Si el destino así lo desea. [2daT.] Nanatsu no Taizai. [TERMINADA]

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Bueh... No sé que canción poner... Acepto sugerencias :3

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Observé a mí alrededor.

Un bosque.

Vi hacia abajo y pude ver que mi sombra era gigante sobre el pasto verde. Me moví y la sombra me siguió.

Con curiosidad, di media vuelta.

La luz de la luna cegó mis ojos. Traté de usar mis brazos para protegerme de la luz.

La luna estaba en su punto máximo: Una luna gigante blanca con grandes y pequeños puntos grises.

Pero, la luz también era consumida por la oscuridad de la noche, aunque, la luz era lo que más resaltaba.

También había estrellas en esa capa de oscuridad, pequeños puntitos blancos y brillantes.

Vaya que era una gran vista.

-¡...te! -brinqué del susto.

Una voz retumbó por el bosque. Una voz casi inaudible.

-¡Ahora! -gritó la persona, esta vez pude captar mejor el sonido. La voz era más bien de una joven.

Confundida y sorprendida me di media vuelta.

No había nadie.

Sin embargo, por el bosque sonaba un pequeño llanto. Un llanto algo pausado y ambiguo.

De pronto, pude captar por mi rabillo del ojo un color inusualmente brillante.

Automáticamente gire a verlo. Otro pequeño destello de luz apareció en las profundidades del bosque.

Alcé una ceja y con algo de inseguridad, mis piernas se movieron muy lentamente.

Estaba por meterme entre unos árboles cuando un movimiento me hizo volver a voltear.

Algo, o más bien alguien se movió tres arboles a mi derecha.

Me le quede viendo, sólo podía ver algo blanco, pero los sollozos provenían de ahí.

Di un vistazo a lo profundo del bosque frente a mí, y volví a ver a donde provenían los sollozos.

Al final, decidí ir a la persona, ya que, quedaba más cerca y podía ver mejor.

-¿Ho... hola? -murmuré temblorosa y me junté al primer árbol a mi lado. No respondió-. ¿Está... bien? ¿Le sucede algo?

Aun así, no respondió. De hecho, el llanto se volvió un poco más fuerte.

Hice una mueca sin entender y tomé todo el valor dentro de mí para acercarme lo suficiente como para ver quién era.

-¿Se siente bien...? -pregunte acercándome un poco más.

Logré llegar al tercer árbol, sin embargo, la persona estaba al otro lado de esta.

Di una gran bocanada de aire y relaje mis músculos.

Bien... Aquí voy, pensé.

Le di media vuelta al árbol lentamente.

-¿Ho...

Sentí mis pupilas contraerse e inmediatamente mis ojos se abrieron cómo plato.

-... la? -terminé mi oración.

¿Qué rayos...?

¿Pero qué carajos?

¡Eso... Era imposible! ¡Simplemente imposible!