Love Me Like You

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Disclaimer: La historia es de mi pertenencia, en ella sólo utilizo sin ningún fin de lucro, a los personajes de Naruto, cuyo creador es Masashi Kishimoto. Está prohibido re-suban esta o cualquier otra de mis historias, o adaptarlas. La canción pertenece a Little Mix.

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—¿Recuerdas? —tomó el brazo a Sakura, con ilusión en su voz— aquí fue donde nos conocimos, donde nuestro lazo se creó —ahora sus manos en largo las mejillas a de la pelirrosa, con un brillo en los ojos, continuó con su monólogo— aquí, frente de marquesina, ¡nuestra amistad nació!

Ino era espectacular, y no por su buen físico, sino por el brillo y emoción que daba ante los demás; por la atención que atraía. En cambio, Sakura estaba enfurruñada. Claro, agradecía haber conocido a Ino y de haber estado de otro humor habría sonreído y bromeado con la rubia.

—¿No fue porque ambas pelearon por Sasuke teme? ¡Hinata-chan, debes escuchar esa historia! ¡Es graciosa!

Pero Sakura estaba a poco de perder la paciencia y dejar de fingir buen humor. Como siempre, su ánimo era afectado por alguien más, en este caso tres personas.

—¡Además se tiraron al suelo y soltaban groserías! ¡Sasuke incluso les lanzó una soda para separarlas, ttebayo!

Naruto humillándola.

—Mira, mira —Hinata ahogó una exclamación, con ambas manos en su boca, mirando a la imagen que Naruto le mostraba.

—¿De verdad peleaban por Sasuke-kun?

Crack.

Ahí se fue el bueno intento de Sakura. ¡¿kun?!¡¿Cómo se atreve-?!

—Idiota, deja eso.

—¡Oye, regrésame mi teléfono!

Y Sasuke. Ahí. Discutiendo con Naruto como si nada. Sakura pasaba de la humillación al odio y luego a la inseguridad.

—Vamos, ustedes. ¡Tengo hambre!

Su única ancla que le impedía gritar en ese momento era Ino, quien aún la abrazaba.

Esto era demasiado.

—Los veré ahí, iré al baño primero —sin esperar respuesta, Sakura se encaminó al baño del restaurant.

***

¡Que cansancio! Y eso que apenas habían llegado. ¿Podría aguantar un par de horas ahí?

El plan era original era salir con Naruto y su mona, obtener información suficiente del enemigo y atacar sus puntos débiles. Por supuesto, Ino iba con ella, ¡porque ni loca Sakura permitiría ser la tercera rueda! Así que la rubia porrista no sólo era su amiga, sino su apoyo.

Pero como siempre, como costumbre, el destino, Dios o el diablo, ya no sabía a quién culpar, le odiaban, y Sasuke se unió a ellos.

¡Noooo!

O sea, ¡sí, pero no!

¡Quería verlo! Su mente y su corazón lloraban por verlo y estar cerca, ¡pero no así! No cuando las cosas estaban extrañas.

¿Cómo podría ella concentrarse en su genial plan malévolo si el chico que le provocaba mariposas estaba ahí para hacerla sentir tímida? La maldad decrecía con él cerca.

Y Dios, Sakura no dejaba de repetir en su mente la memoria de su beso.

—¡Aaaahh!

Golpeó sus puños en el lavabo. Su imagen en el espejo lo decía todo; había enloquecido. Luego de inhalar y exhalar, tranquilizándose y contar hasta quince, Sakura soltó un gran suspiro.