Blind love » Hyukbin.

Trece.

Nota de la autora:

Perdón por haberme desaparecido, yo no soy así de dejar colgada una historia por tanto tiempo, pero tuve un bajón que me saco las ganas de seguir escribiendo esta historia. Sin embargo agradezco a todas las que siguieron leyendo y sobre todo dándome palabras de aliento, créanme que eso ayudó y me subió el animo.

Ahora sin más, la dejo con el capítulo.

La operación estaba programada para el día siguiente y Hyuk no podía estar más que nervioso.

Estaba recostado en las piernas de Hongbin, martirizándose pensando en distintos escenarios donde todo terminaba saliendo mal.

El mayor lo notó, por lo que se dedicó a acariciarle el cabello de manera suave y dándole palabras de aliento.

— Hey, tranquilo, te aseguro que todo saldrá bien. — Hongbin en esos momentos prácticamente vivía en la casa del menor, sólo para asegurarse de que estuviera bien.

— Lo siento, es sólo que tengo un extraño presentimiento de que algo malo sucederá. — Suspiró frustrado.

— ¿De que hablas? Olvídate de eso, es más, vamos a salir. — Sugirió emocionado.

— ¿Salir? ¿a donde? — Cuestionó riendo, mientras levantaba la cabeza de su regazo.

— ¿Que tal... al parque en donde nos besamos por primera vez?

Hyuk se sonrojó y asintió igual de emocionado.

— Pero no quiero ir caminando, ¿podemos ir en tu auto? — Le preguntó formando un pequeño puchero con sus labios.

— Que perezoso que eres. — Hongbin puso los ojos en blanco, sin embargo luego sonrió acariciando sus mejillas con ambas manos. — pero haré todo lo que me pidas, mi amor.

Hyuk le sonrió, inclinándose para darle un pequeño beso en los labios, de esos que tanto le gustaba darle.

~•~

No recuerda exactamente cómo fue que sucedió.

Si recordaba haberse subido al auto junto a Sanghyuk, y comenzar a manejar en dirección al parque que previamente habían decidido ir juntos, para distraer al menor de sus preocupaciones en cuanto a la operación de la vista.

Pero luego de eso, todo fue negro.

"¡Hongbin! Despierta por favor" escuchaba a lo lejos.

Comenzó a abrir los ojos lentamente, encontrándose con un entorno desconocido para él.

— ¡Gracias a Dios! — Exclamó alguien a su lado.

Una vez que su vista se acostumbró, logró distinguir el lugar en el que se encontraba.

Una habitación de hospital, al parecer.

— ¿Te sientes bien? ¿te duele algo? — Era Taekwoon, bombardeándolo con muchas preguntas, una detrás de la otra.

— ¿Que hago aquí? — Cuestionó tratando de sentarse en la cama, sin embargo un dolor punzante en la zona de las costillas lo invadió, impidiéndole cualquier movimiento.

— No hagas eso, el doctor dice que te quebraste tres costillas. — Le informó su amigo algo preocupado.

Seguía sin comprender que hacía ahí cuando hasta hacía unas horas atrás estaba pasando tranquilamente el rato con su novio.