Ras Al Ghul (Cabeza de Demonio)

Stemmer

Capitulo II: ~ StemmeR ~ *Óyeme con los ojos,
Ya que están tan distantes los oídos,
Y de ausentes enojos
En ecos de mi pluma mis gemidos;
Y ya que a ti no llega mi voz ruda,
Óyeme sordo, pues me quejo mudo.

- Sentimientos de ausente, Sor Juana Inés de la Cruz.

  Al principio pensé que estaba completamente loco. Al principio tenía miedo. Al principio quise cerrar mis oídos para siempre. Por siempre. La voces no cesaban nunca, aumentaba de noche. Soñaba, pero no fueron mis sueños. Mis pensamientos realmente no me pertenecían. Eso era peor. No solo voces Pensamientos ajenos ami. Eran sentimientos que me confundían ¿Estoy loco? ¿Algún tipo de esquizofrenia ?. ¿Estoy maldito? ¿Por qué? ¿Por qué yo?

¿¡Por que !? ¿Estoy loco?

NO.

No.

Supe. No es que me inventara las voces, ni los pensamientos, ni los sueños. Yo, oía los pensamientos de los demas. Yo planteo sus pensamientos en mi mente. Yo, sensación lo que ellos.

Cuando lo comprendí, supe que no estaba loco.

Al principio tuve miedo. Al principio quise cerrar mis oídos y / o mente para siempre. Al principio considerá esto como una maldición.

Al principio.

Luego ya no. Luego me esforcé en ejercitar mi mente ¿no decían que era también un músculo? Yo mejoré. Yo aprendí a controlarlo, un filtrar las voces. No es lo que callaran, la gente nunca deja de pensar, muy al contrario, la gente, la gente simplemente decía lo que pensaba. Las personas no siempre han pensado lo que pensaban, nunca hacían lo que pensaban. La gente miente y se engaña y engaña a los demás. Nunca supe por qué.

Aprendí un "apagar" una parte de mi cerebro cuando no era necesario saber. Así, había sobrevivido, así, - deduje - había llegado con este grupo de niños.

Imaginaba que eran niños especiales como yo. Niños con un don. Niños que comprenden comprenderme.

Que equivocado estaba !! Alrededor mio, el caos mental me había provocado náuseas. Ni siquiera era capaz de comprenderlos por cada uno de ellos eran de diferentes países. Eran completa y aburridamente ordinarios. Con algunas vocesitas llorosas confusas que terminaron por irritarme.

Estaba decepcionado.

No era ajeno a la desesperación. Tampoco sabía que estaba haciendo en un lugar, ni tampoco podría negar el miedo que sentía. Era una sensación de incertidumbre embargadora.

* Quiero irme a mi casa, pero no puedo *
* Mis pies no dejan de moverse *
* quiero ir al baño ... no puedo parar *

Son las voces que escuchó atentamente, las pocas que puedo entender.

Nadie nos guiaba, O quizás sí, pero no nos percatamos, tantos niños como nos pudimos cambiar, nadie nos vigilaba, nadie nos obligaba.

Cuando llegamos a las ruinas de algún templo griego fue cuando pudimos, cuando mis pies se detuvieron. Tambaleante y cansado por esa eterna caminata no me fijó y choqué contra un adolescente.

"Que demonios! Fíjate"

- Si, perdón, me fijaré.

El volteó un verme, no es un adolescente, un peso que me doblaba el tamaño, su rostro seguía siendo el niño, abrió la boca y comenzó a decir: - Oye fija ..... - pero al final solo en una ceja, muy sorprendido.

Pero yo aún más.

Yo, pude entenderle.

- Oye .. !! - insistió el niño.
- Shhh. - alzó mi dedo índice sobre mis labios evitando así que empezara a insultarme - Silencio, creo que ...

Ambas cejas de aquel formaron un arco perfecto. "Pensaba que hablaba otro idioma", pensó. y yo entendí su pensamiento.

