Blind love » Hyukbin.

Quince.

Lean la nota al final, por favor.

Comunicarles a sus padres la decisión que había tomado acerca de seguir adelante con la operación de sus ojos, no fue tan fácil como Hyuk lo pensó.

Él creía que iban a estar de acuerdo al cien por ciento, pero no fue así.

— Después de lo ocurrido en el accidente, me da mucho miedo perderte, no queremos arriesgarnos. — Le explicaba su madre, quien estaba sentada junto a su padre en el sofá y el menor se encontraba junto a ellos.

— ¡Pero mamá! esta es una oportunidad única en mi vida, podría recuperar mi vista, verlos a ustedes luego de años... ver a Hongbin por primera vez.

— O también podría salir mal, y no quiero que vuelvas a entrar en depresión, hijo.

Hyuk suspiró.

— Hongbin fue el único que me ayudó a estar mejor. — Murmuró poniéndose de pie y yendo hacia su habitación, sin importarle los llamados insistentes de sus padres.

Se recostó en su cama, enfadado.

Esa situación le recordaba a aquellos tiempos en los que aún no había conocido a su profesor, y generalmente así se la pasaba todo el día, tirado en el colchón, con una tristeza y enojo muy grande.

Pero las cosas habían cambiado muchísimo desde ese entonces.

¿Quién diría que terminaría enamorado de ese sujeto que sólo estaba ahí para enseñarle cosas del colegio?

También estaba un solo paso de posiblemente recuperar su vista, claro, eso si sus padres recapacitaban.

Por supuesto que entendía perfectamente la preocupación de ambos, sobre todo de su madre, quien siempre había sido sobre protectora con él, aún antes del fatal accidente que le robó el sentido de la vista.

Y peor aún fue el incidente del coche.

Todo pensamiento sobre aquello se evaporó en cuanto escucho unos pequeños toques en la puerta de su habitación.

Sabia quien era, por lo que simplemente soltó un adelante, sin moverse de su lugar.

Podría reconocer los pasos de la mujer que le dio la vida en cualquier lugar.

— Cariño... — Susurró su madre sentándose junto a él, a una distancia prudencial.

Sanghyuk no respondió nada.

— Comprendo tu frustración, créeme, y no vine aquí a seguir discutiendo.

— ¿Entonces a que has venido? — Cuestionó el menor apoyándose en el respaldo de la cama.

— Tu padre y yo sabemos lo importante que es la operación para ti, así que, aunque me dé un terrible pavor, quiero decirte que no pondremos peros a que la realicen.

— ¿Por qué cambiaste de decisión tan rápido? hace sólo unos minutos te negabas totalmente.

— Porque no hace falta pensarlo demasiado, confío en Hongbin y él está muy seguro de esto. No sabemos si saldrá bien o mal, pero si no lo intentamos... ¿como podremos averiguarlo?