Corteggio

17.- Los Prince

Había pasado más de un año desde que Severus "desapareciera" de la vida de Harry. No es como si no se comunicaran. Harry seguía escribiéndole y Severus contestaba sus cartas, pero esa chispa que había en Harry cuando pensaba en Severus, se estaba apagando aparentemente. Quería al hombre, pero Harry sentía que era hora de dejarlo "ir".

Era evidente que Severus no sentía lo mismo por él.

Quizás era lo mejor, al menos; eso se decía a sí mismo. Había esperado que ocurriera un milagro y Severus llegara y le declarara su amor, o algo menos cursi que eso.

Ese año lo había visto apenas dos veces. Una en navidad, donde apenas interactuó con él, y otra cuando le dieron su carta de aceptación en la Universidad Mágica, para la carrera de Política y Cooperación Mágica Internacional*. Dos momentos donde el hombre podía abrazarlo y tocarlo sin que nadie dijera nada, pero Severus no lo toco, solo le dio en ambos casos, las cortesías de rigor. Harry estaba dolido.

Cada pequeño rechazo del hombre estaba haciendo fisuras en su corazón y al mismo tiempo, estaba haciéndolo más... invulnerable. De alguna forma, se empezaba a ver a si mismo junto a Tom o junto al príncipe. Seguía amando a Severus y quizás lo iba a amar siempre, pero empezaba a pensar en sí mismo al lado de alguien más.

Tom había sido un amigo excelente ese año, le había estado ayudando con aquellos conceptos que le costaba trabajo entender, y ahora con los conocimientos sobre política y leyes, había encontrado que le gustaba la mente de Tom. Sus ideas habían cambiado, no radicalmente, sino más bien, adaptado al mundo moderno.

Tom abandono muchas ideas arcaicas que mantenía. Y eso fue justo a tiempo, ya que se abrió un lugar en el Wizengamot y Tom postuló para él. Como tenía el apoyo de varias familias que ya tenían un puesto ahí, su asignación fue casi inmediata. Tom Riddle era ahora parte de la maquinaria política del mundo mágico.

Una de las ideas más radicales que Tom adapto de sus viejas ideas, fue el asistir a los nacidos de muggles para integrarse al mundo mágico lo antes posible (originalmente era obliviarlos/matarlos por no ser partícipes de las viejas tradiciones). Y, sobre todo, darles a los padres muggles de hijos mágicos, asesoría sobre cómo educar a un niño mágico y ofrecerles vías de ayuda para los brotes de magia accidental.

Dumbledore quedó en shock en esa sesión. Y sumamente complacido. Harry estaba obrando cambios significativos en Tom, hace décadas, hubiera sido impensable que Voldemort abogara por "educar" en vez de "destruir". Y su idea tenía mérito. En Hogwarts se usaban las fiestas muggles que coincidían con las viejas festividades, porque era más fácil que las "ubicaran", pero definitivamente hubiera sido mucho mejor que llegaran con cierto conocimiento del mundo mágico los alumnos originarios de muggles.

La idea de un curso de "introducción" un año previo a Hogwarts, había provenido de Harry. Harry le contó a Tom que cuando Devdan llevo a Hermione con ellos a una visita a Hogsmeade, Hermione se quejaba de que nunca la incluían en las fiestas de Yule y Samhain, que a ella le parecía interesante. Harry le contesto que no la incluían porque no conocía las fiestas, a lo que Hermione le respondió que como iba a aprender si nadie se tomaba la molestia de explicarle, y los libros no tenían los ritos, sino solo la descripción de la fiesta. Eso le abrió los ojos a Harry sobre una deficiencia en el sistema educativo.

Sirius le propuso a Harry que le preguntará a su madre Walburga, quien estaba extasiada de explicarle todos los ritos antiguos al joven "que le interesaba al señor Riddle". Walburga resulto ser una excelente maestra y describía con precisión y de forma simple, los ritos de cada festividad. Una de las materias de Harry, requería que hiciera un borrador de ley, así que ocupo el conocimiento que estaba adquiriendo con Walburga Black para hacer este borrador, y estaba haciéndolo tan grande que Regulus se ofreció a ayudarlo con la redacción.