Once

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— Creí haber dicho media hora, tan puntual como siempre, ¿verdad, HongBin? — Le recrimino Mingyu, en cuanto lo vio ingresar en la cafetería.

— Pues lo siento, pero tuve algunos inconvenientes. — Respondió el contrario mientras tomaba asiento, recordando al mismo tiempo que si no fuera por Hyuk, habría salido a la calle con un pijama de conejitos.

— Te perdono por esta vez, como sea, vayamos al punto. — Dijo el menor, dándole un sorbo a su café. — Como te dije por teléfono, al parecer hay una manera de que Hyuk pueda volver a ver.

— ¿Cómo es posible eso? — Interrogó mirándolo atentamente.

— Trataré de decirlo de manera simple y resumida, para que puedas entender. — Dijo uniendo sus manos arriba de la mesa. — Mi profesor de la universidad, estuvo investigando muy arduamente durante años, yo le estuve ayudando un poco y cuando me contaste sobre Hyuk, no dude en comentarle acerca de su accidente y cómo fue que quedo invidente, entonces él me mando a preguntarte si no podrías... no lo sé, hablar con tu novio, acerca de una posible operación.

En medio de la explicación, HongBin había comenzado a morderse las uñas, costumbre que tenía desde siempre y hacia cada vez que estaba nervioso.

— No lo sé... no tengo idea de como podría tomárselo él, ni como podrían tomárselo sus padres.

— ¿Bromeas? — Mingyu soltó un suspiro. — Estoy cien por ciento seguro de que la idea de que su hijo pueda volver a ver, sólo les dará felicidad.

— ¿Y Hyuk? ¿acaso lo que él opine de todo esto no importa? — Cuestionó casi que ofendido.

— ¡Claro que si, por eso quiero que le comentes la idea! ¡para saber si él está de acuerdo o no! — Exclamó alzando la voz, llamando la atención de los clientes que se encontraban a su alrededor.

Fue el turno del mayor esta vez de suspirar, sólo que de manera cansada.

— Lo lamento, tienes razón, me alteré un poco. — Se disculpó en voz baja revolviendo el café del contrario, que ya se había enfriado.

— Lo noté, pero tranquilo, Hyuk puede tomarse su tiempo para decidir bien que hacer.


☆☆☆





El Lunes siguiente, HongBin, como siempre, se encontraba junto a Hyuk en su habitación dándole clases.

Pero su mente solo divagaba en lo que le dijo su amigo, haciendo que cometiera varios errores en lo que decía, cosa que no paso desapercibida para su novio.

— Estás raro. — Murmuró el menor acariciando su pierna derecha. — ¿que te pasa?

— Nada... — Respondió. — Lo siento, volvamos al libro. — Dijo tomando dicho objeto entre sus manos.

— No, no hasta que me digas de una vez que te pasa. — Se negó frunciendo el ceño.

— Te ves muy lindo cuando te enojas, pero no me pasa nada. — Trató de tranquilizarlo depositando un pequeño beso en su mejilla.

Hyuk suspiro frustrado.

— Te conozco y algo sucede, no estás tan alegre como siempre. — Le recriminó.

— ¿No tengo derecho a sentirme desanimado de vez en cuando?

— Por supuesto que si, y por eso quiero saber que es lo que te aflige.

HongBin se detuvo a pensarlo unos segundos.

Hyuk finalmente había superado su depresión debido a su discapacidad, y ¿que tal si él le cuenta acerca de la operación, pero resulta que al final no funciona? no quiere que vuelva a caer en ese agujero de tristeza y desilusión.

— De acuerdo, te diré. — Dijo tomándolo de las manos. — Pero quiero que me prometas que me dejarás terminar, ¿de acuerdo?

SangHyuk asintió entusiasmado.

— Tengo un amigo que es estudiante de medicina, y me contó que su profesor, quien es doctor, parece que encontró una posibilidad de que... recuperes la visión.

— ¿Qué? — Cuestionó alejandose por el impacto de la noticia, y debido a eso termino soltando las manos que lo sostenían. — Eso es imposible, ¡todos los doctores me han dicho que lo mio no tiene solución! — Exclamó alzando un poco la voz.

— Comprendo como te sientes, creeme, yo reaccione exactamente de la misma manera, pero al fin y al cabo, es tu decisión el someterte a la operación o no, yo sólo cumplo con el deber de avisarte de que la oportunidad esta ahí.

— HongBin... quiero estar solo, continuemos con la clase mañana. — Le pidió tocándose las cienes con sus dedos.

— ¿Estas seguro? si quieres yo puedo-

— Si, estoy seguro. — Lo interrumpió. — puedes irte.

A pesar de la frialdad del menor, HongBin no dudo en acercarse de todas a él y depositar un largo beso en su boca.

— Te amo, no lo olvides. — Susurró aún sin alejarse del todo de sus labios.

— Yo también... te amo, Binnie. — Hyuk le dio otro pequeño beso, y finalmente luego de eso, el mayor se fue.

SangHyuk realmente estaba algo confuso.

Desde que tuvo el accidente que se la paso oyendo de parte de muchos profesionales, que las probabilidades que él tenía de volver a ver, eran nulas.

Le costo tanto tiempo asimilar eso, paso por tantas cosas difíciles, el tener que aprender a convivir con esa discapacidad no fue nada sencillo.

Simplemente le costaba comprender que hubiera una solución.

Al parcer HongBin se había aparecido en su vida, no sólo para enseñarle el significado de amar, sino que también para cambiarla por completo.

En esos momentos se sentía mal por haberlo echado así de repente, siendo que él no había hecho nada malo.

Pero Hyuk no pudo evitar que su confusión, se transformara en ira, la cual inevitablemente descargo contra el profesor.

De tan solo imaginar que podría conocer y ver el rostro de HongBin... le causaba cierto nerviosismo, pero a la vez también una felicidad y emoción inmensa.

¿Sería buena idea arriesgarse?

Blind love » Hyukbin.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang