Capítulo 34

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Esa misma noche en el 105.


-Sabíamos que pasaba algo... -susurró Dinah en un hilo de voz sentada en una silla del porche de su parcela junto con Ally, Normani, Camila y Lauren. Las dos últimas chicas habían decidido reunirse con sus tres amigas y contarles toda la verdad – Cuando leímos la carta que me dejaste, las tres pensamos que algo pasaba.

-¿Por qué no me dijisteis nada sobre esa carta? –preguntó Camila, la cual tenía su mano agarrada fuertemente con la de Lauren.

-Oh, venga ya Camila... -habló esta vez Ally –estabas hecha polvo. Recuerda que no supimos nada de ti durante muchos días, si encima te hubiésemos hablado sobre la carta de Dinah no lo hubieses soportado.

Lauren miró de reojo a Camila al saber que ni si quiera había querido saber nada de sus tres amigas cuando ella se marchó. Se sentía muy culpable de cómo lo había pasado Camila y ojalá las cosas hubiesen sido distintas.

-¿Qué haremos ahora? –inquirió Normani mirando a Lauren.

-No lo sé... no quiero que estéis en peligro, ni vosotras, ni mi familia.

-Pero Lauren, ahora que nosotras lo sabemos, estaremos contigo, no nos pasara nada, ni a tu familia tampoco, te ayudaremos –dijo Dinah con una tranquilizadora sonrisa.

-Siento mucho como te hable ese día –se disculpó Ally.

-Tranquila, no sabíais nada de esto... Es normal, Camila es vuestra mejor amiga.

-Te hemos echado mucho de menos –finalizó Dinah levantándose y abriendo sus brazos –venid aquí pequeñas mías.

Lauren fue la primera en levantarse y rápidamente caminar hacía los brazos de Dinah, abrazándola con fuerza, después se unieron Ally y Normani al abrazo y tras unos segundos observando la escena con una amplia sonrisa también Camila se unió a ellas, abrazando a sus tres mejores amigas y a la chica de la que estaba incondicionalmente enamorada.


Al día siguiente en el 220.


La sorpresa de los Jauregui fue enorme cuando vieron aparecer a su hija mayor por la puerta del 220. Lauren con una sonrisa les contó que finalmente había decidido volver hasta que terminase el verano por completo y que Chris también vendría ese mismo día por la tarde.

Taylor, la cual aún parecía estar enfadada con su hermana mayor, no pudo resistirse a abrazar a su hermana dulcemente cuando esta le pidió perdón por dejarla sola esos días con un puchero. Ante todo, eran hermanas y como Lauren quería a su familia, no quería a nadie.

Tras hablar un largo rato con su familia, del cual la mayor parte había tenido que mentir sobre lo bien que había estado en la ciudad con Adam, no podían saber la verdad porque se preocuparían demasiado o posiblemente llamarían a la policía y todo empeoraría. Al que sí contaría todo era a su hermano Chris, ya que el chico no estaba ciego y había podido comprobar el comportamiento de Adam hacía su hermana en varias ocasiones mientras estaban en la ciudad, por lo tanto subió de nuevo a aquel desván que había echado de menos y tras comprobar que su familia no estaba cerca llamó desde su iPhone a su hermano.

-Hola pequeño –saludó Lauren dulcemente.

-Laur ¿dónde has pasado la noche? Estaba preocupado por ti y no respondías mis llamadas –la voz del chico sonaba preocupada.

-Tranquilo, acabo de verlas, siento no haberte llamado antes pero... tengo que contarte una cosa, prométeme que puedo confiar en ti y que no se lo contaras a papa, ni a mama, ni a Tay.

La urbanización - Camren Fanfic [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora