La hermana mayor de Meliodas

Capítulo 7

Me desperté con el grito de Hawk llamándonos, lo primero que vi al abrir los ojos fue a Elizabeth, que estaba acostada al lado mío, abriendo los ojos.

– Buenos días Elizabeth y Ángela– dijo Meliodas detrás de mí. Yo me incorporé y ellos quedaron cara a cara– ¿Ya se sienten mejor?

– Sí, gracias– le respondí.

– Me siento mejor, gracias.Por cierto, buenos días señor Meliodas– dijo Elizabeth – lo desató en un minuto.

– Si por favor– dijo Meliodas– te lo voy a agradecer.

Yo no pude hacer otra cosa que estallar a carcajadas. Ya venía siendo hora que lo dijera. Hawk anoche lo ató con una soga para que no se pasará de listo con Elizabeth. Al menos hasta que yo esté totalmente recuperado y pueda controlarlo.

Me levanté, agarre mi bastón y me dispuse a cambiarme para preparar el desayuno.

Cuando el desayuno estaba listo, todos se acercaron a la mesa.

– Hawk ¿Podrías atar con menos fuerza al Señor Meliodas la próxima vez? Es imposible que duerma cómodo estando así.– dijo Elizabeth.

– ¡ No tiene sentido si no está bien atado!¡Solo estará de tenton mientras esté en la misma cama que tú!– le gritó Hawk y Elizabeth sonreía avergonzada– ¿Qué no lo entiendes? Solo son precauciones.

– Pero yo... - decía Elizabeth pero Meliodas la interrumpió.

– Aunque si lo piensas como un juego previo es bastante placentero– dijo Meliodas con total naturalidad, yo en el momento que lo dijo yo escupí el agua que estaba tomando. En ese momento escuché decir a Elizabeth:

- ¿Juego previo?

– Quizás la próxima vez tú podrías atarme, ¿ Qué te parece?– le dijo Meliodas. Como ya no quería escuchar más estupideces me decidí para actuar como una hermana mayor.

–¡ Imbécil!¡ No digas esas cosas en frente de mi!¡ Yo también duermo en esa cama!– le dije dándole un golpe en la cabeza.

– Bueno, estaba jugando– decía Meliodas sobándose la cabeza– no había nesecitamos de ser violenta.

– Asqueroso– decía Hawk.

En ese momento la cara de Diane se asomó por la ventana preguntando.

– ¿Qué cosa?¿ Atar a quién?¿ A quién Hawk?

– ¡Olvídalo niña!– le gritó Hawk.

En ese momento llegó Ban. Se sentó en la barra. Yo me fuí a la cocina mientras lo escuchaba decir a Ban:

–  Capitán, quiero un trago

– ¿No es temprano?- dijo Diane en un tono sarcástico.

– ¿ No quiere desayunar algo señor Ban?– preguntó  Elizabeth.

– ¿ Esperas que coma algo de la horrible comida del capitán?– dijo Ban.

– Oye, por qué no lo preparas tu entonces?– dijo mi hermano lanzándole una botella que Ban agarró en el aire.

Yo le puse un plata de huevos revueltos y otras cosas en frente y le dije con una sonrisa:

– En realidad, yo lo preparé– le día un beso en la mejilla– buenos días

Él me correspondió el saludo y me dió una enorme sonrisa.

– Gracias– nos dijo a mí y a mi hermano. Pero al abrir la botella de alcohol su contenido se le fue a la cara.