RIESGOS

5.7K 353 47
                                    


III. RIESGOS

Sakura se movió ligeramente y se abrazó más al hombre que descansaba a su lado. Había sido una noche tranquila pero el dolor en su pecho aún le molestaba, se había despertado con frecuencia para aplicar un poco de chakra sobre la herida y para su sorpresa su sensei descansaba profundamente dormido. Era tan extraño verlo de esa forma, con la guardia tan baja y completamente relajado, su rostro al descubierto revelando al hombre atractivo que era y que la mayoría de las mujeres ya suponían. Estaba fascinada con él y rió al recordar lo que le había dicho anteriormente: es curioso cómo funciona el tiempo, era cierto. Sin embargo sentía que su tiempo juntos se le acababa, con el paso de los días se sentía más débil, por más descanso y cuidado que tuviera, sentía su cuerpo apagarse y le asustaba. Esa herida sería fatal. Le dirigió una mirada a su sensei, aún parecía dormido. Lo normal sería sentirse extraña por estar en la misma cama con él , pero no, eso no pasó; por el contrario, se sentía como si fuera la cosa más normal del mundo. Parecía extraño que estuviera tan acostumbrada a él después de dos años separados.

-Buenos día- sus sensei la saludaba -¿Te sientes mejor?- cada vez que preguntaba sobre su salud sus ojos se oscurecían ligeramente, era lo más cercano al miedo.

-Me siento de maravilla- se fundieron en un beso que no tenía nada de inocente. La ninja podía sentir su lengua tocando la suya, hambrienta del otro, sus manos explorando sus cuerpos. Kakashi terminó sobre ella, presionando la cadera contra la suya, jadeando contra su boca al sentir ese roce tan íntimo, tan necesitados del otro, como dos verdaderos adolescentes. La ninja aún tenía la bata puesta pero comenzaba a subirse con el balanceo de sus caderas, sus bragas comenzaban a humedecerse, sentía como un bulto erecto presionaba contra la delgada tela de la ropa.

-Pídeme que me detenga- le suplicó su sensei en medio de besos y jadeos. –Te lastimaré- pero Sakura no pensaba pedirle que parara, apenas y sentía dolor.

-Continúa- enganchó su pierna a la cadera y, aún cuando su sensei vestía sus pantaloncillos, sentía su erección.

-¡Joder!- exclamó presionando más contra ella, tentado de bajar las bragas y sus pantalones. Pero se alejó de ella de un brinco. Su alumna tardó unos segundos en entender lo que había pasado y cuando lo hizo suspiró divertida –Es lo que ocasionas en mí- declaró tratando de resistir la tentación de abalanzarse sobre ella de nuevo.

-No parece tan malo- le giñó un ojo y eso fue suficiente. La besó con fuerza, invadiendo su boca.

-Tienes que recuperarte pronto- le pidió como un niño pequeño. Sakura rió, evitó responder y se recostó en la cama tratando de recuperar un poco de fuerza.

Durante los siguientes minutos Kakashi paseó por toda la habitación intentando calmarse, subió su máscara para evitar tentasiones, se acercaba a la ventana para coger un poco de aire y evitaba a toda costa ver a su alumna. La ninja observaba divertida la escena, pero la verdad era que estaba exhausta y adolorida de todo el cuerpo, era un verdadero reto mantenerse despierta y evitar curarse la herida que punzaba. Sabía que si lo hacía, el ninja que paseaba inquieto por la habitación, se preocuparía de más y no le volvería a poner un dedo encima. Para su fortuna la puerta se abrió, Kakashi ya estaba completamente vestido y parecía relajado.

-¿Qué haces aquí, Kakashi sensei?- Naruto había entrado y parecía realmente sorprendido de encontrarlo ahí.

-Sólo venía asegurarme de que esta pequeña estuviera bien- el ninja parecía estar completamente controlado. Naruto sólo se encogió de hombros y se dirigió a su compañera.

-Tengo una sorpresa para ti, Sakura-chan- anunció emocionado.

-¿De qué se trata?-

-La Abuela me dado permiso para llevarte a dar un paseo por la Aldea- el cansancio de la joven desapareció casi de inmediato al escuchar esa noticia, se moría por sentir el aire fresco contra su piel.

DE VUELTA A CASADonde viven las historias. Descúbrelo ahora