Melody es una joven que tras la muerte de sus padres en un accidente se muda con su tía que a pesar de ser diez años mayor se comporta como si tuvieran la misma edad. Dentro de sus grandes deseos de superación conoce a Gaspar, un muchacho que padece...
Esta vez me puse lo más bonita posible y para eso pedí ayuda a mi tía que era una experta aunque no estaba del todo convencida que saliera con Christian pero terminó aceptando siempre y cuando me cuidara. Christian estuvo a la hora exacta en mi puerta y me miró abriendo más los ojos al notar el cambio en mí; me había puesto un vestido negro entallado con tacones a juego que esperaba no me hicieran doler los pies, mi cabello estaba sujetado en una media cola con bucles en las puntas y de maquillaje había resaltado mis ojos con delineador y máscara para pestañas, para terminar mis labios tenían un ligero rojo que los hacían parecer más gruesos.
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- Hermosa –me saludó con un beso en la mejilla –todos van a envidiarme.
- Gracias. Tú también.
Él estaba con un pantalón jean oscuro, camisa negra con unos detalles y su cabello peinado hacia atrás. Vino en un carro esta vez que no pregunté de donde lo había sacado pero se veía nuevo e incluso olía bien por dentro. El camino fue de unos quince minutos hasta que llegamos a una casa grande con varios carros en la entrada y un par de hombres vestidos de negro que estaban cuidando con cara de amargados. Cuando entramos muchos nos quedaron mirando porque yo puse mi brazo entrelazado al de Christian, total, si iban a hablar que lo hicieran con motivos.
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- Señor Castillo –se acercó a un hombre que estaba vestido de traje negro elegante y con un cigarro en la mano. –le presento a mi novia Melody.
- Mucho gusto –dije acercando mi mano para estrechar la suya, el hombre me miró de pies a cabeza y luego se acercó para saludarme con un beso en la mejilla.
- El placer es mío Melody, has tenido distraído a mi muchacho.
- Lo siento.
Se rió cuando me disculpé lo cual tomé como algo bueno. Habló algo al oído de Christian y nos retiramos hacia la mesa del buffet.
- ¿Por qué tanto lujo? –dije al mirar a mi alrededor, nunca he estado en una fiesta como esta.
- Es el cumpleaños de la esposa de mi jefe y la tiene en un pedestal.
