epílogo segunda temporada

2.7K 279 57
                                    

"CHLOE"

¿Se han preguntado, si llegas a conocer realmente al amor de tu vida? Yo creía conocerlo, mejor que a nadie

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


¿Se han preguntado, si llegas a conocer realmente al amor de tu vida? Yo creía conocerlo, mejor que a nadie. Pero, ¿saben? Eso es pura mierda.

Ser torturada por el hombre que decía amarte, es terrorífico, pero algo peor que eso, es ser traicionada por él mismo.

Meses atrás, simplemente hubiera escapado de este infierno e iría detrás de mi futuro, salir adelante de tal trauma que ese hombre me hizo pasar por tanto tiempo y rehacer mi vida. Pero, ¿que vida puedo tener yo, si esté sujeto la arruinó por completo? Ahora, digo que eso es de cobardes, y me alegro de ser quien soy ahora, una maldita perra psicópata.

Camino con pasos lentos alrededor de la gran cama king size y maldigo por qué nunca permitió que durmiera aquí, y el coraje se apodera aún más en mi al recordar cuanta prostituta si lo hizo. Pero, ¿que más da? Ahora es mía, y puedo dormir tranquilamente, moviéndome de un lado a otro gracias a su inmensidad.

—Justin... si tan solo hubieras hecho las cosas bien —susurro para mi y después continuó hablando sola— ahora estuvieras aquí, conmigo, y a la mierda lo demás.

Abro un pequeño cajón del tocador de madera importada, sacó de él una camiseta desgastada, y la paso suavemente por mi respingada nariz, oliendo el rico aroma tras mis poros. —Mmm... varonil. Descansa en paz, Justin. Estas muerto para mi.

✖️✖️✖️✖️

Los gritos cada vez aumentaban, al grado de desesperarme por completo. Suelto con agresividad el cuchillo con el que cortaba tranquilamente la cebolla y volteo hacía aquella puerta. Oh vaya puerta, negra y despintada. Cuántos recuerdos.

Sin más que pensar, camino hacía ella y tomo la perilla, haciendo que esta se abra. Las escaleras que conducían hasta aquella otra puerta de metal, estaban terriblemente sucias, y es que la verdad no he tenido el tiempo de barrer y sacudir allí abajo. Otro grito se apodera de mis tímpanos, bufo y bajo con cuidado cada escalón. Al llegar, sonrió mordiéndome el labio inferior.

Abro la puerta y me encuentro con la escena más satisfactoria de mi vida. Mi hermoso castaño atado con cadenas en cada uno de sus brazos completamente tatuados, pero no en la cama esta vez, simplemente parado, desnudo para mí y solo para mí. Claro que no soy tan mala, deje el televisor encendido frente a él para que no se aburriera. Soy un amor.

Me mira, y no entiendo qué emoción tendrá, no muestra absolutamente nada. Solo susurra algo que entiendo perfectamente. —Chloe...

—Justin —afirmo con más seguridad que él y me acerco un poco— ¿Podrías callarte? Intento preparar la cena de esta noche.

Mi querido y aún esposo intenta hablar de nuevo pero inmediatamente saco el pequeño control remoto de una de las bolsas de mi mandil para cocinar y sin temor alguno, presiono el botón que indica un nivel número seis.

Un grito desgarrador tiembla por el temido sótano y toco suavemente su cara rasposa, ya que la barba comenzaba a salirle. —No seas una nena, mi amor.

Justin comienza a temblar, pareciera de enojo y solo cierra sus ojos de golpe. —Mi pequeña Chl...

—Dije que te callarás, hijo de puta. —lo interrumpo fulminándolo con la mirada. —No me llames pequeña, ya no lo soy. Soy grande, y aprendí del mejor. Gracias por todo el entrenamiento cariño, pero ahora me toca entrenarte a ti, por niño malo y traicionero.

Luna de miel ≫ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora