Pasado

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Las tres parejas estuvieron juntas todo el día, pero cada uno por su parte. SeokJin y NamJoon se quedaron en la casa del mayor viendo películas y cocinando; JungKook y TaeHyung fueron a una heladería y pasearon por un parque lleno de juegos de agua; y YoonGi y JiMin se la pasaron en un parque dándose mimos y encontrándole formas a las nubes. Cada pareja estaba feliz, pero dentro de la cabeza de JiMin, miles de preguntas respecto al padre del mayor daban vueltas.

Actualmente, YoonGi se encontraba recostado sobre el menor mientras lo abrazaba con fuerza y jugaba con sus belfos. Con su dedo índice, tiraba y soltaba su labio inferior logrando que graciosos sonidos llenaran la atmósfera. YoonGi reía al escuchar los peculiares sonidos mientras que JiMin no podía eliminar la sonrisa que traía desde que vio a su pequeño pálido en la mañana. Habían pasado algunas horas y seguía sin poder creer que lo tenía entre sus brazos. Con una de sus manos, detuvo los infantiles movimientos del mayor y levantó su rostro, tomándolo del mentón, logrando así que ambas miradas se encontraran. YoonGi sonrió mostrando sus encías, acción a la que JiMin se le hizo imposible resistir, y besó sus finos labios con dulzura. Apresó el delgado cuerpo con ambos brazos y besó sus mejillas reiteradas veces. Era una escena digna de admirar. Dos chicos dándole al otro el sentimiento más puro de todos: amor. Amor, amor y más amor. YoonGi había sido educado con la mentalidad de que amar a una persona de tu mismo género estaba mal y que los que lo hacían, eran enfermos y deberían ser castigados de la peor manera, una ideología completamente diferente a la de los padres de JiMin. Los padres del azabache le habían inculcado el respeto y la aceptación sobre todo. Le habían dicho que el amor no tenía edad ni género. Amor era amor, sin limitaciones.

JiMin, tras pensarlo un rato, decidió preguntar eso que tanto le atormentaba. Se separó ligeramente del mayor y acarició la piel que se hallaba descubierta en su cintura debido a los movimientos.

-Hyung, ¿puedo hacerle una pregunta?

-Todas las que quieras Minnie- respondió sonrojado por las caricias.

-¿Qué problemas tiene con su padre?

YoonGi quedó helado al escuchar la pregunta y se separó del menor tomando asiento a su lado.

-Sé que tienen discuciones, pero, ¿por qué? Si se puede saber.

El grisáceo suspiró y asintió con la mirada dirigida al frente. El sol empezaba a esconderse y una fresca brisa acariciaba las calles de la ciudad. JiMin se incorporó de la misma manera y ambos chicos quedaron sentados sobre el pasto.

-¿Hyung? N-No es necesario que me responda. Yo...en serio lamento si la pregunta fue inoportuna.

-Está bien Jiminnie. Sí puedes preguntar. Después de todo, quiero que me conozcas completamente para ver si me sigues queriendo. No soy un chico muy agradable después de todo. No soy el mismo YoonGi con el que hablas por chat.

-Eso lo sé hyung y yo tampoco soy el mismo JiMin. Y ya te lo dije antes, pero te lo volveré a decir- exclamó tomando de las manos al mayor- Te quiero por tu personalidad, no por tu físico. No me interesa si eres gordo o delgado, blanquito o de color, mayor o menor, con ojos claros u oscuros. Me interesa saber como eres y porqué eres así. Me gustas y te puedo asegurar, aunque parezca tonto, que estoy enamorado de ti y no por tener problemas en casa dejaré de hacerlo.

YoonGi volteó la cabeza mirando fijamente al azabache y sonrió débilmente mientras afianzaba el agarre de sus manos. Soltó un fuerte suspiro y dejó reposar su cabeza sobre el hombro contrario. JiMin rodeó el cuerpo con su brazo más cercano y besó la platinada cabellera.

-Mi padre es homofóbico- suspiró- Desde niño me enseñó que ser homosexual está mal. Que personas así no deberían existir y que no merecen la felicidad. En un inicio, entendía su punto de vista a la perfección y de cierta forma, lo apoyaba, porque creía que era lo correcto, pero con el pasar de los años, me di cuenta de que me atraían los chicos. Pensé que era la edad o que era simple curiosidad, pero después me di cuenta de que estaba equivocado. Cumplí la mayoría de edad y me enamoré de un chico. Tuvimos una relación, pero la terminé por miedo a que mi padre lo descubriera. Sabía que lo lastimaría y era lo último que quería.

Tomó una pausa y exhaló.

-Mi madre nunca ha estado presente en mi vida. Es más una tía o un familiar lejano que una madre, así que nunca tuve la oportunidad de hablar con ella sobre el tema. Cuando cumplí los 22 años, decidí contarles a Tae y a Hobi sobre lo que sentía y lo aceptaron sin problema. Unos meses después, se lo conté a Jin y tuve el completo apoyo de los tres. Fueron mi soporte durante los últimos años en los que recibí las constantes críticas de mi padre por no tener pareja. Supongo que sospechaba que me gustaban los chicos, pero cuando se enteró de que- bajó la mirada- de que me gustabas tú, se puso como loco. Estaba hablando con Tae por teléfono y escuchó que me gustaba un tal JiMin así que te buscó en internet y se dio con la sorpresa de que eras un chico. Apenas colgué la llamada, entró a mi cuarto hecho una furia y

El mayor dejó las palabras al aire al sentir las lágrimas aproximarse. Nunca pudo soportar el rechazo. Siempre hizo todo lo posible para ser el orgullo de su padre y escuchar todas los insultos que le dijo ese día, hizo que su mundo cayera en pedazos. JiMin abrazó con más fuerza al pálido y dejó que botara todo eso que le atormentaba.

-E-Ese día me golpeó muy fuerte y no sé cómo saqué la fuerza para echarlo de mi habitación. Mi madre llegó a casa y al escuchar los gritos, subió de inmediato y se llevó a mi padre con ella. Ese día fue simplemente horrible. Gracias a Dios que no me han botado de la casa, pero todo es gracias a mi madre. No sé qué hace para que mi padre no me mate, pero lo que sea que esté haciendo está funcionando.

El pálido secó los restos de lágrima con las mangas de su sudadera y hundió su cabeza en el cuello del menor. Sintió su cuerpo relajarse al inhalar ese aroma a cítrico tan embriagador y abrazó débilmente el cuerpo del azabache. JiMin se enderezó para poder rodear su cuerpo con mayor facilidad y calmar a su chico con palabras reconfortantes.

-Hyung...usted es mi héroe.

-¿Q-Qué?- susurró el mayor separándose del moreno.

-Usted es mi héroe. No cualquiera soportaría todo eso sin decir nada. No cualquiera arriesgaría su felicidad para que la otra persona no salga lastimada. No cualquiera lucharía por levantarse cada mañana y mostrar su mejor sonrisa a pesar de los problemas. No cualquiera seguiría amando a pesar de tener todas esas erróneas ideas en la cabeza. No cualquiera trataría de hacer feliz a su padre a pesar de que te considere una decepción. No eres como todos hyung. Eres fuerte y esa fortaleza, es digna de admirar. Yo, personalmente, la admiro. Jamás hubiera seguido luchando de estar en tu situación. ¿Y sabe algo? Me siento orgulloso de usted porque a pesar de saber que sería rechazado por su familia, no se rindió. No cambió su forma de ser a pesar de las críticas. Seguiste siendo tú a pesar de conocer la mentalidad de tu padre y eso hyung, para mí, es ser un héroe.

YoonGi miró asombrado al menor y sonrió ampliamente mientras ambos rostros se acercaban con lentitud. Sus respiraciones se mezclaron y sus bocas se unieron en un necesitado beso. Ambas mentes eran un lío. 

Habían sido demasiadas emociones por un día. 

Cuando se separaron, JiMin acarició las blancas mejillas del grisáceo y rozó su nariz contra la contraria logrando que pequeñas risitas salieran de los labios del mayor. JiMin rió de la misma manera y se tumbaron en el pasto con las manos entrelazadas y con la mirada dirigida al cielo. Un color rosado anaranjado empezaba a iluminar las calles de la ciudad y las risas de los niños podían percibirse a lo lejos. JiMin cerró los ojos y sonrió. Lo había decidido. Lucharía. Lucharía contra esos demonios que atormentaban a su pálido chico y llenaría su vida de colores. Lo haría reír. Le daría motivos para levantarse todos los días con una sonrisa verdadera y con ganas de pensar en el futuro. Con ganas de vivir cada día como si fuera el último.

-¿Hyung?- le llamó abriendo los ojos.

-Dime Minnie.

-Tú me gustas y yo le gusto, ¿verdad?

YoonGi lo miró confundido y asintió con los labios ligeramente separados.

-S-Sí. ¿Por qué lo preguntas?

JiMin sonrió y le brindó una de sus típicas sonrisas de alcancía.

-¿Quieres ser mi novio?





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Creo que la depresión está volviendo y no quiero hundirme de nuevo.

-ymbvb

FANBOY ; jimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora