Como un embrollo en mi cabeza,
que intentando pensar,
sabiendo que lo intento,
no me dejan acabar.
Que la locura se cierne
sobre lo elemental,
mientras miento escondido
mirando en mi alma.
Manteniendo la mirada fija,
masticando manías,
intentando imaginar
que tu mirada es mía.
Que yo no quiero aquello,
sino que sonrías;
que así despejas mi alma,
un rato cada día.