Capítulo 1

569 51 45
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Y aquí estoy. De nuevo mudándome, de nuevo dejando amigos a los que ya me había acostumbrado, de nuevo cambiando de escuela secundaria. Podría decir que es emocionante mudarse cada año, de hecho era lo que decía en las primeras mudanzas, pero ya estoy harta de esto. Solo quiero parar con las mudanzas por un tiempo, pero supongo que soy yo contra mamá y Alice, mi hermana menor.

Desde que papá murió ha sido así, mamá ha vuelto a su empleo de agente inmobiliaria, el cual detuvo en los años que papá enfermó, para poder cuidarlo, sé que no ha sido fácil para ella, y también sé que empezó con eso de las mudanzas para poder superar la muerte de papá, pero creo que todas necesitamos estabilidad ahora.

—Cambia esa cara, te prometo que no habrá mudanzas por un largo tiempo —dice mamá mientras baja las cajas que faltan del auto, que manía con las promesas.

—No prometas —respondo frunciendo mis labios. Ella me lanza una mirada de «lo siento, lo había olvidado»

No es que odiara las promesas, no. Las promesas no tienen nada de malo. Lo malo es que a la gente se les "olvida" cumplirlas. Papá prometió quedarse con nosotras, prometió que sobreviviría, pero el cáncer venció y no pudo cumplir su promesa, no porque no quisiera, él luchó hasta el final.

***

— ¡Lily, baja a desayunar! No quiero que llegues tarde a tu primer día de clases -gritó mi mamá desde la cocina. Yo ya estaba sentada en una esquina de la cama mirando fijamente un zapato, sin ningún motivo aparente.

Me levanté arrastrando mis pies hasta la ducha y me di un baño de agua fría para que se me quitara la pereza. Me puse unos jeans y una camiseta holgada, ni siquiera me molesté en cepillar mi cabello porque de todas formas se iba a alborotar después y me dispuse a bajar a la cocina para desayunar.

—Buenos días mamá, buenos días pequeño monstruo con vestido —Mamá me mira con un gesto divertido, Alice solo me saca la lengua y continúa comiendo su cereal. Yo me siento y comienzo a comer las tostadas integrales que me había servido mamá.

—Mami ¿Puedo quedarme a jugar esta tarde en la casa de Hannah? Por fa, ya es mi nueva mejor amiga por siempre, siempre —suplica Alice a mamá con su mejor cara de convencimiento.

— ¿Cómo es posible que ya tengas una mejor amiga? Llegamos aquí hace cuatro días —Le pregunto con curiosidad.

Vaya, una niña de 9 años es más sociable que yo.

—Porque yo si me las arreglo para tener vida social, bebé —Me contesta, mirando sus uñas como toda una diva.

Sé que con la comida no se juega, pero no me contuve las ganas y le lancé un trozo de pan.

— ¡Mami, Lily se está comportando como un animal salvaje de nuevo! —chilla Alice mientras me lanza uvas.

—Ya basta las dos, o estarán castigadas hasta el próximo año —Mamá mira a Alice y luego a mí, y nosotras sabemos que no está jugando.

La promesaWhere stories live. Discover now