Y era eso, eso era lo extraño. Al llegar a un lugar, las voces que antes no comprendían, comenzaron a formar palabras que comprendí. - Todos nos entendemos. ,,,, - musité y aquel niño junto a mí, volvimos a mirar su mirada hacia abajo, para luego prestar atención alrededor, comprobando lo que dije. ¿Alguna clase de hechizo?

¿Donde demonios estamos? ¿Que está pasando?

Minutos más, minutos menos llega una sombra. Un hombre enmascarado se presentó ante nosotros, y silencioso fue guiando a todos a un gran coliseo en ruinas en medio de la nada. Trato de hurgar en su mente, pero por más esfuerzos que lo hicieron lo único que obtuve fue un síndrome de estática y un terrible dolor de cabeza.

- Aúchs - el dolor, casi me deja ciego.

Entonces habló. Su voz clara apesar de que su boca y todo su rostro era cubierto por una máscara más oscura. Los ojos rojos como rubies Era aterrador y todos alrededor mio compartieron mis pensamientos. Contuvimos al mismo tiempo la respiración para escucharlo.

"Caballeros de Plata". Guerreros élite. Athenea. Salvar la Tierra. ¿Era una clase de broma?

Todas las mentes se planteaban esas dudas. Excepto una sola voz.

Una voz sobresalía entre los demás. Un acento muy marcado, pero lo que más llamaba la atención es que toda su atención, todos sus pensamientos, se dirigían a mi. Me miró a mí entre toda la multitud alrededor. Yo puedo ver en su mente como si fuera un espejo. Verme en los ojos del otro me dejaba una sensación extraña. No sabía que sentir ni que pensar

Busqué al dueño de aquella voz, volviendo con temor entre la multitud. No sé que esperaba al verlo ... pero sin duda no fue eso sí que vi

Era un joven común y corriente como los demás. Con el cabello muy largo y una túnica blanca, como si viniera de un país desértico, el tono de su piel acanelada resaltaba en comparación con sus ojos. Eran fríos y duros. Que curioso, pensé. El niño no tenía miedo. Aquel, en su lugar, parecía furioso por algo. Fuera de ello, no era nadie especial.

Repetir mi gesto habitual con su reacción fue la misma de siempre. Llevé mi dedo índice a mis labios y pedí silencio con una sonrisa, provocando - como siempre - que aquel frunciera el ceño y desviara la vista.

Reí un poco, incomodar a los demás era divertido.

Moría de curiosidad saber qué era un niño, pero no había nada allí. Solo silencio. Voltee a verlo de nuevo, y ahora era el quien sonreía. Una alargada mueca de mofa.

Silencio.

Entrecerró los ojos y con un gesto de total apatía a mí, ladea su rostro y camina entre la multitud de niños, perdiéndose entre ellos. Yo lo busco desesperadamente, con la vista y con la mente. Pero las voces de cientos de niños alrededor de mí vuelven a aturdirme.

Una mano se coloca en mi hombro.

- Ey ... ¿estas bien?

Era aquel no adolescente que me miraba con cierta consternación. Sacudí la cabeza, retrocedió un paso y me adelantó a la pregunta de ¿quién eres?

- Soy Asterion.
- Oye como te lla ..... ¿eh? AH .... Yo soy ...
- Si, Moses. Ya sé.

Para mi sorpresa, aquel muchachón, de rostro tosco - de los típicos niños grandes que peleaban con todos y contra todo para solos por que eran grandes - se rió con alegría. Le había caído bien. Y cuando llegó un mi pensamiento, giré a verle con los ojos como platos. Era genuino.

Rascó mi mejilla derecha con mi dedo, y tímido devuelvo la risa. - Perdona, es una mala constumbre mía.

- Cada quién tiene sus manías ... - aseguró, ofreciendo su enorme mano que cubría la mía, tan delgada, cosa que pensó al estrecharmela. - Soy más fuerte de lo que se piensa - murmuro con gracia, haciendo que este sonriera de vuelta.

No lo esperaba No tenía forma de saberlo, lo mucho que ese día todo cambiaía. Aquel niño que después se convertirá en un adulto enorme, quien en un futuro perdería un ojo en su prueba por su armadura. Ese chico de risa fácil y de temperamento explosivo se convirtió en mi mejor amigo.

Y ese niño de ojos fríos, sonrisa torcida, fue algo más.

Nadie podría adivinar que pasaría después, incluso tú con la capacidad de leer la mente. Con mi capacidad de preveer movimientos. No tuve manera de saberlo Pasaron unos días en que nos juntaron en grupos de 10-20. Hacíamos ejercicios fisicos juntos, del alba al anochecer, sin falta ni descanso.

Moses y yo siempre estabamos juntos. La voces nunca dejaron sonar. Podía saber qué pensaba cada uno de nosotros. Excepto el. Aquel extraño niño que aveces se paraba más temprano que todos, se arrodillaba en el suelo, y rezaba en un lenguaje extraño.

- Rezar en un lugar como este. Como si pudiera salvarlo ... y más sabiendo que se está en territorio de dioses más antiguos. - se burló Moses llegando a mi lado viendolo junto ami. - es raro ... no sobrevivirá ...

Yo rió , divertido - Moisés, aquí todos somos raros - me cruzo de brazos recargandome en el muro - Tu eres raro, ese que parece niña y no deja de acicalarse en raro, que que solo cuida los ojos, no se puede sobrevivir.

¡Moisés solo expresa un JA! escupiendo al piso. - Ahora resulta que sabes el futuro ¿no?

Su mirada vuelve a que alguien reza y por un momento su cuerpo se tensa por los nervios. No tengo que girar el rostro para saber qué ese chico había terminado y sus ojos ahora miraba con los ojos fríos, terriblemente duros.

- Dejalo ....- suspiré.

Pero fue demasiado tarde.

- Oye tu! tengo algo en la cara o que! Que tanto nos miras! =? ¿Te gusto? quieres un beso? eh! - bocafloja como siempre mi amigo, mientras que tal vez pueda servir para saber quién es ese chico, nadie puede bloquear su mente mientras se insulta ... ¿verdad?

Abro los ojos y girando el rostro lo veo directamente para ver su gesto.

Sonríe con esa misma mueca retorcida. Y en su mente no hay nada. Frente a mi solo estan esos ojos oscuros, color verdes ... ¿o son grises ?. No puedo determinarlo.

Ahi estas !!! jA, Aladino, siempre te nos escapas! eh!

Llegan corriendo dos chicos más. Los reconozco, siempre estan juntos, compitiendo, peleando, alardeando. Segun recuerdo sus nombres fueron Dante y Capella. Uno tenía el cabello pelirrojo y el otro era de la misma robusta complexión de Moisés. Llaman a los gritos a alguien que se mantuvo en su mirada y su sonrisa.

- Algol, hoy nos dicen donde nos mandaran a cada uno, ven! no pierdas el tiempo

¿Algol? Así que se llama, Algol. Me grabó el nombre. Dedico una mirada a Moisés y asiento con la cabeza. Había llegado el día en que nos dirían donde estaban nuestros lugares de entrenamiento.

Nos dirían por cual armadura lucharíamos. Era el momento de saber si, nuestras nuevas rarezas nos ayudaban a sobrevivir.

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Notitas:
El titulo significa: Voces en Danés, como segun la ficha de Kurumada, Asterion es de Dinamarca y como el capitulo es bajo en perspectiva, pos por eso XD

- Según el taizen de kurumada, los caballeros de plata son los guerreros elite, cito: "Los especialistas en la batalla". Por ello a ellos se les enfatizaba - según entiendo - se acoplan misiones, hacerse cargo de los aprendices y varias misiones más.