalie

Mi día de clases termina antes, gracias a que un profesor no llego, aviso rápidamente a Robert que ya salí.

Marcando...

Nath: —¿Robert?

Robert: —Si mi Nath, ¿como va tu día?

Nath: —Bien amor, solo te quería decir que ya salí de clases.

Robert: —Yo todavía no acabó, pero espérame haya en tu facultad y voy por ti.

Nath: —No te preocupes amor, me puedo regresar sola.

Robert: —¿Segura amor?, puedo ir por ti si me lo pides, para que no te vengas sola, o puedes venir a mi facultad, ya saldré en una hora.

Nath: —Si tranquilo, nos vemos en casa.

Robert: —Bueno mi Nath, vete con cuidado, recuerda que te amo.

Nath: —Igual te amo, nos vemos.

Me dirijo a la salida de la facultad, no sé porque pero siento la sensación de que alguien me sigue, apresuro el paso, logro llegar a casa, cierro la puerta tras de mí, y me dirijo al baño, me lavo la manos y voy al cuarto de Robert, me dirijo a la ventana que da a la calle, en eso siento unas manos alrededor de mi cintura, me di la vuelta, 

El olor que sale del cuerpo de la otra persona es tan jodidamente inconfundible.

Es ese olor que da asco y repulsión.

 ¿Como puede ser el?

Esto no puede estar pasando

¿Como pudo encontrarme?

Es él, lo sé, el pánico se apodera de mi.

Me tiene sujeta a él, trato de zafarme pero no puedo.

—Hasta que por fin podremos acabar lo que dejamos pendientes, primita querida —me dice clavando sus ojos rojos,  su aliento apestaba a alcohol, de seguro ah tomado antes de venir, y eso me aterra más, estoy realmente confundida, y llena de temor, señor Jesús ayúdame, ayúdame por favor

—Por favor déjame en paz, estas enfermó, necesitas ayuda. —trato de sonar lo mas calmada posible ya no trato de zafarme para poder tranquilizarlo y que entre en razón.

"Jesús ven en mi auxilió, ayúdame"

No se quita de mi... y empieza a desabrocharse el pantalón quedando en boxers sin dejar de sostenerme... no se en que momento saco una navaja y se me tiene amenazada con ella.

Me lleva hasta la cama, lucho por quitármelo de encima pero me es imposible, me rompe la blusa que traígo, quedando en sostén, mira mis pechos con lujuria, lloro de impotencia, de rabia, no, no Dios mío sálvame, Jesús mi buen pastor ayúdame, ven, ven a socorrerme.

Robert

Termino de hablar con Nath y entro a mi clase, no me logro concentrar, siento una presión en mi pecho, me siento intranquilo, Señor ilumíname, que me pasa, ayuda a todos mis seres queridos.

Ya van quince minutos de clase, no logro concentrarme, sigo sintiendo una angustia muy grande, decido salir afuera e ir a casa, puede que mi mamá se puso mala otra vez y a Nath no le he enseñado, como debe ayudar a mamá, cuando le dan sus ataques, voy a paso rápido.

Llegó a casa y veo la puerta abierta, me apresuró a entrar, veo alrededor no hay nadie, subo a mi habitación y me encuentro con la imagen más dolorosa que he visto en mi vida, sin pensarlo hago que el imbécil que está lastimando a mi Nath, la deje en paz, ella está en sostén, tiene sus pantalones puestos, está llorando, se arrincona en una esquina del cuarto, yo golpeo a... no puede ser, es su primo Juan, de un golpe logro dejarlo inconsciente, tapo a Nath con mi chaqueta y ella al verme se aferra a mí, yo le correspondo el abrazo y acaricio su cabeza, en eso otra persona entra, el papá de Emily, me mira confuso, y sus ojos se llenan de lágrimas al ver a su hija tan afectada, le pido que llame a la policía y al poco tiempo se llevaron preso a ese imbécil, cuando Nath se tranquiliza, puede contarle todo a su papá.

—Padre, mi primo Juan intento abusar de mí, gracias a Dios Robert pudo evitar que me hiciera daño —dice mi Nath con los ojos hinchados de tanto llorar.

Su papá no puede pronunciar ni palabra esta asustado y en su rostro le caen algunas lágrimas, al ver a su papá tan afectado ella prosigue.

—Padre nunca te lo dije, pero Juan es un loco, siempre anda toqueteando a mis primas, cuando mis tíos están bien borrachos el aprovecha y toca a mis primas, pero se obsesionó conmigo porque yo no dejo que se me acerqué, ahora ves por qué no me gustaba ir a casa del abuelo —confiesa a su padre, el cual esta bastante sorprendido, y llorando, abraza fuertemente a su hija, la cual volvió a llorar en los brazos de su padre.

—Sera que puedes acompañar a Nath a la policía, tengo algo que hacer —dice todavía con la voz quebrada, siendo esas las únicas palabras que puede pronunciar, yo solo asiento.

—Pero papá ¿no me vas a acompañar? —dijo Nath todavía afectada por lo ocurrido.

—Perdón Hija, perdón por no saber cuidar de ti, y de tu hermana, lo siento —Fueron las únicas palabras que pudieron salir antes de que, sin esperar respuesta alguna saliera huyendo de ahí.

Nath llora otra vez y yo la abrazo fuertemente a mí.

Al cabo de un rato nos fuimos a levantar la denuncia y terminado el proceso legal, nos fuimos a casa en el trayecto, Nath decide ir a casa a ver a su familia, llegando a casa nos despedimos.

—Gracias por ser mi Héroe, por ser quien me dio a conocer el verdadero amor, a Jesús, y gracias por estar aquí conmigo, Te amo. —la abrazo una vez más y le doy un cálido besó, que no tarda ella en corresponder.

—Nath, mi Nath, haría eso y más, quiero que sepas que te amo, y eres el mejor regalo que Dios me pudo dar.

------------------

Si te gusta...

#Comenta&Vota ❤

Gracias a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora