FANBOY ; jimsu

De compras

A la mañana siguiente, los seis chicos se despertaron de muy buenos ánimos y después de desayunar, se dirigieron al centro comercial. Cada uno había quedado en una temática diferente para su vestuario así que todos se verían femeninos y originales a su manera. Una vez llegaron a su destino, cada pareja tomó un camino diferente y se sumergió en la ardua búsqueda de la vestimenta perfecta.

-¿Qué es lo que tienes en mente hyung?- preguntó JiMin a su pareja mientras se encontraban caminando por uno de los pasillos principales del centro.

-Me vestiré de colegiala. Creo que se me vería inocente y a la vez femenina.

JiMin no pudo evitar esbozar una sonrisa al imaginarlo. Si ver a su novio con cualquier ropa le parecía lindo, verlo con ropa de chica debería resultar completamente excitante y mucho más si era de colegiala, ya que podría apreciar sus delgadas piernas, las cuales moría por tocar.

-Me parece una buena idea. ¿Y dónde piensa conseguir la ropa? Necesitas una falda, medias, zapatos, blusa y una buena peluca, y dudo que por aquí encontremos algo parecido.

-Lo sé Jiminnie. He visto un par de tiendas donde hay lindas faldas así que podemos ir ahí primero.

-Está bien hyung.

Después de buscar por media hora una buena falda, compraron una negra, una blusa blanca y un chaleco con rombos de color beige con verde. Para YoonGi, era bastante vergonzoso el hecho de probarse ropa de mujer en un lugar público pero gracias al apoyo de su novio y a las malas miradas que le brindaba a las personas que lo señalaban despectivamente, pudo probarse todo con calma.

No está de más decir que un par de señores confundieron a YoonGi con una chica y trataron de meterle mano pero al sentir un bulto en su parte baja, salieron disparados y llenos de vergüenza. YoonGi se puso rojo por la ira y los persiguió hasta que, para que aprendieran a no ser mañosos, les dio un par de manotazos. JiMin por su lado, rió al ver las caras de terror de ambos hombres al ser perseguidos por toda la tienda y una vez YoonGi terminó de darles su merecido, el azabache lo tomó de la cintura y depositó un posesivo beso sobre sus delgados labios, dejando en claro que no estaba disponible.

Salieron de la tienda con un par de bolsas y sonrieron satisfechos al ver la hora. Sólo había pasado media hora desde que la búsqueda había comenzado y habían quedado con los otros cuatro chicos que en dos horas se encontrarían en una cafetería en la zona central.

Siguieron su camino en búsqueda de una tienda de accesorios y al encontrarla, compraron todo lo que creyeron necesario. Debido a que YoonGi solía llevar aretes, pudieron comprar un par de pendientes de perlas junto con una cadena de plata, la cual se veía delicada y bastante femenina, complementando el outfit. También lograron conseguir unos zapatos de cuero y finalmente, se embarcaron en la búsqueda de la peluca. Posiblemente sería lo más difícil de conseguir.

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Por el lado de SeokJin y NamJoon, las cosas no les fueron tan fáciles. Conseguir un vestido era sencillo pero con lo detallista que era Jin , la tarea se dificultó bastante. Quería conseguir un vestido elegante pero a la vez sexy y por ese motivo había buscado uno rojo, y más o menos ajustado. Las señoritas de las tiendas quedaron admiradas por la belleza del rubio y no dejaron de alabar los lindos labios que tenía. NamJoon, por su parte, no la estaba pasando nada bien. Ver como casi todas las personas de la tienda coqueteaban con su novio no era muy agradable que digamos así que, al no soportar más los elogios hacia el mayor, tomó uno de los vestidos que mejor le quedaba y lo pagó, llevándose fuera del local a su pareja. Una vez se vieron alejados, NamJoon abrazó a su novio con fuerza y le susurró en el oído muchas palabras halagadoras.

-Sé que ya te lo han dicho todas esas personas pero igual quería que lo escucharas de mis labios. Al fin y al cabo es lo que pienso- exclamó con la mirada dirigida al suelo.

SeokJin sonrió ante el dulce detalle de su novio y besó sus labios castamente.

-Sólo me importan esa clase de comentarios si salen de tus labios. Sino es así, son irrelevantes. Me gusta verme lindo para la persona que quiero, no para todos los demás. Bueno, con la excepción de este reto- respondió mientras reía.

El moreno entrelazó sus dedos con los de su pareja y se dirigieron a una tienda de zapatos para comprar unos tacones negros. Sólo tenía veinte minutos y dos cosas pendientes.

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Y después de estas dos dedicadas parejas están JungKook y TaeHyung, los cuales se pasaron una hora en la tienda de mascotas jugando con unos perritos. Como TaeHyung ya tenía su vestuario, no era necesario comprar otro pero igual necesitaba unos zapatos y algunos accesorios. Cuando se percataron de que sólo les quedaba treinta minutos, salieron disparados del lugar y corrieron por todo el centro en busca de unos tacos. Mientras TaeHyung trataba de meter uno de los botines en su pie, como si su vida dependiera de ello, JungKook miraba desesperado las tiaras y las pulseras de la tienda tratando de descifrar cuál le quedaría mejor a su pareja. Una vez que compraron todo lo que necesitarían, corrieron en dirección al punto de encuentro, en el cual visualizaron a sus amigos, y pudieron respirar tranquilos.

Conversaron por unos minutos sobre cómo había sido el comprar y ordenaron algunas bebidas para pasar el rato.

-Unos viejos me metieron mano- exclamó YoonGi indignado- ¡Me sentí violado!- agregó poniendo énfasis en la última palabra.

-¡Pero después les dio una paliza!- agregó el azabache- Hubieran visto la cara de nenas que pusieron esos tipos.

-Pobre Suga- exclamó SeokJin tratando de retener las risas que amenazaban con escapar.

-Mi pobre pasiva amargada- dijo TaeHyung abrazando protectoramente a su amigo.

-¡Lo sé! Pero me defendí. Después de todo, no soy una fácil como Tejiun.

TaeHyung lo miró indignado y se cruzó de brazos mientras esbozaba una media sonrisa.

-La que no es puta no disfruta.

Todos los presentes rieron ante sus palabras, con la excepción de JungKook, el cual no dejó de lamentar el hecho de que su pequeño bebé fuera tan vulgar.

-Y yo que pensaba que eras un angelito.

-Las apariencias engañan Kookie- respondió SeokJin mientras reía.

-No te preocupes mi galletita. Mis días de puta ya pasaron.

JungKook enarcó una ceja ante sus palabras y YoonGi rió sonoramente al ver la clara confusión en su rostro.

-Lo que pasa es que, cuando estábamos en la secundaria, TaeHyung solía tener un novio cada semana. Todo era de broma pero entre nosotros, lo apodamos como "la puta"!del grupo.

-Yo era la diva- agregó el rubio- pero al parecer alguien me quiere quitar el puesto.

-Ya me cansé de ser la azucar amarga. ¡Quiero ser algo mejor!

JiMin rió por lo bajo al ver el puchero que su novio había empleado y acarició sus manos por debajo de la mesa. YoonGi, al sentir el roce, miró al menor con una sonrisa y entrelazaron ambos meñiques.

-Y bueno, siguiendo con la historia de los apodos, Hobi es el caballito. ¿Saben por qué?- preguntó el castaño con una mirada pervertida.

Los tres chicos negaron y tanto SeokJin como YoonGi se miraron picaramente.

-Es porque le gusta montar.

JungKook escupió toda la limonada que había bebido y empezó a reír sonoramente. YoonGi y TaeHyung se unieron a las risas hasta que finalmente, toda la mesa terminó en carcajadas debido al comentario.

-Dios. Si Hobi nos escuchara, posiblemente estaríamos muertos.

-¡Sí! Que bueno que no está aquí- agregó el castaño dando un sorbo a su jugo de naranja.

Los seis chicos rieron sincronizadamente pero se vieron interrumpidos por el carraspeo de una tercera persona.

-Como dice TaeTae, la que es puta no disfruta.