Capítulo 13:

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-Este no me gusta... No te queda nada bien. Pruébate este. -Lexi me pasa el quinto vestido de novia. Lo cojo para probármelo. La chica de la tienda me ayuda a ponérmelo y le hace algunos arreglos antes de salir para que Lexi lo vea.

-A mí no me gusta... Tiene demasiada tela, y no quiero parecer un saco de patatas...

-Si me permiten que les diga algo... -Dice la chica de la tienda, que no debe ser mayor que yo. -Amaral, tienes una figura y un tono de piel muy bonitos. Creo que lo mejor para ti sería un vestido con cola de sirena de color blanco roto. Te traeré algunos para que te los pruebes.

Al rato trae unos 4 vestidos más. No sabía que buscar vestido de novia fuese tan trabajoso, estoy cansadísima...

Pero entonces lo vi... Entre los vestido que traía uno llamó mi atención. Era ajustado hasta las rodillas y tenía una cola bonita, y de tirantes. Me enamoré de él en el instante que lo vi colgado de la percha. Me lo probé y quedaba precioso. La chica de la tienda buscó también unos pendientes y una tiara que me fueran bien con el vestido.

No pude evitar emocionarme cuando me vi frente al espejo. Este iba a ser el elegido, no tenía dudas. Me calcé unos bonitos tacones y salí para que Lexi me viera. Se quedó boquiabierta y comenzó a aplaudir emocionada. Lexi se empeñó en regalarme los pendientes, la pulsera y unos broches para el pelo.

Aún faltaba tiempo para la boda pero ya estaba todo listo. Teníamos el lugar en el que se celebraría la ceremonia, el lugar para la fiesta... Pero quedaba una parte difícil. Tenía que conocer a los padres de Yon. Sabía que vendrían mañana por la mañana y estaba de los nervios. Supongo que nunca es fácil conocer a los padres de tu prometido.

Después de elegir el vestido Lexi tuvo que irse, así que yo me fui a casa. Obviamente le había pedido a Lexi que fuera mi dama de honor y que eligiese el vestido que quisiera.

Cuando llegué a casa me extrañó que Yon no estuviese allí. Me puse unos viejos shorts de color beige y una camiseta de tirantes blanca y comencé a limpiar la casa al ritmo de Forget Forever de Selena Gomez, subí más el volumen, y cantaba mientras limpiaba.

Entonces escuché la puerta de la casa abrirse.

-Amor ¿Ya estás aquí? -Me asomé para ver a Yon pero me quedé pálida. Rápidamente fui a apagar la música y a dejar la fregona. Yon había entrado y venía acompañado con sus padres. Madre mía... menuda primera impresión debo de darles en este momento, vestida de esta manera y con la música así de alta.

-Cariño, estos son mis padres, Robert y Elisa. Han adelantado su vuelo y he tenido que ir a recogerlos, siento no haberte avisado.

Me acerqué a ellos y les di dos besos. -Encantada de conocerlos.

-Lo mismo digo. -Dijo la mujer.

Parecían bastante serios, y la más intimidante sin duda era su madre. La mujer era igual de alta que yo y de cabello largo y rubio, mantenía una buena figura y, sin duda, Yon había heredado los ojos de ella. Además tenía una pose altiva y vestía elegante. El padre era alto de ojos grisáceos, su cabello era corto y moreno. Robert parecía un hombre amable, incluso sonrió al verme de aquella manera, pero Elisa...

Después de aquella incómoda y tensa presentación fui a darme una ducha para arreglarme ya que saldríamos a cenar con los padres de Yon. Me puse un vestido color verde esmeralda que dejaba al aire un hombro, completé el look con un collar plateado y unos pendientes largos, me puse unas sandalias de tacón plateadas. Me veía bastante presentable.

Yon se había encargado de reservar en un lugar elegante. Cuando llegamos y nos llevaron a nuestra mesa me senté junto a Yon, y sus padres frente a nosotros. Ordenaron que nos trajeran un vino y las cartas para pedir la comida. Y una vez que nos decidimos comenzamos a hablar. En un principio fue una charla normal pero después se fue tornando más incómoda para mí.

La chica del cabello de fuegoWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu