~ La marcha de los inocentes , La Héjira ~

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Era imposible creer que pasara. Pero así fue. Todos los pueblos lo recuerdan, pero nadie habla de ello. Se le conoció como "La marcha de los inocentes".

Era de noche cuando sucedió. Una noche de verano en el pueblo de Rodorio, una noche sin luna ni estrellas, pues las nubes cubrieron el cielo entero. Todos dormían y entre sueños les mueren los pasos de alguien resonando por el piso empedrado. Algunos recuerdan muy vagamente haber escuchado también sollozos de infantes, apenas murmullos. Tenían la impresión de parecerse a una excursión que todos tenían que ver con Érase a las ruinas, pero sin las risas. Sin alegría.

Algunos juran que en sus camas se encogieron de frío, aunque esa noche había sido una noche calurosa. Nadie se levantó de las camas, nadie abrió las ventanas ni corrió las cortinas. Nadie hizo el amor. Todos, por qué razón increíble, tenía la misma sensación de inquietud en su alma. Por eso no se levantó, se despertó y se hizo, no se atrevió a abrir los ojos.

La mayoría de las veces, en los caminos, pisadas de pies diminutos, muñecas de trapo sin cabeza olvidadas, zapatitos, orina. Concordaron tuvo el mismo sueño y una extraña sensación de culpa, como si hubiera sido participe de un asesinato.

Los pasos acababan en las ruinas, subían por la montaña. Había rastro de sangre, pero nada más.

Nadie habla de ello, Lo recordadan. La marcha de los inocentes.

Yo era uno de ellos, pero no era inocente. La inocencia me la arrancó mucho antes de que viaje.

Eramos los olvidados. Los no queridos Los desechados. Eramos los Nadias. Los ningunos. Los ninguneados. Entre nosotros no hablabamos, pues no nos entendíamos Cada uno de nosotros pertenece a diferentes países y hablamos distintos idiomas.

Unos niños de la calle, bribones, ladronzuelos. Siempre con hambre, vacios por dentro, insaciables. Eran ellos quienes sobrevivieron a lo que vendría después. Su capacidad de adaptación les ayudó para esa faena, su astucia e inteligencia. Sobrevivirían, pues no sabían otra cosa.

Los estaban viendo los huerfanos, los que venían de los orfanatos de todo el mundo. Era fácil ubicarlos por la mirada. Tenían un ingenuo y repulsivo brillo de esperanza en los ojos. Estos niños anhelaban una familia a la cual pertenecer, alguien que los quisiera.

Ellos no lo conseguirían. Morirían. Este mundo nuevo, no era para esa clase de chicos. Los niños inocentes, las verdaderas victimas de aquel nefasto día.

Las niñas se cubrieron el rostro con una máscara y nunca más volvieron a recordar sus caras. Si sobrevivió, era dificil saberlo.

Estaban "los niños robados", no sabían que estaba pasando y eran los que rompían en llanto cada instante. Yo solía serlo, "un niño robado" antes de salir de mi país, ahora soy un niño de guerra, criado para sobrevivir a los estallidos de las granadas, desterrado, sepultado por los escombros.

Pero también era hijo del desierto.

Dicen los ancianos que mi destino estaba ya marcado desde el principio, que había nacido bajo la estrella del demonio. La cual lleva mi nombre Decían que sería un hombre sin amor, que la desgracia me rondaría a mi y los que tendría cerca de mi. Hasta ese momento, había tenido razón.

Soy un niño de guerra. La guerra nos hace o guerreros o victimas. Yo soy lo primero. Por eso sobreviví. Siempre lo he hecho.

Eramos 541 niños al llegar. Nos llamaron los "hijos de plata".

Solo 24 sobrevivimos.

Nos dicen sobre una diosa, Palas Atenea, nos hablan sobre una misión, de proteger la tierra y la diosa. Nos llama elegidos, pero no presto atención. Solo hay un dios, mi dios, el dios de mis padres ... ¿también quieren arrebatarme eso ?.

Miró a mi alrededor, a los demás, clasificando en mi mente, analizando los grupos que se van formando y mi mirada se detiene en el. Me distraigo en su perfil y en el color de su piel, color caramelo. 'Pienso que me recuerda a alguien.

Entonces el niño voltea abruptamente, como si buscara a alguien que lo hubiera llamado y cuando nuestras miradas se cruzan por primera vez.

Nunca olvidaré esos ojos. Ni su sonrisa.

Mirándome, lleva su dedo índice a sus labios. Pidiendo silencio. O demandandolo. Nariz. Los latidos retumbando no me deja oír nada más.


Ras Al Ghul (Cabeza de Demonio)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin