Parte. 8. Perdido

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Habían pasado unos días desde la transformación de Albafica, El platinado estaba cuidando al neófito, le parecía divertido, nunca antes había hecho algo así, le gustaba el joven que veían sus ojos, su sed de sangre era insaciable, tenía que buscarle varias presas, cuando salía a buscar una, lo dejaba dormido para que no diera problemas, ese estado inicial era muy problemático, ese día salió para llevarle comida fresca, el platillo de hoy era una rubia mujer, quien estaba aterrorizada al ver al joven de cabellos celestes con esa mirada de cazador sobre su presa, Minos sonreía maquiavélicamente cuando la puso enfrente del peliceleste quien se acercó directo a su cuello para morderla y drenarla sin ningún miramiento. El platinado reía con fuerza mientras la mujer se desvanecía en los brazos de Fica.

El apetito sexual del menor era enorme, así que para mantenerlo tranquilo, "sacrificádamente" tenía relaciones con él, por lo menos dos veces al día, le gustaba acariciar a ese hermoso ser que ahora cuidaba con esmero, sabía que tardaría unos días en dejar ese estado, es una fase normal de la primera etapa de la transformación, Fica ya entendía mejor, podía articular mejor las frases y acciones que hacía.

Minos lo veía mientras almorzaba, disfrutaba de ver el cuerpo desnudo del menor desplazándose en él sitio, cuando Albafica acabo de comer volvió su vista a Minos, le sonrió diabólicamente, el mayor le extendió su mano –¡ven aquí cariño!– el peliceleste se acomodó en sus brazos para empezar a besar sus labios, que al abrir probaban la sangre que tenía aun la boca, se empezó a excitar por las acciones del menor, que no solo lo besaba fuertemente sino que sus manos estimulaban su miembro, –cariño eres insaciable– recostó al joven sobre la cama, este comenzó a gemir, porque Minos había bajado su cabeza a la zona de sus pectorales y besaba sus tetillas mientras que con su mano derecha masturbaba al menor, y con la otra recorría su torso, su lengua estaba rosando la piel del menor quien se aferró a las sabanas una vez más, su mano siguió estimulando ese bello falo que le encantaba, –Minos, ¡más por favor!– el platinado se mostraba complacido cada que el menor decía palabras como esas, así que dejo todo y con sus brazos separo las piernas de Albafica que gemía con fuerza, se levantó para hincarse frente al joven, recorrió con sus manos las piernas nívea que le fascinaban, sujetó sus muslos y levantó sus caderas, para acercarlo a su miembro que ya estaba listo para sentir las paredes del menor una vez más, simulo un par de estocadas y por último en una rápida embestida lo penetro totalmente, comenzó a moverse una y otra vez dando placer al menor que parecía fuera de sí, pues gemía fuertemente todo el tiempo.

Minos disfrutaba ver esa cara tan bella excitada, esa respiración agitada y esa voz pidiendo más, había tenido muchas parejas antes pero jamás una por la que se hubiera preocupado, de hecho era la primera vez que sentía esa atracción por un recién renacido, pensaba, en lo que continuaba embistiendo para rosar esa intimidad que tanto le gustaba tocar, se detuvo un momento para acomodase, bajó las caderas del menor y se posicionó encima, Albafica soltó las sabanas y abrazo la espalda del platinado, quien continuo con las embestidas, mientras besaba su boca, el beso era intenso, sus lenguas se rozaban, de la comisura de los labios del menor corría un hilo de saliva, mientras que su respiración se agitaba por el ritmo que le imponía el mayor, de pronto sentía que le faltaba el aire, se despegó de los labios del mayor para intentar tomar aire, pero lo único que atino hacer, fue gemir con fuerza mientras que sus uñas se enterraban en la espalda de Minos por el placer que recorría desde su interior a todo el cuerpo, el platinado sonrió maliciosamente, porque veía como el joven se retorcía de placer frente a él, mientras que su espalda estaba siendo rasguñada con fuerza, ese dolor lo éxito más, sus estocadas no paraban, se hicieron potentes, Albafica seguía sin recuperarse, pero aun apreciaba como el mayor seguía a su ritmo intenso rosando su interior una y otra vez, hasta que su cuerpo se estremeció sobre él, parando de pronto teniendo pequeños espasmos que eran el resultado de haber llegado al clímax, se dejó caer sobre el peliceleste, para recuperar el aliento –e...res ma...ravilloso Alba...fica– Lo abrazo con fuerza. Mientras que el menor empezaba a cerrar los ojos.

Minos se levantó, se vistió y salió de la habitación, fuera un joven de cabellera platinada lo esperaba, –¿Qué quieres aquí Oneiros?– el joven sonrió maliciosamente –solo para informarte que el grupo dirigido por Shion Jamir ha perdido un integrante más y que aún siguen buscando a tu juguete –, el platinado dio un pequeño mugido – pues el hermano de Albafica se comunicó conmigo y quiere ver a su hermano, así que lo complaceré, es tan bello como mi preciosa adquisición, me gustaría que también formara parte de nuestras filas, pero necesito que mi preciosidad salga de su etapa de neófito para poder transformar al hermano– Oneiros se recargo en la pared, mientras reía por el comentario de Minos, –con todo respeto mi señor, no creo que sea posible el joven que supongo que es el hermano de tu juguete, fue marcado por un perro– Minos lo vio con sorpresa –¡vaya! Que lastima, hubiera sido una buena adquisición, retírate tengo que comer– el joven salió del sitio y Minos volvió a la alcoba y vio al joven de nuevo, si los Jamir, meten su nariz en este asunto voy a tener problemas de más, tal vez debería pensar en cómo deshacerme de ellos, el padre y los hijos son un problema, han sido un problema desde hace varios años, pensaba el platinado mientras estaba sentado en la cama recorriendo con sus manos el cuerpo desnudo de Fica, se acercó a su rostro y pego su frente a la suya, se internó en la cabeza de su creación.

Fugaces recuerdos, llegaban a la cabeza del platinado, el menor aun no asimilaba la transformación, por lo que ver en su cabezaera muy difícil incluso para un vampiro de alta jerarquía como Minos, pero sí, pudo divisar imágenes de Fica con Shion, salió del trance y sonrió de manera malvada.
Pero que tenemos aquí, eras su amante y ahora eres mío, con razón nodeja de perseguirnos, debo usarte en su contra, seria magnifico desaparecer al primer heredero de los Jamir usando a una belleza como tú, debo de planear muchas cosas, pero por ahora solo disfrutare de ti. Decía para sus adentros mientras se recostaba a lado del menor. 

hola aquí un capitulo mas, nos leemos otro dia.

Jaguar: cambio y fuera  

Mi  BestiaWhere stories live. Discover now