Tres

2.7K 247 243
                                    

Anna no llores

Elsa y Jack llegaron al comedor, en donde la mayor, Jessie y su hermana ya se encontraban reunidas. El peliblanco cuido a Elsa en cada paso por los escalones de la casa, cuidando que su linda esposa no fuera a resbalar o lastimarse. Elsa lo encontró adorable, pero al mismo un tanto exagerado. Ella estaría bien, era fuerte. Siempre lo era.

Al verlos entrar al comedor Jessie con su pijama de gatos, quien sostenía una jarra de jugo de naranja fresco, les sonrió. Con el cabello castaño revuelto y los ojos azules un poco hinchados de tanto dormir.

—Buen día Señor y Señora Frost —saludo Jessie con una sonrisa. La pareja río —. Estábamos esperándolos para desayunar, hice un unos deliciosos waffles, jugo de naranja, fruta con yogurt y por supuesto avena para Elsa.

Jack le recorrió la silla a su esposa como el caballero que era, para que ella se pudiera sentar. Elsa le agradeció con una sonrisa totalmente reluciente. Con un brillo demasiado específico, ante aquello Jessie arqueo uno de sus cejas intrigada con una sonrisa en su interior. ¿Será que Elsa ya había hablado con su padre?

La sola idea la puso a brincar de emoción en su interior. Un nuevo y pequeño miembro en la familia los uniría más como la nueva versión de familia que eran, ellos estaban creciendo y Jessie vio como algo especialmente bueno el hecho de que Elsa trajera alegría a su hogar con aquel pequeño ángel que llevaba dentro de sí.

—No sabes cuanto agradezco tu iniciativa, Jess —dijo Elsa, acomodando la servilleta encima de piernas —. Jack no tenía ganas de cocinar hoy y ambas sabemos que sí lo hago yo... Bueno, nuestro sanitario no tendría un final feliz.

Jessie río mientras le servía una taza de fresco jugo de naranja y Ross untaba mantequilla a su pan tostado. Jack se acomodo justo a Elsa en el comedor, imitando la acción de su esposa, extendió la servilleta.

—Esa no es una buena escena —contestó la castaña, pasándole una taza de cristal transparente.

—¿No hay café? —cuestionó Jack a su primogénita. La joven negó con una sonrisa de superioridad, mirando a su padre.

— La cafeína es mala papá. Ya no eres precisamente un niño. Tocino, huevos o endulzantes artificiales quedan estrictamente prohibidos.

—Genial —bufo Jack tomando un poco de jugo natural. Jessie río se acercó a su padre y le beso la mejilla con inmenso cariño.

—Yo te cuido papá.

La sonrisa en el rostro de Jack se ensancho en su rostro, aquel acto le había parecido demasiado tierno y en ese sentido a la mente le vino el recuerdo de Aurora y la forma en que lo cuidada con tanto amor y preocupación. Su hija estaba creciendo y eso era inevitable, tenía la misma voz de Aurora y el mismo brillo en las pupilas. Al ver la Jack siempre terminaba entendiendo que no había error.

—Hey, ¿y tú que haces despierta a esta hora? —interrumpió Elsa, mirando en dirección a Ross, la rubia regreso la mirada a Elsa con la boca un llena de por la tostada y los ojos bien abiertos —. Es muy temprano para ti, Ross.

—Olvide que estábamos de vacaciones —se sonrojó, masticando el resto de su tostada. Todos en la mesa rieron —. Hey, no fue toda mi culpa, la habitación de Alex esta a lado de la mía. Él puso el despertador.

Elsa's Family Where stories live. Discover now