Epílogo

2.1K 183 23
                                    

Seis años después...

Los dos niños se asomaban a la cuna de la pequeña Daisy, no paraban de hacerle tonterías con la cara para que la pequeña de apenas 1 año se riera. Ya estaba cansada de decirles que se estuvieran quietos y que dejaran dormir a la niña, pero seguían sin hacerme caso.

Miré a Lexi, que estaba sentada a mi lado y miraba a los niños con una sonrisa.

-Lexi, diles algo o no dejarán a Daisy dormir. -Le dije a mi amiga.

-¡Tía Lex, tía Lex! -Decían Lara y Mateo mientras corrían hacia nosotras.

-¿Podemos coger en brazos a la prima Daisy? -Preguntó mi hija a Lexi con cara de penita.

Su hermano la miró con el ceño fruncido. -¡Eh! ¡Eso no es justo! Ahora me tocaba a mí cogerla ¿A que sí mami? -Me miró Mateo.

Bufé. Estos niños son de lo que no hay... No paran de pelear todo el día y son muy traviesos. Mateo y Lara son mis pequeños monstruitos, y dentro de unas semanas cumplirán los 6 años. Se quieren mucho aunque haya veces que se peleen, como todos los hermanos supongo. Lo malo ocurre cuando se alían. Juntos son como una bomba.

Y la pequeña Daisy es la hija de Lexi. 

Lexi conoció a Michael hace 3 años y se enamoraron perdidamente el uno del otro. Michael es un chico realmente encantador, y es enfermero. No tienen pensado casarse pero viven juntos y tienen a su pequeña. El chico se ganó el cariño de todos nosotros desde el principio. Juega con Mateo y Lara siempre, y ellos lo quieren mucho.

Mateo y Lara están peleando sobre quién coge a Daisy. Me levanto como puedo, ya que mi enorme barriga no me deja moverme fácilmente, y me acerco a mis hijos. 

-Se acabó. -Les digo mirándolos severamente. -Nadie va a coger a la niña. Punto, no hay discusión.

Ambos hermanos se cruzan de brazos enfadados. Justo entonces entran Michael y Yon con bolsas de McDonald’s. Michael se acerca a Lexi para besarle, me saluda a mí y a los niños, y se acerca para coger a Daisy. 

Yon se acerca a mí y me da un pequeño beso en los labios, y se agacha para besar mi barriga. Después se acerca a sus hijos y los ve allí, enfadados. 

-¿Ya os habéis peleado? -Le pregunta divertido a los niños. Le revuelve el pelo a Mateo y besa la cabeza de Lara. 

-Mamá nos ha reñido... -Dice Lara haciendo un puchero.

-Algo habréis hecho, bichitos. 

Comemos todos juntos, pero la tranquilidad no dura mucho ya que un rato después Mateo y Lara se tiran sobre Michael y Yon para que jugasen con ellos. Mateo quería jugar con la pelota y Lara a las casitas.

Suelto un suspiro y sonrío. Mis niños son lo mejor que tengo en mi vida, y dentro de poco seremos más. Acaricio mi barriga. 

Desde que nacieron mi vida dio un gran vuelco. Son unos niños muy activos y traviesos desde pequeños. Adiós a la tranquilidad, a dormir la noche entera... Pero soy feliz. 

Yon y yo queríamos otro bebé, pero necesitábamos un descanso. Y ahora decidimos que sería un buen momento. Y aquí estoy, con una barriga de 5 meses. Yon quería saber si era niño o niña, pero yo le dije que sería una sorpresa. Espero que al menos este pequeñajo sea más tranquilo que sus hermanos o acabaremos locos.

Veo que mis niños se acercan a mí y ponen sus cabecitas en mi tripa. 

-Tengo muchas ganas de que Emily nazca para poder jugar con ella a las muñecas... -Me dice ilusionada Lara.

-De eso nada, va a ser un hermanito y formaremos un equipo para jugar al fútbol. -Mira a su hermana con confianza.

-¡Será una niña! -Le grita enfadada Lara.

-¡Será un niño! -Le contesta Mateo.

-¡Se acabó la discusión! -Yon se mete en la discusión. -No más peleas... Porque está claro que será un niño y jugaremos a fútbol. ¿A que sí Michael? 

El padre es peor que los niños... 

-No, no... -Dice Lexi, cogiendo en sus brazos a Lara. -Será una niña... Y así Daisy, Lara y yo haremos un equipo y os venceremos con la pelota.

Chocan las palmas y Lara ríe contenta. Miro a Michael que se mantiene al margen como yo, me sonríe y encoje los hombros. Parece que somos los únicos normales aquí.

-¡Eso ya lo veremos! ¡Esto es la guerra! -Grita Yon, cogiendo a nuestros hijos y haciéndoles cosquillas, comienzan a correr por todo el jardín, persiguiéndose los unos a los otros. Michael, Lexi y yo reímos a carcajadas al ver que Mateo y Lara han hecho equipo, y han tirado a su padre en la piscina. Yon sale empapado de la piscina, coge en brazos a sus hijos y se tiran a la piscina.

Jamás imaginé que mi vida podría ser más increíble de lo que ya lo era.

Y esto fue todo amigos... Aquí acaba esto. Me siento bipolar: soy feliz porque todo ha ido bien, pero a la vez me siento triste porque esto se ha acabado. Pero bueno, todo tiene su principio y su final.

Espero sinceramente que os haya gustado y que hayais disfrutado leyendo esta historia. Gracias a los que han votado y leído la historia hasta el final. Y por supuesto a mis pequeñas primas, Maqui y Mae-ri, que me han ayudado y apoyado con la historia.

De nuevo gracias a todos :)

La chica del cabello de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora